Las personas con predisposición a formar cálculos renales deben prestar especial atención a su alimentación e hidratación, con objeto de reducir el riesgo de desarrollar estas dolorosas formaciones en los riñones. Un estilo de vida saludable con una dieta equilibrada y una ingesta adecuada de líquidos puede hacer una gran diferencia en la prevención de los cálculos.
Los cálculos renales, comúnmente conocidos como “piedras en el riñón”, son formaciones duras hechas de minerales y sales que se forman dentro de los riñones y pueden afectar a cualquier parte de las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga. Su formación está relacionada con una alta concentración de sustancias que forman cristales en la orina, como el calcio, el oxalato y el ácido úrico, mayor de la que pueden diluir los líquidos presentes en esta, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan. Si un cálculo renal queda alojado en los uréteres (los conductos que conectan los riñones y la vejiga), puede bloquear el flujo de orina y provocar espasmos en el uréter, lo cual provoca dolor punzante e intenso en los costados y la espalda, bajo las costillas, que puede propagarse hacia la parte baja del abdomen y la ingle; un dolor que suele ser fluctuante y provocar sensación de ardor al orinar y poliuria (necesidad constante de ir al baño.) La orina puede adquirir un color rosado o turbio y tener un olor desagradable. Otros síntomas son náuseas y vómitos, así como fiebre y escalofríos en el caso de que exista una infección.
Elige bien los líquidos
Por ello, para las personas con cierta predisposición a formar cálculos renales, es fundamental aumentar el consumo de agua a lo largo del día con objeto de asegurar una adecuada hidratación que ayude a disolver las sustancias susceptibles de formar cristales en los riñones. Álvaro Román, farmacéutico nutricionista en Farmacia Puerta de Carmona de Sevilla, recomienda beber al menos dos o tres litros de agua al día y distribuir su consumo desde la mañana hasta la noche para mantener un flujo constante de líquidos en el organismo. “Las bebidas como el agua con limón pueden ser beneficiosas porque el ácido cítrico ayuda a prevenir la formación de cálculos. También son recomendables las infusiones de hierbas como la cola de caballo o el diente de león, que favorecen la eliminación de toxinas a través de la orina. Otras opciones incluyen el agua de coco y jugos naturales sin azúcar, que aportan electrolitos y ayudan a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo. El consumo de café y té debe moderarse, ya que en algunas personas pueden aumentar el riesgo de cálculos.
Los refrescos azucarados y las bebidas energéticas no son recomendables, ya que contienen altos niveles de azúcares y fosfatos que pueden contribuir a la formación de cálculos. En cuanto a las bebidas alcohólicas, también deben tomarse con moderación, ya que pueden deshidratar el organismo y aumentar la concentración de sustancias en la orina, lo que favorece la cristalización de minerales”, explica Román. Respecto a los zumos de frutas industriales suelen tener un alto contenido de azúcares añadidos que pueden afectar la función renal por lo que es mejor optar por alternativas naturales sin azúcar o simplemente consumir la fruta entera. “Se ha observado que algunas bebidas como los refrescos de cola pueden aumentar la excreción de calcio en la orina y favorecer la formación de cálculos, por lo que se recomienda evitarlas o reducir su consumo al mínimo”, concluye el experto.
Los alimentos que frenan su formación
- Lácteos desnatados (leche, yogur, queso);
- Verduras de hoja verde (col rizada, brócoli);
- Frutos secos como las almendras;
- Sardinas y salmón.
- También es importante incluir frutas y verduras frescas como manzanas, peras, sandía, melón, apio y pepino, que contienen altos niveles de agua y antioxidantes que protegen la salud renal.
- Igualmente buenos son los alimentos ricos en citratos como naranjas, limones y tomates, que ayudan a evitar la cristalización de sales minerales en los riñones.
