El verano es época de cistitis, sobre todo para aquellas mujeres que la padecen con frecuencia. La humedad en la zona ligada a los bañadores, los trastornos horarios y el desorden en los patrones habituales de alimentación propios del verano pueden debilitar nuestro sistema inmune y hacernos más vulnerables a las infecciones.
Hasta el 80% de los casos de las cistitis se deben a una infección bacteriana producida por la bacteria Escherichia coli, cuyos síntomas más característicos son una necesidad imperiosa y constante de orinar y una sensación de ardor al hacerlo. Es más común en las mujeres, aunque un 4% de los hombres afirma haber pasado por algún episodio de cistitis. En su caso, los síntomas son frecuencia y urgencia de micción, sensación de ardor u hormigueo durante o después y fiebre baja, aunque el verano no aumenta su riesgo a padecerla. “Si notamos unas ganas continuas de ir al baño, incluso urgencia, acompañadas de molestias o escozor al orinar, dolor en la pelvis, e incluso fiebre o dolor lumbar, debemos pensar que estamos ante una cistitis y consultar lo antes posible con el médico o el farmacéutico para escoger la mejor opción terapéutica”, indica el doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer.
Qué la favorece
- Aunque la temperatura ambiente y la del agua no son una causa directa del repunte veraniego, sí aportan un ingrediente fundamental que, como explica el experto, facilitan la proliferación de la bacteria Escherichia Coli: la humedad. De ahí que permanecer mucho tiempo con el bañador mojado pueda ser un acicate para que se produzca la infección.
- Las relaciones íntimas también favorecen su aparición, por facilitar la migración de las bacterias del colon a la uretra.
Prevenir para no lamentar
- Bebe mucha agua y líquidos y no aguantes las ganas de ir al baño. Con ello facilitas la eliminación de bacterias del tracto urinario a través de la orina, ya que “el crecimiento bacteriano es mayor cuando la orina permanece en la vejiga, especialmente antes y después de las relaciones sexuales”, explica el doctor Palacios.
- Cuida tu higiene íntima con jabones neutros que ayuden eliminar las bacterias.
- No permanezcas con el traje de baño húmedo. Así mitigarás la proliferación de bacterias.
- Si utilizas diafragma, el doctor Palacios recomienda reconsiderar su uso, ya que dificulta el vaciado de la vejiga y predispone a la infección.
- Consume activos naturales que ayudan a prevenir cistitis de repetición. El doctor Palacios destaca la utilidad del arándano rojo o cranberry, la D-Manosa, el brezo (sus flores se utilizan para favorecer la eliminación de líquidos, lo que contribuye al buen funcionamiento del sistema urinario) y los probióticos. Estos preparados farmacéuticos “evitan que las bacterias responsables de estas infecciones se adhieran a las paredes de la vejiga gracias a la acción que ejercen las PACs (proantocianidinas tipo A que contienen), que favorecen la diuresis y, por tanto, la expulsión de bacterias como la Escherichia Coli, a través de la orina”.
- Tomar estos preparados de manera rutinaria ayuda a prevenir infecciones y a combatir el uso excesivo de antibióticos que forman parte del tratamiento cuando la infección ya se ha instalado.

