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“¿Qué son los neurotransmisores y cómo influyen en nuestro estado de ánimo?” Nos escribe… Albert A. (Girona)
Los neurotransmisores son moléculas indispensables para el buen funcionamiento del organismo, porque aseguran la transmisión de los mensajes de una neurona a otra. Las neuronas se comunican ente ellas a través de sus ramificaciones (axón), y para realizar este acto comunicativo, utilizan una serie de descargas eléctricas y químicas que impulsan a los neurotransmisores a viajar por el espacio sináptico hasta llegar a la otra célula neuronal. La producción de estas moléculas actúa sobre varios órganos.
El motor de las emociones
Hay muchos tipos de neurotransmisores y en la depresión intervienen el grupo de neurotransmisores llamados adrenérgicos. Se han identificado, en especial, tres neurotransmisores para el funcionamiento armonioso del cerebro: la dopamina y la noradrenalina, cuyo precursor es la tirosina; y la serotonina, cuyo precursor es el triptófano. Estas moléculas desempeñan un papel en el humor y la gestión de las emociones y una disminución de estos tres neurotransmisores puede causar depresión:
- La dopamina favorece la motivación, el arranque matinal y las ganas de llevar a cabo proyectos, interviniendo en los procesos del placer. También se encarga de los mecanismos de recompensa y de los sistemas de alerta.
- La noradrenalina estimula la autoestima e interviene en los procesos de la memoria y concentración. se activa en momentos de estrés a modo de supervivencia ante supuestos peligros.
- La serotonina favorece el distanciamiento, la relativización y el control de la atracción por el azúcar. Participa en la líbido, en el apetito, en la capacidad de sentir dolor (físico), en el ciclo sueño-vigilia y en la regulación de la ansiedad y de la agresividad. Además, se encarga de la producción de melatonina.
¡Comer para vivir en positivo!
Existen muchas investigaciones recientes que han evidenciado la conexión que tiene la alimentación con un rendimiento adecuado del cerebro, y que han demostrado que, al igual que el cuerpo, un cerebro bien nutrido desarrolla mucho mejor sus capacidades. En estos estudios se ha observado que el cerebro consume aproximadamente el 20% de la energía que obtenemos con los alimentos. También que los ácidos grasos son primordiales para la integridad de las neuronas y que también son necesarios los antioxidantes.
De hecho, del consumo de los alimentos adecuados se obtienen las sustancias neuroquímicas correctas que contribuyen al fortalecimiento de las capacidades mentales como concentrarnos, memorizar información y/o mantenernos motivados. Y de igual manera pueden desactivar algunas sustancias nocivas para el estrés y ayudar a prevenir el envejecimiento patológico. Dentro de estas sustancias principales, los aminoácidos (compuestos orgánicos que se combinan para formar proteínas) son precursores de los neurotransmisores. Por lo tanto, cualquier alimento con un alto contenido en proteínas como la leche, la carne, el pescado, las legumbres, la soja o los frutos secos, tienen en consecuencia un alto valor en aminoácidos. También el chocolate negro, el vino tinto, la piña, el tomate, la carne baja en grasas, los frutos secos, los huevos, los lácteos y los cereales integrales son ricos en triptófano, el aminoácido que reduce los niveles de estrés, estimula la producción de melatonina y ayuda a la producción de serotonina.