Por más que todos tengamos claro que para disfrutar del sol hay que protegerse adecuadamente, los datos revelan que aún hay muchas cosas que seguimos haciendo mal a la hora de broncearnos. Aquí todas las claves para lucir un moreno con todas las garantías.
Buenas noticias. Según los datos del último Observatorio Heliocare by Cantabria Labs, (que este año ha ampliado su campo de estudio a Italia y Portugal), a nivel global, un 92% de los encuestados utiliza protección solar, siendo España el país de Europa donde se utiliza la protección solar más alta (un 65% de la población española usa un SPF 50+). Pero estos datos, que indican que “progresamos adecuadamente” en el ámbito de la fotoprotección, no deben hacer que nos relajemos en nuestra rutina solar, especialmente cuando estamos en “modo vacaciones”, ya que el objetivo sigue siendo que el 100% de la población utilice protección solar”, además de reforzar otras prácticas como la reaplicación del producto, la combinación de los solares con fotoprotección oral o el uso de gafas y ropa adecuada, entre otros.
Asignaturas pendientes…
Desde el punto de vista concreto de la prevención del cáncer de piel, el estudio de Heliocare refleja que la regla ABCDE de los lunares es aún poco conocida: “A pesar de que se trata de una regla básica y sencilla para recordar los cinco aspectos que hay que observar en los lunares y otras manchas de la piel (asimetría, bordes, color, diámetro y evolución), una amplia mayoría de la población del sur de Europa (el 74%) y de la española (el 78%) aún desconoce este método de autoevaluación, que es una herramienta clave para detectar signos tempranos de melanoma”.
… Y errores “reincidentes”
Otros elementos más “prácticos” que reducen la capacidad protectora de los productos solares y a los que Begoña Gómez, experta en tratamiento de Yves Rocher, se refiere como “los seis pecados capitales de la fotoprotección” son:
- Usar el mismo producto para cara y cuerpo. La experta explica que ambos tienen peculiaridades que los convierten en productos distintos: “Los protectores solares faciales están enriquecidos con activos específicos para prevenir la aparición de manchas o frenar el fotoenvejecimiento. Asimismo, sus fórmulas se adaptan a cada tipo de piel (grasa, seca, sensible…). Los corporales, por su parte, suelen resistir mejor la fricción y se presentan en formatos que facilitan la aplicación en cualquier zona”.
- Quedarse cortos de cantidad. Según recuerda Begoña Gómez, para que el fotoprotector sea efectivo hay que aplicar dos ml de producto por cada cm 2 de piel. “Hay que multiplicar la superficie cutánea y las veces al día que se debería reaplicar el producto y así calcular la cantidad a utilizar. El resultado de este cálculo refleja la mayoría de las veces que un envase no debería durar todo el verano”.
- Tarde y mal. Otro error muy frecuente es aplicar el producto una vez en la playa, justo antes o después de poner la toalla sobre la arena. “Lo ideal es extender el fotoprotector en casa, antes de salir hacia la playa, ya que los filtros químicos necesitan ese plazo de tiempo (aproximadamente 15 minutos) para penetrar en la piel y comenzar a actuar”.
- Waterproof si… pero con precaución. Begoña Gómez aconseja no “fiarse al 100%” de los productos waterproof y explica el porqué de esta advertencia: “La leyenda waterproof sólo hace referencia al tiempo que el fotoprotector es eficaz aun estando dentro del agua, pero a ello hay que añadir la acción de otros factores como las olas o el roce de la arena. Por eso, siempre hay que reaplicar el protector solar al salir del agua”.
- Una vez no basta. En línea con lo anterior, la experta recuerda que si se pretende pasar mucho tiempo bajo el sol hay que reaplicar el producto al menos cada dos horas, aunque no nos bañemos ni nos duchemos.
- ¿Piel mojada o seca? Otra práctica habitual: extender el producto sobre la piel mojada. “Hay que esperar a que la piel esté completamente seca antes de volver a extender el producto sobre ella ya que, de otro modo, es imposible que los activos penetren en la piel y sean efectivos”, dice Begoña Gómez.
Antes de comprar, asegúrate
La doctora Cristina Corredera, especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica de IMR, es rotunda respecto a la “fórmula” más efectiva para fotoprotegerse: “el protector solar es clave para prevenir las quemaduras solares, reducir el riesgo de cáncer de piel y prevenir los primeros signos de envejecimiento cutáneo”, comenta la especialista, quien enumera cuáles son las condiciones que debe cumplir un producto con filtro UV para cumplir este “cometido”. Así, cuando vayas a comprar un fotoprotector ten en cuenta estos aspectos:
Que sea de amplio espectro: Debe proteger la piel de los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB), ambos causantes del cáncer.
