Al igual que la piel envejece al estar expuesta al sol sin protección, lo mismo sucede con nuestros ojos. La sobreexposición prolongada al sol a lo largo de nuestra vida incrementa el riesgo de desarrollar cataratas, DMAE y otros problemas en la retina. Y dado que la esperanza de vida cada vez es mayor, necesitamos cuidar mejor el ojo para que nos acompañe durante todo el camino.  Por ello, la asociación de utilidad pública Visión y Vida ha publicado un decálogo de consejos y técnicas para dar a conocer una serie de cuidados preventivos:

1.      ¡No sin mis gafas! – La protección de los ojos frente a los rayos UV es una necesidad.
Igual que protegemos la piel del sol, es imprescindible proteger el ojo ante la radiación UV. Recordemos que es un órgano muy delicado y que la radiación solar es acumulativa y sus efectos nocivos se van sumando.

2.      Manguitos, crema, gorro… ¡y gafas de sol! – Es fundamental proteger los ojos de los niños ante la radiación UV.
No solo de castillos vive un niño… Cuando preparemos la bolsa de la playa de los más pequeños, no olvidemos sus gafas de sol. Sus ojos, con un cristalino muy transparente, tienen mayor transparencia y antes de los 18 años ya han recibido el 80% de la radiación que recibirán en toda su vida.

3.      ¿Qué está nublado? No te fíes – El sol atraviesa las nubes de verano, es necesaria la protección en los días nublados y con niebla.
¿Cuántas veces hemos pensado que en un día nublado no nos quemaríamos y ha pasado todo lo contrario? Los rayos solares atraviesan la neblina y por supuesto, nuestro ojo, por lo que en nuestras actividades al aire libre en las horas de mayor incidencia solar siempre deberíamos ir protegidos.

4.      ¿Miope, hipermétrope, astígmata, présbita? No importa, protección para todos – Escoge tu filtro solar y el tipo de equipamiento en función de tus necesidades y la actividad a realizar.
No hay excusa para no usar gafas de sol, ya que existen muchas y muy variadas soluciones para cualquier persona: gafas de sol graduadas, lentes de contacto, gafas de sol deportivas, gafas de montaña o para conducir… Se acabaron las excusas para no proteger los ojos del sol. Acude al óptico-optometrista más cercano y pídele consejo. Sabrá cómo ayudarte.

5.      No seas tacaño, no escatimes en salud visual – Verifica la calidad del filtro UV, adquiere tus gafas de sol en tu óptica.
Si tu intención es llevar unas gafas no homologadas, es mejor que no lleves nada. El uso de lentes oscuras genera la apertura de nuestra pupila, por lo que si el cristal no protege ante los rayos ultravioleta, nuestro ojo permitirá la entrada de una mayor cantidad de radiación.

6.      ¿En la montaña en bañador y en la playa con guantes? – Conoce los cinco filtros existentes y elige cuál utilizar en cada ocasión para proteger tus ojos.
Al igual que preparamos nuestra maleta acorde con el destino al que vayamos, debemos adaptar nuestro equipamiento óptico a las actividades que vamos a realizar. Existen 5 filtros solares, desde el 0, para urbanitas en días de otoño, hasta el 4, para nieve y montaña, pero peligrosas para conducir. ¡No te lo pienses y arréglate para la ocasión, tus ojos lo agradecerán!

7.      Al volante, tu vista es tu vida – Las gafas de sol son imprescindibles para una conducción segura y evitar deslumbramientos.
Si es importante protegernos de las radiaciones solares, más aún lo es cuando nos enfrentamos a la carretera; acorde a un estudio del RACE, uno de cada cuatro conductores ha vivido alguna situación peligrosa de alto riesgo por deslumbramiento. Además, las gafas de sol polarizadas permiten reducir la distancia de frenada en hasta 7 metros.

8.      ¿Usuario de lentes de contacto? ¡Combínalo con una buena gafa! – El filtro UV de las lentillas debe reforzarse con una gafa de sol para conseguir una protección total.
A pesar de que muchas lentes de contacto cuentan con protección ante los rayos ultravioleta, es imprescindible que utilice también gafas de sol, ya que el bloqueo de UVA y UVB es completo, no solo en la zona del ojo que cubre la lentilla. ¿Conoces mejor excusa para ir a la moda?

9.      Come bien y ¡larga vida a nuestros ojos! – Una buena alimentación mejora el estado de nuestra salud ocular.
Al igual que ocurre con nuestra piel, una alimentación sana y equilibrada ayuda a mantener sano nuestro ojo. La vitamina E –que se encuentra en frutos secos o frutos rojos- o la vitamina A – frutas, verduras, hortalizas – ayudan a proteger al ojo, fortalecerlo y evitar el desarrollo prematuro de enfermedades como las cataratas.

10.  Dos ojos, para toda la vida – El incremento de las necesidades visuales y el aumento de la esperanza de vida requiere un cuidado preventivo de la salud visual.




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María José Merino

María José Merino

Sevillana de adopción y Granadina de nacimiento y de corazón, donde no dudo en escaparme cada vez que puedo. Licenciada en periodismo por la Universidad de Navarra, trabajé durante la carrera en los...