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Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de fumadores es de un 30,3% (33% en hombres y 27,8% en mujeres). Estos datos empeoran si se analizan los datos de los jóvenes entre 14 y 18 años, donde el consumo del tabaco sube a un 32,4% siendo las chicas las que más fuman, un 36,4% frente al 28,1% de los chicos.
“La pérdida de poder adquisitivo entre la ciudadanía durante la crisis económica conllevó beneficios colaterales para la salud respiratoria por la reducción del consumo de tabaco y la contaminación procedente de fábricas y coches”, opina el doctor Joan B. Soriano, epidemiólogo y asesor científico de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). “Si bien en los años precedentes a la crisis, del 2004 al 2007, la caída del consumo ya había sufrido un descenso del 7%, entre los años 2008 y 2011 la reducción fue del 34%. Es probable que en este descenso influyera también la Ley Antitabaco de 2006 que restringía el consumo en espacios públicos. Aun así el consumo de tabaco en España sigue siendo muy elevado”.
Uno de los factores de tan alto consumo de tabaco se encuentra en el bajo precio de un paquete de cigarrillos, en torno a un tercio de lo que cuesta en países como el Reino Unido. Y el tabaco de liar es todavía más económico. Según expertos de la ONU consultados por la revista The Lancet en su artículo “Efectos económicos y perspectivas a largo plazo para la salud respiratoria en España”, publicado en abril, aumentar el precio de los impuestos el tabaco o hacer más grandes las imágenes de advertencia en los paquetes ayudarían a hacer descender su consumo.
Pero si las condiciones no cambian, el doctor Soriano ve muy difícil reducir la prevalencia de fumadores hasta menos del 5%, objetivo de la OMS para 2050: “Creo que la epidemia del tabaco durará al menos otra generación. Es algo en lo que tenemos que trabajar con persistencia”. Las perspectivas a largo plazo para la salud respiratoria en España dependerán, sentencia el artículo, del control del tabaquismo y de la recuperación económica.
Tuberculosis: otro caballo de batalla
En cuanto a la situación de la tuberculosis en España, la reducción de casos de esta enfermedad se considera un éxito. Si bien la infección por tuberculosis y los casos declarados eran históricamente altos, una combinación del excelente tratamiento por parte del sistema de salud público y una mayor notificación y seguimiento de los casos han hecho reducir mucho su incidencia. Sin embargo, los 12 casos por cada 100.000
habitantes en España siguen siendo altos comparados con los 10 del Reino Unido o los 8 de Francia y Alemania. Además “sigue existiendo un problema de infradiagnóstico que podría elevar la incidencia de casos por cada 100.000 habitantes a 15”, apunta el doctor José María García García, Director del Programa de Investigación de Tuberculosis de la SEPAR “o hasta los 16 que registra el exhaustivo programa de tuberculosis del sistema sanitario catalán”.
El doctor García opina que España debería establecer un programa central para supervisar los esfuerzos en el control de la enfermedad. “Necesitamos implementar un plan nacional para la prevención y el control de la tuberculosis, con un presupuesto y medidas concretas para eliminar la tuberculosis siguiendo las recomendaciones de la OMS” puntualiza García.
Actualmente España se reconoce a nivel internacional por su aportación al conocimiento de enfermedades como la tuberculosis, la apnea del sueño, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las bronquiectasias o el asma. “Para mantener alto el nivel en el campo académico en el futuro será de vital importancia cuidar a los jóvenes doctores y darles oportunidades para practicar e investigar,” dice el doctor Soriano “solo así evitaremos que engan que ir a practicar medicina e investigar en Alemania, Reino Unido o cualquier otro país”.