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La enfermedad de Parkinson afecta de forma diferente a hombres y mujeres: síntomas como la depresión, la fatiga y el dolor son más frecuentes y severos en las mujeres, mientras que en los hombres se manifiestan en forma de hipomimia (disminución en la expresión facial), problemas del habla, rigidez e hipersexualidad.
Aunque la enfermedad de Parkinson se caracteriza principalmente por temblor de reposo, rigidez, pérdida de habilidad o rapidez para realizar funciones motoras, trastornos posturales y/o trastorno de la marcha, “sin embargo, un paciente con Parkinson puede desarrollar, entre 5 y 10 años antes del comienzo de los síntomas motores, muchos trastornos no relacionados con la motricidad, como son la pérdida de olfato, la pérdida involuntaria de saliva, el trastorno de conducta del sueño REM y la depresión, síntomas que podrían actuar como marcadores precoces de la enfermedad”, señala el doctor Javier Pagonabarraga Mora, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología.
Hombre-mujer, dos manifestaciones
A ello hay que añadir que la enfermedad de Parkinson no afecta de igual forma a hombres y mujeres. Así lo ha demostrado el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que acaba de presentar el primer trabajo elaborado en España centrado en las diferencias por sexo en la enfermedad de Parkinson: proyecto COPPADIS. Según el doctor Diego Santos, miembro del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN y autor principal de este trabajo, “diferentes factores genéticos, hormonales, neuroendocrinos y moleculares parecen estar implicados en estas diferencias entre hombres y mujeres”.
- Síntomas como depresión, fatiga y dolor son más frecuentes y/o severos en mujeres, mientras que síntomas como la hipomimia (disminución en la expresión facial), problemas del habla, rigidez e hipersexualidad son más comunes en los hombres. También la somnolencia diurna, la producción excesiva de saliva y la disfunción sexual son más prevalentes en los hombres.
- En cambio, síntomas como la depresión, la fatiga y el dolor son más frecuentes y/o severos en mujeres, que además ven más afectada su capacidad funcional para realizar las actividades de la vida diaria. También la ansiedad, la depresión o el estreñimiento son más frecuentes en las mujeres que en los hombres,
La depresión puede ser la primera manifestación del Parkinson. Junto con el estreñimiento, la alteración del olfato o los trastornos de conducta del sueño REM, pueden ser síntomas precoces de la enfermedad, que, en casos excepcionales, también puede aparecer en la infancia y en la adolescencia.
El tratamiento
Según explican desde la Asociación Cántabra de Parkinson, esta enfermedad se asocia a niveles bajos de una sustancia química llamada dopamina en el cerebro y la levodopa, principal tratamiento para el Parkinson, tiene la capacidad de convertirse en dopamina en el cuerpo y en el cerebro. Se usa para tratar la rigidez, los temblores, los espasmos, y el control pobre de los músculos en esta enfermedad. “El tratamiento se basa en combinar la levodopa con los otros fármacos que potencian la funcionalidad de los sistemas cerebrales dopaminérgicos. Cuando el tratamiento con diferentes fármacos dopaminérgicos se complica con fluctuaciones motoras y discinesias (movimiento anormal involuntario), los pacientes también pueden disponer de otras terapias más invasivas, como la bomba de apomorfina, la infusión intraduodenal de levodopa o la estimulación cerebral profunda”. No obstante, “la levodopa continúa siendo una opción terapéutica fundamental en la enfermedad, y la gran mayoría de los pacientes tratados responden muy satisfactoriamente”, destaca el doctor Javier Pagonabarraga. Por último, “el manejo más adecuado de estos pacientes debería realizarse desde las Unidades Especializadas de Trastornos del Movimiento”, concluye este experto.
¡No tengas miedo!
- Desde la Asociación Cántabra de Parkinson recuerdan que tanto el ejercicio físico como un plan personalizado puesto en marcha por un fisioterapeuta forman parte del tratamiento de la enfermedad, así que… ¡ponte en marcha!
- Si tienes trastornos del habla y del movimiento, el logopeda y/o el terapeuta ocupacional te ayudarán a paliarlos.
- Si necesitas ayudas técnicas para paliar posibles dificultades del día a día, consúltalo con un terapeuta ocupacional o en la misma ortopedia.
- Pon en marcha una serie de reformas estructurales en casa que te hagan más fácil el día a día: cambia la bañera por un plato de ducha; quita las alfombras que estorben el paso; añade asideros en el baño y en otras habitaciones donde lo consideres necesario; y pon luces con sensores de movimiento.
- Los alimentos ricos en proteínas pueden dificultar la absorción de la levodopa, por lo que no se recomienda que se tomen a la par. Se aconseja concentrar estos alimentos en la cena.
- Las personas que padecen estreñimiento deben tomar abundante líquido e ingerir alimentos ricos en fibra.
- Además de los efectos adversos más conocidos de la medicación para el Parkinson, como las náuseas, vómitos o estreñimiento, hay otros menos comunes, pero que pueden afectar muy seriamente la calidad de vida como el trastorno del control de los impulsos (por ejemplo, juego patológico) y la psicosis, una alteración que provoca en el paciente la percepción errónea de la realidad.
- Si la medicación y un estilo de vida saludable no consiguen el control de los síntomas, pregunta a las asociaciones de pacientes o a tu propio médico qué terapias alternativas existen que te pueden ayudar.