- Además, es conveniente optar por proteínas de origen vegetal como legumbres, tofu y frutos secos en lugar de proteínas animales que pueden aumentar los niveles de ácido úrico en la orina y favorecer la formación de cálculos.
- Es importante también moderar el consumo de carbohidratos refinados y azúcares añadidos, ya que pueden provocar inflamación y afectar la función renal.
- Además, es clave mantener una buena hidratación y moderar el consumo de alimentos ricos en oxalatos (como espinaca, remolacha y chocolate), ya que, si los niveles de oxalato son demasiado altos, el sobrante puede combinarse con el calcio y formar cálculos renales. “Por lo tanto, debemos moderar o medir su consumo, ya que ingerir cantidades muy altas que sean perjudiciales, puede generar una predisposición a formar cálculos renales. Eso sí, sin restringirlos en su totalidad. En la mesura está el equilibrio”, concluye Román.
Alimentos pro-cálculos
- El consumo excesivo de sal favorece la retención de sodio y aumenta la excreción de calcio en la orina lo que incrementa el riesgo de cálculos renales. Es preferible reducir la ingesta de productos procesados embutidos y snacks salados, así como utilizar especias y hierbas en lugar de sal para dar sabor a las comidas.
- Aunque según Álvaro Román no hay que erradicarlo de la dieta, es importante no abusar de alimentos ricos en oxalatos como espinacas, remolacha, ruibarbo, cacao, nueces y chocolate, ya que, aunque estas sustancias se combinan con el calcio en el intestino favoreciendo su absorción antes de que pase a la orina, si los consumimos en exceso pueden llegar a formar cristales en ella que finalmente se conviertan en cálculos.
- Asimismo, se recomienda moderar el consumo de proteínas de origen animal como carnes rojas, mariscos y vísceras, que pueden aumentar los niveles de ácido úrico y predisponer a la formación de cálculos de este tipo.
- También es aconsejable limitar la ingesta de productos lácteos con alto contenido de grasa, ya que pueden contribuir al sobrepeso y afectar la función renal.
El peso justo
El estilo de vida también juega un papel clave en la prevención de los cálculos renales, siendo un peso saludable procedente de una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio lo que más puede reducir el riesgo de desarrollar cálculos (el sedentarismo puede favorecer la acumulación de calcio en la orina y aumentar la propensión a la formación de cálculos. Algunos estudios sugieren que las personas con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales debido a un aumento en la excreción de ciertas sustancias en la orina, por lo que la pérdida de peso saludable puede ser una estrategia útil para prevenirlos. También es útil seguir un horario regular de comidas y no saltarse ninguna, ya que el ayuno prolongado puede afectar la composición de la orina y predisponer a la formación de cálculos. Asimismo, es importante llevar un control de la salud renal con revisiones asiduas al médico especialmente si existen antecedentes familiares de cálculos renales.
Suplementos… ¡no gracias!
Todo esto deja fuera a los suplementos de calcio, que sí pueden aumentar el riesgo de cálculos, sobre todo si no los tomamos con las comidas. Tampoco están recomendados los suplementos de vitamina C, ya que en dosis altas pueden aumentar la producción de oxalato en el cuerpo y elevar el riesgo de cálculos renales. Los laxantes tomados en exceso, los medicamentos antiácidos a base de calcio y ciertos medicamentos utilizados para tratar las migrañas o la depresión, también pueden aumentar el riesgo de tener cálculos renales.
No obstante, en algunos casos los médicos pueden recomendar el uso de ciertos medicamentos o suplementos para prevenir la formación de cálculos en personas con riesgo elevado, por lo que es fundamental seguir las indicaciones de un especialista para recibir una evaluación personalizada y seguir el mejor tratamiento preventivo acorde a las necesidades individuales de cada paciente. “Una buena educación sobre la dieta y el estilo de vida puede ser clave para aquellas personas que han sufrido cálculos en el pasado y desean evitar su reaparición”, finaliza Álvaro Román.