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Es muy común que personas afectadas por psoriasis acaben desarrollando artritis psoriásica, sobre todo si entre las áreas afectadas están las uñas o el cuero cabelludo. Sin embargo, no es inevitable, de ahí que los dermatólogos sean el primer escalón para frenar el paso de la patología cutánea a la articular.
Entre un 5 y un 30 por ciento de los pacientes con psoriasis desarrollará artritis psoriásica. De hecho, sólo un 15% de los artríticos presentan antes la lesión articular que la cutánea. Esta comorbilidad es más frecuente en personas con antecedentes familiares, con psoriasis en las uñas o que tienen grandes superficies afectadas por placas psoriásicas. Así lo explica el doctor José Luis López Estebaranz, Jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón y coordinador del curso Avances en el diagnóstico y tratamiento de la artritis psoriásica y sus comorbilidades que ha acogido recientemente este centro hospitalario, con la colaboración de Pfizer. Según la Agencia Europea del Medicamento (EMEA), entre un 6 y un 42% de las personas que tienen psoriasis padece artritis psoriásica y es más habitual que ésta aparezca entre los 30 y los 50 años.
Una inflamación crónica
Tal y como la define la Asociación de pacientes y familiares afectados por psoriasis y artritis psoriásica, Acció Psoriasis, la artritis psoriásica es una forma de inflamación crónica de las articulaciones de los dedos de manos, pies, la columna lumbar y sacra, las muñecas y las rodillas, y es mucho más frecuente entre la población afectada por psoriasis. En algunos casos, si no se trata puede producir daños irreversibles en las zonas afectadas. La patología afecta aproximadamente a unos 80.000 españoles. De ellos, alrededor del 20% desarrolla una forma de artritis muy discapacitante y un 47% tienen al menos una articulación deformada dos años después de la aparición de la artritis.
1. Además de afectar al aspecto físico, la aparición de la artritis psoriásica repercute también en la calidad de vida de los pacientes. Si la inflamación tiene lugar en la columna, provocará dolor nocturno y, por tanto, que el paciente tenga que levantarse por la madrugada y vea afectado su sueño diariamente.
2. A esto se sumará el dolor punzante en los talones y la rigidez del cuerpo de más de 30 minutos cada mañana, que les sea difícil abrir y cerrar las manos, e incluso coger el cepillo de dientes.
3. Estos y más efectos provocan que los pacientes sufran, en algunos casos, depresión o desánimo, porque se encuentran limitados, y que padezcan trastornos sociales por su incapacidad, como la pérdida del trabajo, problemas de pareja, aislamiento social, etc. “La psoriasis por sí sola lleva a algunos pacientes al aislamiento social e incluso pueden llegar a
El papel del dermatólogo
Según el doctor López Estebaranz, esta comorbilidad es más frecuente en pacientes con antecedentes familiares de artritis psoriásica, los afectados de psoriasis en las uñas o en el cuero cabelludo, los que tienen psoriasis pustulosa o los que tienen grandes superficies cutáneas afectadas. “Sin embargo, en ocasiones no hay ningún signo que dé la pista sobre que ese paciente vaya a desarrollar una artritis psoriásica posterior”, recalca.
Para prevenir esta enfermedad, los dermatólogos son los que tienen que estar especialmente alertas, ya que las manifestaciones articulares suelen aparecer de manera posterior a las cutáneas, y son ellos los que van a detectar la patología, recalca el doctor José Luis López Estebaranz. En ese sentido, asegura que la artritis psoriásica puede aparecer unos meses o muchos años después de que haya debutado la psoriasis. “En menos de un 20 por ciento de los casos el orden de aparición de los trastornos es el inverso”, subraya. Con independencia de este matiz, este experto destaca la importancia de la coordinación entre especialistas para un correcto manejo del enfermo.
El doctor López Estebaranz recuerda, además, que la artritis psoriásica es un tipo de artritis que en la mayoría de los casos tiene un factor reumatoide negativo y aparece con diferentes formas de manifestación articular: “desde una oligoartritis asimétrica, polimalformación simétrica que es la más frecuente, hasta una manifestación axial o una espondilitis y en los caso mas severos puede dar lugar a artritis mutilantes”.
Dos en uno: los fármacos biológicos
Este experto explica que cuando un paciente tiene psoriasis y artritis psoriásica a la vez cambia el enfoque de tratamiento, puesto que es necesario utilizar fármacos que sean eficaces en las manifestaciones cutáneas y articulares, unas condiciones que no todos reúnen. En estos casos, asegura, el tratamiento más indicado es el realizado con fármacos biológicos, que han demostrado eficacia y seguridad para tratar ambas enfermedades inflamatorias. “Hoy día, gracias a la terapia biológica, el tratamiento de los pacientes con psoriasis ha cambiado de manera radical, ya que permite realizar tratamientos a largo plazo, que no se podían hacer con la terapia clásica, puesto que tenían efectos secundarios. El tratamiento a largo plazo permite evitar la destrucción articular que produce la artritis psoriásica y por eso es muy importante realizar un diagnóstico precoz”, concluye el doctor.
Acció Psoriasis: no estás solo
Javier Garrido, vicepresidente de Acción Psoriasis, fue diagnosticado de esta enfermedad autoinmune a los 18 años. “Se puede vivir con psoriasis”, asegura, aunque también reconoce que, “después de tanto tiempo, todavía hay veces en las que mi familia y mis amigos han de insistirme para que vaya a la playa en manga corta. Y es que hoy en día, los pacientes con psoriasis todavía somos discriminados por esta dolencia”, comenta. “La mitad de los afectados han abandonado la práctica del deporte por miedo a exhibir su piel e inclusive algunos no pueden acceder a determinados trabajos y se les prohíbe el acceso a recintos públicos como piscinas o gimnasios”.
A esta estigmatización se suman las consecuencias de la propia enfermedad: el picor, la inflamación, el sangrado, la sensación de quemazón y la fatiga. “De ahí, la importancia de favorecer un mayor conocimiento de la dolencia entre la población y entre los propios afectados,” subraya el doctor López Estebaranz. “Solo así, los pacientes podremos pasear sin ser observados y el resto de ciudadanos entenderá que la psoriasis es una enfermedad no contagiosa de la cual no es necesario huir”, señala Garrido.
Acció Psoriasis, Asociación de pacientes de psoriasis y artritis psoriásica y sus familiares, en su afán por mantener informados y apoyar a los pacientes de psoriasis y artritis psoriásica, inició en 2010 la campaña de concienciación social En Primer Plano, cuyo eje central es un documental en el que afectados de psoriasis y artritis psoriásica narran su día a día conviviendo con una enfermedad que les ha marcado durante parte de sus vidas. Ente los muchos testimonios que podemos oír está el de Celia Marín, una de las protagonistas del documental y voluntaria de Acción Psoriasis en Murcia.: “durante estos 13 años con psoriasis, he sufrido dos brotes de artritis psoriásica bastante graves y han sido mis peores momentos. Tuve que dejar de asistir a clase porque no podía conducir. No podía coger apuntes. Me quedé que prácticamente no podía andar ni mover las manos. Fue muy duro tener que depender en todo momento de mi madre, por ejemplo, para ducharme, vestirme… Cualquier mínima
actividad me costaba trabajo”.
La historia de Celia, junto con las del resto de pacientes y el documental completo, se puede consultar en www.enprimerplano.org.