Las necesidades de hierro aumentan considerablemente
en la adolescencia y períodos de crecimiento rápido, por lo que hay que vigilar
especialmente la alimentación para evitar una posible anemia
Qué es la anemia
La anemia por carencia de
hierro o ferropénica se caracteriza por una disminución en la concentración de
hemoglobina (molécula que transporta el oxígeno desde los pulmones a todas las
células del organismo), o en la capacidad de transportar oxígeno en la sangre. Esta
deficiencia de hemoglobina se puede deber a la disminución de glóbulos rojos o
hematíes, por volumen de sangre o a una reducción del contenido de hemoglobina
de su interior. Uno de los minerales más importantes para
la producción de hemoglobina es el hierro, que el cuerpo humano no genera por
sí mismo, sino que debe aportarlo la alimentación.
Causas
- la causa principal es el descenso de los
depósitos de hierro orgánicos, lo que provoca paralelamente la reducción
del número de glóbulos rojos. Este descenso se debe a una deficiencia de los nutrientes
necesarios para producir hematíes (en particular hierro), pero también
ácido fólico, vitaminas B6 y B12, proteínas, aunque también se puede
producir por un aprovechamiento insuficiente de estos nutrientes. - Normalmente, una persona adulta pierde alrededor
de 1 mg de hiero a través de la piel, mucosas, heces y orina. La mujer fértil tiene mayores
pérdidas a través de la menstruación, mientras que durante el embarazo existe un cierto grado de
anemia por un aumento de la demanda de hierro por parte del feto y por el
aumento del volumen sanguíneo circulante. - En los adultos,
la causa también puede ser una pérdida crónica de sangre o una disminución
de la absorción de hierro por enfermedades que afecten al duodeno
(úlceras, enfermedad inflamatoria intestinal, hemorroides?). El consumo
habitual de ácido acetilsalicílico y de antiinflamatorios no esteroideos
también puede conducir a anemia. - En los niños
y adolescentes, la anemia ferropénica suele producirse durante los
períodos de desarrollo y crecimiento rápido por un aumento de las
necesidades por un aumento de las necesidades debido al constante
crecimiento de los tejidos. La necesidad de hierro en las niñas
adolescentes es aún mayor por las menstruaciones.
Una alimentación insuficiente o monótona puede
favorecer un consumo habitual bajo en hierro
Síntomas
- Cansancio.
- Fatiga.
- Debilidad.
- Irritabilidad.
- Palidez.
- Anorexia o falta de apetito.
- Náuseas.
- Diarrea.
- Úlceras bucales.
- Pérdida de cabello, pérdida de tonalidad de uñas,
piel y mucosas por la disminución de hemoglobina circulante. - Atrofia de las papilas gustativas de la lengua y
otras alteraciones más pronunciadas, si la anemia es de larga evolución.
El hierro en la dieta
En los alimentos, el hierro
se presenta bajo dos formas:
-
Hierro
hemo: presente en los productos
de origen animal, tales como carne, vísceras (hígado, riñones, yema de
huevo, pescados (fundamentalmente azul) y mariscos (almejas y ostras). -
Hierro
no hemo: se encuentra en los vegetales,
los huevos y la leche. También se encuentra en las legumbres secas,
cereales integrales o enriquecidos con hierro, verduras verdes, semillas
de calabaza y frutos secos (nueces, almendras, pistachos?) y desecados
(dátiles, higos secos, pasas). -
Para
facilitar la absorción de hierro,
conviene ingerir al mismo tiempo alimentos ricos en vitamina C y
proteínas. Zumo de naranja u otros cítricos, kiwi, fresas, melón, tomate,
pimientos, brécol? Además, hay que evitar la ingestión muy elevada de
calcio y el consumo de té y café, sobre todo tras las comidas, ya que contienen
taninos que reducen la absorción de hierro prácticamente a la mitad. Otras
sustancias que interfieren reduciendo la absorción del hierro y que se
encuentran en ciertos alimentos son el ácido oxálico y los fitatos (el
salvado de avena o de trigo, excepto el del pan integral contienen ácido
fítico que limita la absorción de hierro de los alimentos ingeridos en la
misma comida).
Necesidades de hierro en niños y adolescentes
Niños y niñas de 1 a 10 | De 7 a 9 mg/día |
Chicos adolescentes de 11 a | De 12 a 15 mg/día |
Chicas adolescentes de 11 a | 18 mg/día |
Las verduras amargas como el berro y la alcachofa
estimulan la producción de jugos gástricos, lo que ayuda a las personas con
mala digestión a asimilar más vitamina B12 y B6, folatos y hierro presentes en
los alimentos

