Aunque solemos “descubrir” la celulitis en esta época del año, lo cierto es que esta alteración ni aparece de un día para otro ni es exclusivo del verano. Diferenciarla del exceso de grasa y actuar a tiempo es esencial, porque los tratamientos en cabina y el uso de productos específicos anticelulíticos son la estrategia cosmética más potente y efectiva.
La celulitis se suele englobar en el apartado de “excesos corporales” en el que también se incluye la inflamación, las retenciones de todo tipo y/o un extra de volumen. Pero para llevar a cabo una estrategia anticelulítica efectiva, es muy importante tener muy claro qué es celulitis y qué no lo es. Miren García-Chazarra, co-fundadora de Glo (firma especializada en el tratamiento de la celulitis) arroja luz en este sentido y nos explica las principales señas de identidad que nos ayudan a reconocer la celulitis y diferenciarla de la grasa localizada.
Celulitis: piel “acolchada” y mala circulación
- Según explica García-Chazarra, la celulitis es un proceso inflamatorio que afecta al tejido celular subcutáneo, en el que están implicados el tejido graso, la acumulación de toxinas y la mala microcirculación, formando nódulos compuestos por grasa, agua y toxinas. A diferencia de la celulitis, en la grasa localizada la superficie de la piel puede ser lisa, aunque existe un aumento de volumen en la zona afectada (el volumen es la pista).
- “Contrariamente a lo que se cree, la celulitis no está directamente relacionada con el sobrepeso y, de hecho, también afecta a las mujeres delgadas”, comenta Miren García-Chazarra. Afecta principalmente a los glúteos y las piernas, aunque también puede aparecer en otras zonas, como los brazos o la espalda.
La grasa localizada “es tejido graso, pero no siempre está relacionada con el sobrepeso”, alterando el contorno corporal. Es más visible en cartucheras, abdomen, rodillas o muslos.
- Aunque las causas que producen la celulitis son diversas, entre las más comunes se encuentran las hormonas (pubertad, menopausia, embarazos…), la retención de líquidos, una mala circulación, la genética, un estilo de vida sedentario y la alimentación.
- “La hipertrofia (alteración) de los adipocitos y la acumulación de toxinas que caracterizan a la celulitis provocan a su vez que haya una mala microcirculación, llegando poco oxígeno y nutrientes al tejido conectivo. Por eso, ese tejido pierde elasticidad y se va volviendo rígido”.
- Resultado de este proceso es la apariencia de “piel de naranja” que la caracteriza (acolchado y formando una superficie irregular), muy distinto al aspecto de la grasa localizada.
Cómo mejora
“La celulitis puede ser dura o blanda. Edematosa, fibrosa, adiposa o acuosa. E, independientemente del tema estético, esta afección puede ser dolorosa si se presenta en un grado avanzado” explican los expertos de Somatoline Cosmetic. La celulitis dura o compacta (la más común en mujeres jóvenes) y la edematosa (asociada al exceso de peso, la circulación y la retención de líquidos) se diferencian del resto porque a veces tienen un color amoratado, al presionar la piel queda marca y suelen notarse a simple vista. “Suelen ser dolorosas porque afectan al retorno venoso y linfático, haciendo que las piernas se hinchen e incluso pudiendo llegar a comprimir algunas terminaciones nerviosas”, aclaran.
Según explican estos expertos, para mejorarla es necesario huir de la vida sedentaria, beber mucha agua, seguir una dieta equilibrada y, por último, realizar masajes en la zona utilizando cosmética específica que alivie y suavice la región afectada, active la microcirculación sanguínea y evite la retención de líquidos. Entre los ejercicios más idóneos, desde Somatoline Cosmetic priorizan las sentadillas o subir y bajar escaleras como unas de las mejores opciones; el running, que favorece el consumo de tejido adiposo y tonifica las piernas; el yoga o el pilates, con las que se pueden trabajar zonas muy concretas y que ayudan a mejorar la postura y la flexibilidad, combinados con ejercicios de cardio; los entrenamientos intensivos que mejoran la resistencia y la capacidad cardiovascular, trabajando cardio y fuerza, (HIIT) combinación ideal contra la celulitis; ejercicios de fuerza que ayudan a tonificar el músculo y aumentan la circulación de la zona glúteo-abdomen-pierna, donde más celulitis concentramos (GAP); spinning: entrenamiento que activa la circulación, endurece las piernas y previene el desarrollo de adipocitos; natación, un ejercicio completo que trabaja todo el cuerpo y en el que el agua actúa como un masaje con efecto drenante. Por el contrario, el tenis o el baloncesto son ejercicios de impacto que dificultan el retorno venoso, lo que es perjudicial para la celulitis y para la pesadez de las piernas.
