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Fimosis y circuncisión, ¿en qué consisten?
La fimosis, bastante frecuente en niños antes de la adolescencia, consiste en la estrechez del prepucio (la piel que cubre la cabeza del pene) que impide que el glande quede al descubierto por completo. En muchos casos se recurrirá a la circuncisión.
En el momento del nacimiento, el prepucio, una pequeña capa de epitelio que rodea el glande, lo oculta completamente y está adherido a él, pero a medida que el niño crece, durante los primeros 4 ó 5 años de vida, se va produciendo una separación gradual.
Una de las pruebas rutinarias en las revisiones pedriáticas es la de comprobar que, al retraer el prepucio, el glande queda completamente al descubierto. Si no es así y el prepucio es demasiado estrecho, es que existe fimosis. Esta anomalía impide que se pueda llevar a cabo una correcta higiene del pene, que puede desembocar en la aparición de infecciones, y además, si no se soluciona, puede dificultar las relaciones sexuales en la edad adulta y hacerlas dolorosas.
Las causas
En los niños, la fimosis puede ser congénita o deberse a retracciones forzadas o bruscas del prepucio durante la higiene del bebé. En los adultos, puede estar causada por balanopostitis crónica (inflamaciones del glande y el prepucio) o traumatismos.
Complicaciones
- Coitos dolorosos.
- Infecciones de orina y dificultad para orinar.
- Balanitis: inflamación del glande al interferir la fimosis en una higiene adecuada.
- Parafimosis: urgencia urológica en la que el prepucio retraído queda atrapado detrás del glande y no puede volver a su posición normal.
- Aunque es raro, puede haber un ligero aumento de riesgo de cáncer de pene si la fimosis no ha sido tratada y se mantiene después de la pubertad.
¿Como se trata? Circuncisión
En los niños, antes de recurrir a la cirugía y a partir de los tres años, se puede aplicar un tratamiento con corticoides en pomada con retracciones suaves del prepucio.
Si el prepucio sigue sin ser retráctil, la fimosis se trata mediante la circuncisión, una intervención quirúrgica por la que se corta la porción del prepucio que cubre el glande para dejarlo permanentemente al descubierto.
También es posible solucionar algunos casos mediante una frenuloplastia (cortar el frenillo), una operación mucho más sencilla y rápida que la circuncisión o la prepucioplastia (ensanchamiento del prepucio).