Con SPF 30 o superior: La Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recomienda utilizar un factor de protección solar mínimo de 30 y preferiblemente de 50. “Un protector solar con SPF +50 proporciona alrededor del 98% de protección de los rayos UVB, mientras que un SPF +30 ofrece aproximadamente el 96,7%. “Aunque en la mayoría de los casos, un SPF +30 brinda una protección adecuada si se aplica correctamente, el SPF +50 es la opción más segura para prevenir el daño solar en todas las pieles. En este sentido, es crucial entender que cuanto mayor sea el número del SPF, mayor será la protección solar y la resistencia frente a los rayos UV”, añade Cristina Corredera.
Resistente o muy resistente al agua: Los productos que tienen estas características mejoran la protección solar con la piel mojada de agua o sudor.
Cantidad recomendada: “Para la piel del rostro, la cantidad adecuada son dos líneas extendidas en dos dedos. En el cuerpo, sería la equivalente a dos cucharadas para toda la piel que se vaya a exponer al sol, incluidos los pies, las manos, las orejas y la cabeza”.
Otras formas de protección: Como señala la experta, la protección solar por sí sola no siempre es garantía de una fotoprotección completa, así que siempre que sea posible hay que buscar la sombra, utilizar ropa como barrera física y evitar la exposición en las horas centrales del día. “Lo ideal es combinar las medidas físicas, como el uso de gorros, camisetas o sombrillas; las medidas tópicas –fotoprotección solar– y los fotoprotectores orales”, añade la Dra. Corredera.
Primeras horas bajo el sol: manual exprés para no quemarse
“Al tomar el sol nos exponemos a la radiación ultravioleta (UV) que puede producir daño en nuestro ADN y la liberación de radicales libres de oxígeno. Para defenderse, la piel activa un mecanismo de defensa frente a esta radiación, produciéndose el bronceado. Asimismo, hay que tener en cuenta que la piel tiene memoria, y va a ir acumulando de forma progresiva toda esa radiación, dando lugar así a un daño celular que puede salir a la superficie años después en forma de manchas cutáneas”, comenta Sebastián Podlipnik, dermatólogo especialista en cáncer de piel del Hospital Clinic de Barcelona y colaborador de Naturadika. Teniendo en cuenta este proceso que se desencadena en la piel al contacto con el sol, hay una serie de pautas básicas que, sí o sí, hay que adoptar, especialmente durante los primeros días de exposición solar:
- Imprescindible, protección en todos los frentes. “La regla principal para la preparación y la exposición al sol desde el primer día es utilizar un protector solar de amplio espectro todos los días y, a ser posible, combinarlo con un protector solar oral”, dice el doctor Podlipnik.
- Exfoliación en los días previos. Los expertos de Naturadika recuerdan que la exfoliación previa a la exposición solar (unos días antes) permite que la piel se desprenda de las células muertas que se acumulan en su superficie, favoreciendo así un bronceado uniforme. Debe hacerse con un producto suave y, sobre todo, no olvidar nunca aplicar después un protector solar, ya que, tras la exfoliación, la superficie cutánea puede estar más vulnerable a los rayos UV.
- Hidratación “a demanda”. Aunque la crema hidratante no protege de la misma forma que lo hacen los productos solares, sí puede, en cierto modo, ayudar a limitar los “estragos” de la radiación. Como indican los expertos, cuanto más se expone la piel al sol, más se reseca y, al secarse, se vuelve más vulnerable a los rayos UV. Por eso, nutrirla con una buena crema hidratante ayuda a reconstruir su capa protectora.
- Muy importante: la exposición progresiva. Por muchas ganas que tengamos de lucir bronce, hay que tener en cuenta que la mejor forma de preparar adecuadamente la piel para el sol es realizar numerosas exposiciones breves (siempre, con protección solar). Desde Naturadika nos recuerdan que “la primera exposición sólo debe durar unos minutos, ya que de lo contrario se corre el riesgo de sufrir una quemadura solar grave”.
- La dieta también cuenta. Desde el punto de vista de la fotoprotección, la opción ganadora es seguir durante el verano una dieta rica en carotenos y vitamina E, nutrientes que gracias a sus propiedades antioxidantes, pueden tener una acción positiva en la protección cutánea frente a la radiación UV. Las mejores fuentes de carotenoides son las zanahorias, la calabaza, los boniatos y las espinacas. “Además, los alimentos ricos en carotenoides también aportan un tono anaranjado a la piel, potenciando su brillo natural”, apuntan los expertos.
Fotoprotectores con color: ¿una buena opción?
Resultan muy útiles durante los primeros días de vacaciones para “disimular” la transición entre el blanco invernal y el bronceado. Sin embargo, es una opción que no convence a muchos expertos, entre ellos Ana Santamarina, experta en dermocosmética y formulación: “El problema con los fotoprotectores solares con color es que, al aplicarlos en la cantidad adecuada (2 ml de producto por cm2 de piel) es difícil lograr un acabado natural y favorecedor. Si usamos menos cantidad para evitar el efecto máscara, estaríamos comprometiendo la protección solar, reduciendo su eficacia”, dice la experta.
