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Coincidiendo con el Día de San Valentín, el Día Europeo de la Salud Sexual pretende sensibilizar a la población europea de la importancia de informarse y de cuidar las prácticas sexuales para alcanzar una sexualidad plena y beneficiosa. De este modo, existen muchas enfermedades de transmisión sexual, que son asintomáticas de las que muchas veces no hay constancia, y hay que conocer. Por ello, explican desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) protegerse, conocer las prácticas sexuales de riesgo, saber lo que se está haciendo en cada momento y concienciar a los hijos, se convierte en algo fundamental. Entre las infecciones de transmisión sexual, la más frecuente es la infección por el virus del papiloma humano, seguida de otras como son el herpes genital, gonorrea, la infección por Chlamydia, la Sífilis o el VIH. Un diagnóstico precoz, consejo preventivo individualizado, diagnóstico y tratamiento de otras infecciones de transmisión sexual, son esenciales.
Según la doctora Teresa Puerta, Coordinadora Grupo Español de ETS/SIDA AEDV: “a lo largo de la vida se estima que más del 80% de las personas sexualmente activas resultarán infectadas por el VPH”. Con lo que “la infección por el virus del papiloma humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes”. Y es que la experta asegura que se conocen aproximadamente unos 200 tipos de VPH, de los que alrededor de 40 son de transmisión sexual, pudiendo detectarse en región anogenital, cavidad oral y orofaringe. Entre estos distinguimos los tipos de “bajo riesgo” y los de “alto riesgo”, en función de su capacidad oncogénica. Puerta matiza que “es muy importante saber distinguir entre la infección (detección del VPH positiva) y la enfermedad, es decir, los síntomas y signos que se manifiestan en las personas infectadas. Solo una pequeña proporción de las personas infectadas desarrollan enfermedad, (verrugas ano genitales, displasia o cáncer genital o anal)”.
De este modo, Silvia de Sanjosé, Jefa del Programa de Investigación en Epidemiología del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología, especifica que la infección por VPHs de bajo riesgo está implicada causalmente en las verrugas anogenitales, una patología benigna pero muy frecuente, de la que se estima que en España se producen cada año 118 nuevos casos por 100.000 habitantes. Con respecto a los tipos de “alto riesgo”, la infección persistente o detección positiva durante años, en un pequeño porcentaje pueden derivar en cáncer de cuello uterino, de otras localizaciones genitales, ano o de cabeza y cuello.
“Por ello, es un problema de salud pública, ya que en España se producen anualmente alrededor de 2.500 casos de cáncer de cuello uterino, siendo el segundo tumor más frecuente entre las mujeres de 15 a 44 años”, matiza Sanjosé. Además, la especialista incide en que cada año se diagnostican aproximadamente 528.000 casos de cáncer de cuello uterino en el mundo. Además, cada año surgen en el mundo 78.000 casos de cáncer de otras relacionados con el VPH. No obstante, Puerta matiza que “la prevención primaria, es decir, la vacunación frente a los tipos más frecuentes de VPH, ha demostrado ser segura y eficaz”.
Sanjosé explica, que desde hace años, se dispone de dos vacunas preventivas, la vacuna bivalente y la tetravalente, que protegen frente a los tipos 16 y 18, responsables del 70% de los casos de cáncer de cuello uterino en el mundo y de más del 60% de otros cánceres relacionados con el VPH. La vacuna tetravalente protege además frente a los tipos 6 y 11, responsables del 90% de las verrugas genitales. Recientemente se ha aprobado una nueva vacuna nonavalente que protege frente al 90% de tipos de VPH que pueden causar cáncer de cuello uterino, además de proteger frente a una fracción importante de tumores de vulva, vagina, ano y laringe, y también frente a las verrugas genitales. Se trata de un pronóstico positivo: tras la introducción de los programas de vacunación sistemática frente al VPH, en varios países ya se ha evidenciado una disminución en la prevalencia de infecciones por los VPH incluidos en la vacuna, en la incidencia de verrugas genitales y en la incidencia de lesiones precancerosas.