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La cada vez mayor relevancia de los pacientes crónicos hace que sea indispensable dar respuesta a sus necesidades, tanto para lograr unos buenos resultados en salud, como para garantizar la sostenibilidad del sistema en un entorno marcado por la creciente presión sobre los costes. Con el objetivo de elaborar un modelo profesional que sirva para orientar su desarrollo en todas las comunidades autónomas, el Grupo CRONOS (Atención al Paciente Crónico frágil) de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha realizado una propuesta en relación a la prestación farmacéutica especializada en los centros sociosanitarios, que se ha presentada en el marco del VI Congreso Nacional de Atención al Paciente Crónico, celebrado recientemente en Sevilla.
Según explica Elia Mª Fernández, coordinadora del Grupo CRONOS, “desde la SEFH apostamos por la integración del farmacéutico de hospital en los centros sociosanitarios, para mejorar la eficiencia, la seguridad y los resultados en salud. De este modo, cubriríamos una prestación farmacéutica cada vez más necesaria en un grupo de población que está aumentando y que, por sus características, tiene mayor riesgo de sufrir eventos adversos y otros problemas relacionados con los medicamentos”.
Asimismo, desde la SEFH se defiende la eficacia de esta propuesta, ya que “además de crear empleo y mejorar la calidad asistencial, implicaría un ahorro económico a la administración sanitaria que puede llegar hasta el 40%”. Según esta experta, el ahorro total se concreta en base a que “el FH puede realizar una atención directa al paciente con el seguimiento y adecuación del tratamiento, lo que a largo plazo evitaría derivaciones e ingresos hospitalarios”.
Esta propuesta va dirigida, en primer lugar, tal y como explica la coordinadora del Grupo CRONOS, “a mejorar la atención de los pacientes, apostando por un modelo de farmacia especializada integrado que reduce los costes, pero al mismo tiempo exige un esfuerzo para la dotación de recursos y para que el servicio del hospital se reoriente y adapte a la atención que requiere el paciente y a las características del centro sociosanitario”.
En segundo lugar, los pacientes crónicos que reciben atención ambulatoria y/o domiciliaria son mucho más numerosos, por ello “deben ser atendidos principalmente por la farmacia comunitaria, pero de forma integrada. Es decir, mediante el desarrollo de programas de asistencia desde las oficinas de farmacia, que deben contar con el apoyo, información y/o coordinación desde la farmacia hospitalaria, explica.
Diferencias entre CCAA
La atención sociosanitaria supone un enfoque asistencial basado en la evaluación integral de la persona teniendo en cuenta su naturaleza multidimensional. Según explica Eva Delgado, otra de las coordinadoras del Grupo CRONOS, “esta atención en la mayoría de casos no está integrada en el SNS, de forma que se constituye como una asistencia sanitaria paralela. Situación que obviamente causa importantes problemas en el cuidado del paciente, tanto por la falta de coordinación con otros niveles asistenciales como por la ausencia de un modelo claro”.
Actualmente conviven dos tipos de prestación farmacéutica en los centros sociosanitarios:
– Un modelo de prestación dependiente del farmacéutico de hospital, más eficiente y sostenible, que está implantado en Aragón, Baleares, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia, Navarra, Valencia y La Rioja.
– En las demás comunidades autónomas este tipo de prestación se lleva a cabo por parte de las oficinas de farmacia mediante receta médica, pero el farmacéutico no está integrado como un profesional más en el equipo multidisciplinar.
El papel del FH
Las funciones del farmacéutico de hospital no son muy diferentes a las que tendría en un centro hospitalario, pero “la forma de llevarlas a cabo sí puede ser distinta, ya que este profesional debe entender el ámbito asistencial para ser capaz de orientar y adaptar las herramientas y procedimientos de la farmacia hospitalaria en beneficio del paciente”, apunta.
Según matiza Eva Delgado, “el FH debe desarrollar un sistema de gestión farmacoterapéutica basado en la evaluación y selección de medicamentos y de dispensación en dosis unitarias individualizadas. Asimismo, necesariamente el farmacéutico debe quedar integrado en el equipo asistencial para colaborar de pleno en el cuidado del paciente, trabajando directamente en el uso racional de los medicamentos y, de forma concreta, en el desarrollo de un farmacoterapia adecuada a las necesidades y características de estos pacientes”.