La falta de sueño, los excesos
alimenticios, las temporadas de estrés y, en definitiva, la fatiga y el
cansancio dejan su huella en el cuerpo y la mente; pero es en el rostro dónde
estos signos son más evidentes: ojeras, rojeces, tono cetrino, líneas de
expresión? Afortunadamente, prevenirlos, camuflarlos y plantarles cara es tan
sencillo como tener un poco de maña y usar la cosmética adecuada.

Nuestra cara, además del espejo
del alma, es el escaparate de todas las prisas, fatigas, excesos y descuidos
cosméticos que se cometen día a día. Y es que las arrugas derivadas del paso
del tiempo no son las únicas ?habitantes indeseables? de la epidermis facial,
sino que éstas a menudo conviven con granitos, espinillas, ojeras, rojeces y
demás ?chivatos? que dejan en evidencia nuestros malos hábitos.  Pueden aparecer en cualquier momento, en
todos los tipos de piel y a cualquier edad. La clave está en sabér cuáles son
sus causas y emplear las mejores estrategias para «neutralizarlos».

-El problema: Piel gris y
desvitalizada.

-La causa: La sequedad producida
por la ausencia de hidratación en la epidermis y de una rutina de cuidados
diaria se traduce en una epidermis que acumula un buen número de células
muertas en su capa más externa, lo que da como resultado una piel gris, opaca y
en la que las imperfecciones son más que evidentes. A esto hay que unir que
tanto  la fatiga como el estrés
disminuyen la circulación bajo la epidermis, ya que en estas circunstancias el
cuerpo tiende a ahorrar sangre para ?surtir? con ella a otros órganos más
vitales, de ahí el tono cetrino y acartonado que presenta la piel en los
momentos de agotamiento. Otras causas de este estado de la piel son problemas
dermatológicos como el eccema o la dermatitis.

-La solución: La limpieza, la
hidratación y la nutrición diarias y la exfoliación frecuente son las mejores
armas para que la piel del rostro siempre esté operativa al 100 por cien.  En estos casos, el uso de una crema nutritiva
nocturna, que incluya un mayor número de ingredientes emolientes y reparadores
que una hidratante normal, se convierte en imprescindible. También es
importante dar un ligero masaje para estimular el flujo sanguíneo en la zona
del rostro.

-El problema: Las ojeras

-La causa: El estrés y la falta
de sueño suelen ser sus principales ?culpables?, ya que acentúan la palidez y
la hinchazón de los vasos capilares. Muchas ojeras son de origen genético, ya
que hay personas que tienen muy fina la piel de los párpados inferiores, lo que
hace que los vasos sanguíneos se ?transparenten?, siendo esta la causa de su
color oscuro característico.

-La solución: La clave está en
incrementar la dosis de colágeno en esta zona y, para ello, lo mejor es
utilizar cremas que contengan vitamina C, aplicándolas mediante un suave masaje
para favorecer su completa penetración. Lo mejor es decantarse por las texturas
en crema, ya que algunos serums pueden contener cantidades de alcohol, que
resecan la zona, agravando el problema. La costumbre de dormir boca arriba
ayuda a contrarrestar en lo posible la hinchazón.

Los correctores son la mejor
opción para camuflarlas; hay que elegir uno con textura crema cubriente pero
ligera, de forma que no recargue la mirada.

-El problema: Bolsas en los ojos

-La causa: La más común es la
retención de líquidos, producida a su vez por una cuestión genética o por una
dieta excesivamente rica en sal.

-La solución: Buscar aquellos
ingredientes en las cremas con propiedades antiinflamatorias. Lo mejor es
decantarse por formulaciones tipo gel y aplicarlas mediante ligeros toques
desde el lagrimal hacia el exterior. Una solución habitual y efectiva es
aplicar una pequeña cantidad de crema para las hemorroides en esta zona y
hacerla penetrar mediante un suave masaje. La acción antiinflamatoria de sus
principios activos reduce en muy poco tiempo las bolsas, dejando la zona mucho
más lisa. Otro truco clásico  consiste en
preparar un té, meter las bolsitas unos minutos en el congelador y aplicarlas
después sobre la zona.

A la hora del maquillarlas, es
importante utilizar un corrector mate y ligero, evitando el exceso de
maquillaje en la zona de la ojera y delimitar justo el contorno de la bolsa con
el corrector, matizando después la zona con polvos sueltos mate.

-El problema: Líneas finas de
expresión

-La causa: Los gestos diarios
(gesticular, entornar los ojos) son los principales responsables de esas
pequeñas arruguitas que a partir de determinada edad empiezan a poblar la zona
de alrededor de los ojos y la boca. Son más frecuentes en las pieles con
tendencia a seca.