Otra dificultad que presentan estos productos es la dificultad para dar con el tono, ya que mientras el maquillaje “convencional” se elige según el tono y subtono de la piel (que puede ser cálido, neutro o frío), la mayoría de los protectores solares con color ofrecen pocas posibilidades (generalmente dos o tres) en este sentido: “Como resultado, muchas personas lucen un tono demasiado oscuro, demasiado claro o un subtono que no les favorece”.
En cuanto a las pieles con manchas (que son las que más se beneficiarían de estos productos), Ana Santamarina comenta que “es cierto que algunos expertos recomiendan los fotoprotectores con color para las pieles con hiperpigmentación, ya que los óxidos de hierro presentes en estos productos pueden absorber cierta cantidad de radiación ultravioleta, proporcionando una protección adicional frente a la luz visible”.
“Sin embargo (añade la experta) mi opinión es que la mejor opción para este tipo de pieles es aplicar un SPF 50+ en cantidad adecuada y, una vez absorbido el producto, utilizar un maquillaje con el tono y subtonos correctos. De esta forma, no se sacrifica ni la protección ni el acabado estético”.
-Productos:
1-Sun Flash, de Germinal. Protector solar SPF 50 con doble efecto flash (para un efecto “buena cara” en la playa) y pro-vitamina D.
2-Heliocare 360º Advanced Gel SPF 50, de Cantabria Labs. Producto corporal para toda la familia que combina filtros solares, vitamina E y una tecnología (aspa-fernblock) que previene y repara el daño solar.
3-Ultra Fluid Invisible SPF 50, de Avéne. Con textura siete veces más fluida que otros productos (se absorbe en un segundo), ofrece protección diaria de amplio espectro frente al envejecimiento.
4-Fusion Water Magic Repair, de Isdin. Incorpora con activos innovadores que además de proteger frente a la radiación solar, reparan el daño en el ADN y fortalecen la estructura de la piel.
5-Sun Oil Control SPF 50 +, de Eucerin. Formulado específicamente para ofrecer protección solar de amplio espectro y controlar la producción de sebo (ideal para las pieles grasas).
6-Crema Solar SPF 50 Sports, de Armonia. Sin nanopartículas y con textura ultraligera, acabado transparente y rápida absorción, ofrece una cómoda protección especialmente al hacer deporte al aire libre.
Resultan muy útiles durante los primeros días de vacaciones para “disimular” la transición entre el blanco invernal y el bronceado. Sin embargo, es una opción que no convence a muchos expertos, entre ellos Ana Santamarina, experta en dermocosmética y formulación: “El problema con los fotoprotectores solares con color es que, al aplicarlos en la cantidad adecuada (2 ml de producto por cm2 de piel) es difícil lograr un acabado natural y favorecedor. Si usamos menos cantidad para evitar el efecto máscara, estaríamos comprometiendo la protección solar, reduciendo su eficacia”, dice la experta.
Otra dificultad que presentan estos productos es la dificultad para dar con el tono, ya que mientras el maquillaje “convencional” se elige según el tono y subtono de la piel (que puede ser cálido, neutro o frío), la mayoría de los protectores solares con color ofrecen pocas posibilidades (generalmente dos o tres) en este sentido: “Como resultado, muchas personas lucen un tono demasiado oscuro, demasiado claro o un subtono que no les favorece”.
En cuanto a las pieles con manchas (que son las que más se beneficiarían de estos productos), Ana Santamarina comenta que “es cierto que algunos expertos recomiendan los fotoprotectores con color para las pieles con hiperpigmentación, ya que los óxidos de hierro presentes en estos productos pueden absorber cierta cantidad de radiación ultravioleta, proporcionando una protección adicional frente a la luz visible”.
“Sin embargo (añade la experta) mi opinión es que la mejor opción para este tipo de pieles es aplicar un SPF 50+ en cantidad adecuada y, una vez absorbido el producto, utilizar un maquillaje con el tono y subtonos correctos. De esta forma, no se sacrifica ni la protección ni el acabado estético”.
-Productos:
1-Sun Flash, de Germinal. Protector solar SPF 50 con doble efecto flash (para un efecto “buena cara” en la playa) y pro-vitamina D.
2-Heliocare 360º Advanced Gel SPF 50, de Cantabria Labs. Producto corporal para toda la familia que combina filtros solares, vitamina E y una tecnología (aspa-fernblock) que previene y repara el daño solar.
3-Ultra Fluid Invisible SPF 50, de Avéne. Con textura siete veces más fluida que otros productos (se absorbe en un segundo), ofrece protección diaria de amplio espectro frente al envejecimiento.
4-Fusion Water Magic Repair, de Isdin. Incorpora con activos innovadores que además de proteger frente a la radiación solar, reparan el daño en el ADN y fortalecen la estructura de la piel.
6-Crema Solar SPF 50 Sports, de Armonia. Sin nanopartículas y con textura ultraligera, acabado transparente y rápida absorción, ofrece una cómoda protección especialmente al hacer deporte al aire libre.

