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El Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) y la Fundación Española de Periodoncia (SEPA) se alían para luchar contra las enfermedades periodontales y su impacto negativo sobre la salud general, reforzando el importante papel que pueden desempeñar los dentistas en este objetivo.
Existe una evidencia científica muy clara sobre la relación que existe entre la periodontitis y la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y algunos trastornos que se producen en el embarazo. Estas asociaciones se han establecido en múltiples estudios observacionales y se han confirmado en varias revisiones sistemáticas. Además, han sido ratificadas y aceptadas por las sociedades médicas de cada especialidad, de manera que “los endocrinólogos, los cardiólogos o los ginecólogos empiezan a ser conscientes de la conveniencia de recomendar a los pacientes que cuiden y revisen sus encías periódicamente como parte del manejo integral de estas personas”, señala el Dr. Adrián Guerrero, que también recuerda “la existencia de evidencias preliminares sobre la vinculación de la enfermedad periodontal con patologías como las respiratorias o las digestivas, entre otras”
El origen de todas estas correlaciones se basa, fundamentalmente, en la gran cantidad de bacterias que invaden la encía cuando se produce una periodontitis, y que entran al torrente sanguíneo, dando lugar a otros problemas en otras partes del organismo. Por lo tanto, sintetiza el presidente de SEPA, “la salud bucal es un elemento clave más a tener en cuenta para promover la salud general y la prevención de algunas enfermedades crónicas no transmisibles”.
Las encías sanas están perfectamente selladas alrededor de los dientes, de tal manera que aíslan las estructuras internas (las raíces y el hueso que las sujeta) del exterior. Cuando las encías enferman por la acumulación de placa bacteriana, éstas se inflaman y pierden parte de su sellado alrededor de los dientes. Es entonces cuando permiten que las bacterias penetren hacia el interior y entren en contacto con el organismo. La presencia de bacterias por debajo de la encía induce una bacteriemia significativa cuando masticamos o cuando nos lavamos los dientes, lo que puede repercutir negativamente en otras partes del organismo.
En este sentido, “la patología periodontal no debe contemplarse solo como una alteración de las encías, sino como un proceso inflamatorio con implicaciones sistémicas en todo el cuerpo”, destaca el Dr. Antonio Montero Martinez, presidente del COEM. Partiendo de esta base, afirma, “fomentar la salud periodontal implica mejorar otras muchas áreas de la salud”.