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Ante la menor sospecha de que tu hijo esté incubando la varicela, o en el caso de que esta enfermedad se encuentre en proceso agudo o haya sido vacunado recientemente, lo primero que tienes que tener en cuenta es que el ácido acetilsalicílico y otros salicilatos deben excluirse obligatoriamente del tratamiento. Es más, no deben tomarlo hasta transcurridos al menos dos meses desde la vacunación, so pena de que contraiga el llamado Síndrome de Reye, una inflamación cerebral (encefalopatía) y hepática que se asocia a cuadros de fiebre por infecciones virales o varicela y que entra dentro de las llamadas reacciones por salicilatos. Aunque se desconoce exactamente el mecanismo exacto del proceso al parecer existe una predisposición genética. Puede ocurrir que el cuadro no siempre se asocie a la toma de ácido acetilsalicílico, pero la frecuencia es 30 veces mayor en este caso. Suele aparecer en niños de todas las edades y se acompaña de vómitos, alteraciones del comportamiento, alteraciones visuales y auditivas, alteraciones del habla, adormecimiento y pérdida del conocimiento y de la fuerza muscular, gran agitación y delirio, que evoluciona rápidamente a un cuadro de convulsiones y coma, que puede producir la muerte.