9 HÁBITOS SALUDABLES
*Por la Clínica Mira+Cueto
- Disminuir ingesta de grasas saturadas (margarina, manteca, productos de pastelería y bollería industrial, carne de vaca, cordero, cerdo, patatas fritas, etc.) e hidratos de carbono sobre todo de absorción rápida (pasteles, dulces, azúcares, etc.), ya que aumentan los niveles de azúcar en sangre muy rápido y no generan saciedad. La excesiva ingesta de grasas y carbohidratos producen un aumento del contenido de masa grasa corporal total, y más concretamente en la zona glúteo-femoral. Entre las grasas más recomendables está el aceite de oliva virgen extra, que mejora la circulación sanguínea.
- Es importante incluir una cantidad suficiente de proteínas (carnes magras, pescados, huevos, legumbres, frutos secos, etc.) para favorecer la masa muscular. De esta manera, la celulitis será menos evidente. Las proteínas vegetales de mayor valor proteico son las legumbres y la soja.
- Disminuir ingesta de sal por retención de líquidos. Evitar quesos curados, salazones, alimentos en conserva y deshidratados.
- No abusar de la pimienta y otras especias fuertes, ya que irritan el estómago y contribuyen a la acumulación de toxinas.
- Aumentar la ingesta de fibra para combatir el estreñimiento. Se encuentra sobre todo en los cereales integrales y en los vegetales de hoja verde.
- Agregar frutas y verduras diuréticas a la dieta y ricas en fibra, vitaminas y minerales (alcachofas, espárragos, cebolla, tomate, puerros, fresas, kiwis, melón, piña y papaya). La cebolla, el tomate y el puerro, perfectos en caso de celulitis, pues mejoran la circulación sanguínea y facilitan la eliminación de sustancias de desechos. Los alimentos como la patata el ajo o los copos de avena mejora la circulación sanguínea.
- Beber por lo menos 2 litros de agua al día, que ayuda a la eliminación de toxinas.
- Evitar bebidas carbonatadas, sobre todo si contienen cafeína (puede aumentar el estrés y los niveles de cortisol con el consiguiente aumento de la grasa y empeoramiento de la celulitis). Además de contener ingredientes químicos que carecen de nutrientes, contribuyen a hinchar el cuerpo y añadir más toxinas acentuando más la celulitis.
Tratamientos en cabina
Existen programas que abordan la celulitis desde su causa fundamental, mejorando la función del sistema linfático y eliminando las sustancias acumuladas en el tejido graso y trabajando en la reducción del tejido adiposo y en la mejora de la firmeza y el contorno de la piel. Es lo que hace el programa Celulitis Zero Origen que aplica la experta en estética Marta García, indicado para mujeres que presenten celulitis en cualquiera de sus grados. El programa se compone de dos bloques de tratamiento: 10 sesiones de Lymphocell, cuya acción se centra en estimular y recuperar la función del sistema linfático, facilitando la eliminación de las sustancias acumuladas en el tejido graso; y 10 sesiones que combinan tres modalidades terapéuticas: ondas de choque radiales que estimulan la circulación sanguínea y favorecen la movilización del tejido, lo que contribuye a la reducción de la grasa localizada; ondas vibratorias, que proporcionan un efecto masajeador profundo que ayuda a romper los depósitos de grasa y mejora la elasticidad de la piel; y radiofrecuencia Zionic: radiofrecuencia y masaje rotacional profundo que estimula el metabolismo y el drenaje, la producción de colágeno y reafirma la piel, lo que es crucial para combatir la flacidez asociada a la celulitis.

