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En el momento en que cuerpo y mente se enfrentan a una situación de presión, de estrés, el impulso de dejar de sentir esa emoción con un sustituto crece exponencialmente. En la mayoría de los casos, el falso remedio a las frustraciones emocionales se transforma en comida, en asaltos a la nevera, explica la nutricionista y farmacéutica Mercedes Piñeiro. Comer sin control, relajarse y, al final, sentirse mal por el atracón: esos son los pasos de un círculo vicioso que puede llevar a una mala relación con el acto de comer.
Según el INE, casi un 53% de la población de más de 18 años se encuentra por encima de su peso recomendado. Recurrir a la comida como remedio para todo ya se hace de forma prácticamente inconsciente en una sociedad que siempre tiene prisa. La Alimentación Consciente tiene el fin de enseñar a construir una relación saludable con los alimentos diferenciando entre el hambre física y el hambre emocional. La primera responde a las necesidades fisiológicas del cuerpo, al “comer para vivir”, y la segunda a las exigencias emocionales, es decir, al “vivir para comer”, lo cual no es nada saludable, explica esta experta. Para aprender a reconocer ambas, debe alcanzarse una previa conciencia de lo que son nuestros pensamientos, emociones y sensaciones físicas y así, siendo conscientes de toda esa información, poder tomar nuestra elección de lo que realmente queremos y necesitamos.
Para orientar a aquellos interesados en el mindful eating, Mercedes Piñeiro ofrecerá una sesión informativa gratuita el día 12 de septiembre a las 19 horas en la sede madrileña de la Universidad de la Felicidad (C/Orense, 20, Planta 1ª, Nº 10). Durante este curso de alimentación consciente, el alumno aprenderá a identificar las 9 hambres, restablecer una relación saludable con la comida, re-conectar con los sentidos y el cuerpo, entender la diferencia entre estar lleno y estar satisfecho y la diferencia entre hambre física y hambre emocional. Y todo esto desde un lado amable, sin juicios, sin críticas hacia uno mismo. Una vez haya conseguido estas metas, podrá descubrir sus necesidades reales, dejando a un lado la relación tóxica con la comida.
En pocas palabras, dice Piñeiro, el mindful eating es una perspectiva que permite acercarse a los problemas con la alimentación de una forma más amable y respetuosa, abandonando las etiquetas de lo que es bueno o malo y sin contar calorías. Sin duda, la alternativa más saludable a las dietas y al conocido “efecto rebote”.
El mindfulness
La Alimentación Consciente nace del mindfulness, una práctica adoptada por numerosos psicólogos en las últimas décadas que busca lograr un estado de atención plena en pensamientos, emociones y sensaciones corporales. Así, es posible alcanzar un estado de conciencia plena para poder vivir el aquí y el ahora, encontrando el equilibrio. La práctica del mindfulness nos da la claridad necesaria para tomar la mejor decisión.
El programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) de Reducción de Estrés basada en Conciencia Plena fue creado por Jon Kabat-Zinn en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts, EEUU en 1979. Mindfulness o Conciencia Plena es una manera de prestar atención, a uno mismo, a los demás y al mundo, que permite a cada persona cultivar Resiliencia, adoptando maneras de ser y de actuar más positivas y eficaces. Consiste en un entrenamiento mental centrado en aceptar la realidad tal y como es, desarrollando la capacidad de manejar mejor las emociones aflictivas y difíciles.