Los básicos
• Proteínas: necesarias para construir y reparar el tejido de la madre y del feto. Se encuentran en carnes, huevos, pescados, leche y productos lácteos, legumbres frutos secos y cereales.
• Hidratos de carbono: fuente principal de energía para la madre y el feto. Presente en pan, pasta, arroz legumbres, patatas, cereales hortalizas y azúcar.
• Grasas: aportan ácidos grasos esenciales y energía, pero debe moderarse su consumo y optar por grasas saludables. en el aceite de oliva y ácidos grasos omega 3, presente en frutos secos, semillas y muchos pescados. Las grasas saturadas como las animales, el queso, la nata y la mantequilla deben evitase.
• Vitaminas y fibra: sobre todo la B12, son imprescindibles para el desarrollo del feto, presente en frutas hortalizas y verduras frescas.
• Hierro: fundamental para evitar la anemia, presente en lentejas, verduras de hoja verde como las espinacas y en el hígado.
• Calcio: presente en leche y productos lácteos, soja, acelgas, legumbres y almendras. Son preferibles los lácteos fermentados como el yogur, porque además, contribuye a repoblar la microbiota intestinal. La leche siempre pasteurizada.
• Ácido fólico, muy importante para el desarrollo del sistema nervioso central del bebé, presente en verduras de hoja verde, cereales, huevos. soja, naranjas, legumbres y nueces.
• La sal siempre yodada, salvo cuando exista alguna alteración del tiroides que lo desaconseje, en cuyo caso el ginecólogo lo advertirá.