-La solución: Exfoliar
regularmente estas zonas con productos específicos que no resulten agresivos
(sobre todo en el área próxima a los ojos), ya que es la única manera de
eliminar las células muertas con lo que se consigue un doble efecto: por un
lado, mejorar el aspecto de la piel, y, por otro, favorecer que los productos
que se debe aplicar inmediatamente después para restaurar la capa hidrolipídica
penetren en profundidad y actúen correctamente. Lo mejor es elegir los
formulaciones que incluyan retinol, una sustancia que es especialmente efectiva
para prevenir la aparición de estas arrugas y minimizarlas en cuanto éstas
hacen su aparición. Se sabe que acelera el metabolismo de las células cutáneas,
haciendo que ésta se regeneren más rápidamente, lo que elimina estas finas
arrugas. Es muy importante también utilizar siempre productos que incluyan
protección solar. Al aplicar el maquillaje, es mejor optar por las formulaciones
líquidas y fluidas; las bases compactas tienen la desventaja de que se pueden
acumular en exceso en estas líneas de expresión, ?cuarteando? la piel y
haciendo que éstas sean más evidentes.

-El problema: Poros abiertos y
puntos negros

-La causa: En las pieles con
tendencia a grasa, los poros están llenos de sebo, y cuando éste entra en
contacto con el aire cambia de color, dando lugar a los puntos negros. Tanto la
ausencia de la exfoliación habitual como una hidratación inadecuada son los
principales detonantes de este problema.

-La solución: Exfoliar
regularmente, ya que la acumulación de células muertas hace que el exceso de
sebo quede atrapado debajo de los poros, situación que, a su vez, lleva
implícito otro problema: los puntos negros, que se suelen localizar
principalmente en la zona de la nariz. Al maquillar este tipo de piel hay que
hacerlo con productos específicos, para mantener a raya la producción de grasa.

-El problema: Rojeces

-La causa: Las manchas rosadas
pueden estar producidas por un problema vascular o a causa de una dermatitis.

-La solución: Si estas manchas
son de un rojo intenso, prominentes y producen sensación de ardor, y suelen ir
acompañadas de descamación, hay que consultar con un experto, sobre todo si se
localizan alrededor del la zona de la nariz, las cejas, las manos, las rodillas
y el cuero cabelludo. En caso de que se trate simplemente de imperfecciones de
la piel, se pueden ?neutralizar? usando un corrector amarillo o verdoso y
aplicándolo sobre la mancha. Las bases de maquillaje con pigmentos dorados o
amarillos son las más recomendables, así como los coloretes y sombras en tonos
bronce, que contrarrestan la rojez.

-El problema: Espinillas

-La causa: Suelen estar
producidas por el acúmulo de grasa y bacterias debajo de la piel. La causa hay
que buscarla en ciertos hábitos como seguir una dieta inadecuada, abusar de
determinados alimentos (fritos, grasas y chocolate), beber alcohol en exceso,
no tomar suficiente agua y no desmaquillarse por la noche.

-La solución: Usar regularmente
un producto exfoliante que contenga enzimas, aplicándolo por todo el rostro con
movimientos circulares y dejándolo actuar entre 30 segundos y un minuto. Aunque
lo ideal sería no aplicar maquillaje sobre ellas, sobre todo presentan pus, ya
que se podría infectar, lo habitual es camuflarlas. Si es así, deben utilizarse
siempre productos específicos como los correctores especiales para corregir
zonas rojas (de color verde o amarillo) que cubren el grano o espinilla con un pequeño
toque; aplicar después la base de maquillaje y, si la espinilla sigue siendo
evidente, dar encima de ella un nuevo toque de corrector.

Elevar el tono en tres gestos

Para eliminar las huellas de
cansancio y añadir luz a un rostro mustio hay que ?trabajR tres puntos
esenciales de la cara: las mejillas, los labios y los ojos.

-Mejillas: Aplicar el colorete
con toques alargados,  en tonos beige,
colocándolo justi encima del pómulo para conseguir un efecto iluminador.

-Boca: Indispensable el gloss y
el brillo:  un  simple toque es suficiente para iluminar toda
la cara. Para potenciar aún más la boca, nada mejor que los perfiladores,
siempre que sean muy suaves y se empleen para 
definir el contorno del labio, pero sin remarcarlo demasiado.

-Ojos: Utilizar la sombra
adecuada es clave para subir un poquito el párpado y las cejas, lo que a su vez
ilumina la expresión facial. Los tonos claros (azules, verdes)  ?abren? la mirada y alegran la expresión.  

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Redacción Consejos

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