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Las terapias digitales, que incluyen aplicaciones y programas interactivos para prevenir, gestionar y tratar enfermedades, están revolucionando la atención médica. Pedro Luis Sánchez, director del Departamento de Estudios de Farmaindustria, destaca cómo la inteligencia artificial y la tecnología impulsan estas terapias, beneficiando a pacientes y al sistema sanitario en general. Este artículo explora su impacto a corto y largo plazo, así como la importancia de la generación de evidencia en vida real. Además, se discute el papel de la Administración Pública en su desarrollo y financiación.
En un contexto donde las aplicaciones digitales se han convertido en una parte integral de la vida cotidiana de las personas, el ámbito de la salud no ha quedado al margen de esta tendencia. En los últimos años, la irrupción de nuevas tecnologías ha ampliado las posibilidades para mejorar la salud a través de soluciones digitales.
Dentro de este marco, las terapias digitales emergen como un concepto que engloba aplicaciones y programas que interactúan con los pacientes con el objetivo de prevenir, gestionar o tratar enfermedades. Estas terapias permiten un seguimiento continuo entre las visitas al médico y generan datos que se incorporan a la historia clínica, contribuyendo a la generación de evidencia en vida real (RWD, por sus siglas en inglés de real world data).
El viernes pasado, Pedro Luis Sánchez, director del Departamento de Estudios de Farmaindustria, abordó este tema durante la jornada «Atención digital personalizada y el Espacio Europeo de Datos de Salud», un encuentro de expertos organizado en el marco de la Presidencia española del Consejo de la UE.
Según Sánchez, «la inteligencia artificial y la tecnología están impulsando las terapias digitales, que benefician no solo a los pacientes, sino al sistema sanitario y a la sociedad en su conjunto«. Durante el debate sobre «Dispositivos digitales y aplicaciones sanitarias», también participaron Barbara Höfgen, del Instituto Federal de Medicamentos y Productos Sanitarios de Alemania; Roger Lim, experto coordinador de políticas en Espacio Europeo de Datos Sanitarios de Países Bajos, y Andoni Lorenzo, presidente del Foro Español de Pacientes.
Los beneficios de estas aplicaciones son evidentes a corto plazo, ya que mejoran la adherencia terapéutica, ofrecen nuevas opciones para el diagnóstico y aumentan la efectividad de los tratamientos. Sin embargo, a medio plazo, su utilidad se extiende a aspectos tan importantes como la medicina personalizada, ya que las terapias digitales permiten la recopilación y análisis de datos que pueden identificar necesidades específicas de cada paciente.
Pedro Luis Sánchez señala que «los beneficiarios más directos de las terapias digitales son los pacientes, que pueden mejorar su experiencia y resultados en salud, gracias a la motivación de hábitos y al fomento de tratamientos a domicilio, entre otras opciones. Pero los beneficios del uso de estas aplicaciones también llegan a los profesionales sanitarios, que pueden acceder y dar seguimiento a los tratamientos y respuestas de los pacientes, lo que, en última instancia, reduce la carga asistencial al aumentar la prevención y disminuir las visitas a centros sanitarios».
El futuro y la extensión de estas terapias digitales estarán condicionados en gran medida por la inversión y el compromiso de la Administración Pública. Actualmente, Alemania lidera en Europa la incorporación de estas terapias, siendo el único país que contempla una vía específica de financiación pública. Además, Francia trabaja en un enfoque similar, y otros países como Bélgica, los países nórdicos y Países Bajos también han mostrado interés en este tipo de financiación.
Uno de los aspectos más destacados del uso de estas aplicaciones es su capacidad para generar evidencia en vida real, un tema que Pedro Luis Sánchez también abordó en el Congreso nacional sobre innovación mediante el uso de datos sanitarios, celebrado en Sevilla en septiembre.
Sánchez enfatiza que «los datos provenientes de ensayos clínicos cubren solo a una pequeña proporción de pacientes, y es crucial aprovechar al máximo los datos existentes». Destaca las oportunidades que brindan los datos en vida real para mejorar la comprensión de las enfermedades, el monitoreo de los tratamientos, la evaluación de nuevos medicamentos y la evidencia de los sistemas sanitarios.
En este contexto, Pedro Luis Sánchez también compartió la posición de España en este ámbito y las iniciativas que promueven el uso secundario de los datos, como el Data lake sanitario y el Espacio Europeo de Datos Sanitarios.