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Las prisas, el trabajo y las obligaciones domésticas nos obligan a llevar tal ritmo frenético durante el año, que a menudo no deja tiempo para nada más. Por eso, para muchos, es vital reservar un momento del día para hacer lo que más les gusta: deporte. Y según los expertos, mejor de fuerza que de resistencia.
Un programa completo
1. El profesor Luis Fernández Rosa, médico especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte de la Universidad CEU San Pablo, recomienda hacer un plan programado, en el que primen los ejercicios de fuerza sobre los de resistencia, ya que nos ayudan a prevenir sarcopenia, osteoporosis y otras patologías.
2. En primer lugar, este experto recomienda someterse a un reconocimiento por parte de un profesional médico cualificado, sobre todo si con anterioridad nunca se ha practicado ejercicio físico. Este reconocimiento nos dará muchas pistas sobre qué programa de ejercicios es el más adecuado, en función de la respuesta cardiovascular al ejercicio, la intensidad recomendable según edad y el estado funcional de cada uno.
3. Según el especialista, obtendremos beneficios de la práctica deportiva según su frecuencia, duración e intensidad. Es importante saber que, para obtener los resultados deseados, debemos sobrepasar un determinado umbral de intensidad, su duración ha de ser superior a los 30-45 minutos y debe realizarse al menos 3 veces por semana.
¡Entrena con cabeza!
Para mantener un nivel óptimo de seguridad ante riesgos como la deshidratación, quemaduras o los golpes de calor, que aumentan considerablemente en esta época del año, debes seguir una serie de recomendaciones:
– Elige bien tu deporte. La elección ha de estar en función de nuestros gustos, características físicas y habilidades. Calienta adecuadamente todas las articulaciones, regula la intensidad del ejercicio y finaliza con ejercicios de vuelta a la calma. En esta época del año las rutinas de fuerza son mejor elección que las de resistencia y nos ayudan a prevenir sarcopenia, osteoporosis y otras patologías.
– Hidrátate adecuadamente. Aunque siempre es necesario mantener un adecuado nivel de hidratación para la práctica deportiva, en verano el problema aumenta, siendo indispensable prevenir la deshidratación debido al exceso de sudoración. No hay que esperar a tener sed para beber agua, tómala antes, durante y después del ejercicio para mejorar el rendimiento. Una sola toma voluminosa puede producir distensión gástrica, con las incomodidades que esto supone. En general, el aporte hídrico es suficiente, las bebidas isotónicas son más recomendables en ejercicio de larga intensidad y duración o ante determinadas situaciones ambientales.
– Sigue una dieta equilibrada y a tiempo. Aunque existen preferencias individuales al respecto, es recomendable evitar las comidas copiosas e incluir fruta y verdura en nuestra alimentación como fuente natural de sales minerales y agua ante su pérdida por el exceso de sudoración. En caso de duda, consulta a un nutricionista. Es conveniente dejar pasar una hora después del desayuno para realizar deporte y entre 2 y 3 tras la comida, según la cantidad y el tipo de alimentos que hayamos ingerido.
– No hagas ejercicio en las horas de más calor. Es conveniente evitar las horas centrales del día, entre las 12 y las 17, para practicar nuestro deporte al ser horas de más intensidad de calor y aumentar el riesgo de mareos o lipotimias. Son preferibles las horas extremas del día, llevando la vestimenta y calzado adecuados: ropa de color claro y transpirable, gorra en caso de exposición al sol, calzado cómodo y conforme a nuestra pisada.
– ¡Protégete del sol! Aunque la protección solar es altamente recomendable, no conviene obsesionarse y abusar de la misma, preferentemente en las horas centrales. Existen protectores específicos que resisten mejor a sudor y agua ideales para la práctica deportiva. En caso de problemas de piel, es necesario consultar a un dermatólogo.