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Juan Carlos Galofré es coordinador del Área de conocimiento del tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN)
Una función sumamente importante la del tiroides, ya que las hormonas que produce esta glándula son imprescindibles para llevar a cabo muchas e importantes actividades del organismo, ¿podría describir a grandes rasgos este funcionamiento y sus implicaciones?
La glándula tiroides regula el metabolismo basal. En otras palabras las hormonas tiroideas hacen que el ritmo de las funciones del cuerpo sea el adecuado. Es como el ralentí del coche. Si hay muchas hormonas tiroideas todo funciona más rápido: se notan palpitaciones, diarrea, más calor, pérdida de peso… por el contrario cuando faltan estas hormonas, todo funciona más despacio: se tiene pesadez, piel seca, estreñimiento, tendencia a engordar, cansancio, etc.
Por centrarnos en alguna de las ramificaciones de la actividad tiroidea, recientemente la Fundación Española del Corazón alertaba del mayor riesgo cardiovascular de aquellos que sufren una alteración de esta glándula. ¿Qué puede provocar a nivel cardiovascular este mal funcionamiento?
La pregunta es tremendamente atinada. Hay importantes trabajos que han estudiado la relación entre la función tiroidea y el corazón. Las hormonas tiroideas “activan” al corazón, es decir aumentan el gasto cardíaco. Se puede decir que todas las funciones cardíacas se ven moduladas por las hormonas tiroideas. Esto puede tener efectos positivos y negativos, dependiendo de las condiciones basales del paciente tales como la edad o la existencia enfermedades cardíacas concomitantes. Por ello tanto el hipertiroidismo como el hipertiroidismo, ya sean incipientes como bien establecidos, tienen influencia sobre el corazón.
Desde el punto de vista práctico se recomienda vigilar el corazón (frecuencia cardíaca, ritmo, presión arterial, etc.) así como otros factores de riesgo cardiovascular (coagulación, colesterol, peso, glucemia, etc.) de todo paciente con disfunción tiroidea y viceversa. Es decir, vigilar las hormonas tiroideas en todo paciente cardiópata. Del mismo modo se debe tener en cuenta que algunos tratamientos para cardiopatías (especialmente la amiodarona) pueden influir en el desarrollo de disfunciones tiroideas y que las hormonas tiroideas pueden influir en la acción de la medicación de los cardiópatas (especialmente en la anticoagulación).
¿Cuáles son las principales afecciones que afectan al tiroides?
La disfunción tiroidea, especialmente el hipotiroidismo de origen autoinmune (es decir, un trastorno que hace que tu propio organismo genere anticuerpos contra tus tejidos), es muy frecuente. Entre el 10-15% de la población tiene anticuerpos contra el tiroides.
También es muy frecuente la existencia de nódulos en el tiroides, pero en la inmensa mayoría de los casos son benignos y no necesitan ningún tratamiento.
¿Qué es el hipertiroidismo y cuáles son las señales de alarma?
El hipertiroidismo queda definido por la excesiva producción de hormonas por parte de la glándula. Como hemos dicho produce que todo vaya “más rápido”: nerviosismo, temblor de manos, más calor, diarreas, palpitaciones…
Y el hipotiroidismo, ¿en qué consiste y que síntomas provoca?
El hipotiroidismo sería lo contrario: un defecto en la producción de hormonas. Ello hace que todo vaya “más despacio”: más frío, estreñimiento, cansancio, piel seca, tendencia a engordar…
En este punto, la SEEN señala la importancia de cuidar la dieta, de forma que haya una cantidad de yodo suficiente a lo largo de toda la vida y especialmente durante la gestación y la lactancia…
Tomar la cantidad de yodo recomendada (unos 200-300 mcg/día) es fundamental, (especialmente en la mujer en edad fértil) ya que durante el embarazo el desarrollo del sistema nervioso del feto depende de que reciba la cantidad adecuada de hormonas tiroideas maternas. Y eso depende de que la madre tome el suficiente yodo. En este proceso son críticas las primeras semanas, por lo que toda mujer que contemple la posibilidad de quedarse embarazada debe tomar suplementos de yodo. De ese modo se asegura que, en el caso de que se quede embarazada, tendrá suficiente yodo también durante el periodo que media entre la concepción y la primera falta. Posteriormente, por el mismo motivo, deberá tomar suplementos de yodo durante todo el embarazo y mientras mantenga la lactancia.
Afortunadamente, tras muchos de años de esfuerzo por parte de la SEEN, hay comunidades autónomas en las que se ha logrado trasmitir a los facultativos y a la población que existe la necesidad de tomar suplementos de yodo durante el embarazo y la lactancia. Pero es igualmente cierto que esta respuesta no es uniforme. Hay zonas de España dónde, desgraciadamente, las mujeres siguen padeciendo déficit de yodo. Este trastorno puede generar que los hijos de estas pacientes no completen adecuadamente su desarrollo neurológico o que tengan menor capacidad intelectual. Esto, que suena tan dramático, podría prevenirse con algo tan sencillo como la recomendación de toda mujer embarazada tome algún suplemento que contenga 200 mcg de yodo al día. No entendemos porqué una medida tan sencilla y barata no tiene todo el apoyo de todas las autoridades sanitarias.
¿Esta aportación de yodo sería contraproducente en caso de padecer hipertiroidismo?
Es cierto que algunos casos el exceso de yodo puede exacerbar cuadros de hipertiroidismo, por eso es fundamental conocer cuál es la función tiroidea de toda mujer embarazada.
¿Provoca obesidad la disminución de la función de la glándula tiroides? La SEEN habla de ciertos mitos en torno a este aspecto…
El hipotiroidismo franco sin tratar puede genera un ligero aumento de peso. Lógicamente al recibir tratamiento este efecto colateral del hipotiroidismo desaparece. Es decir, todo paciente con hipotiroidismo que está bien tratado no tiene porqué aumentar peso.
El número de personas con cáncer de tiroides ha aumentando ligeramente a lo largo de los últimos años, ¿se sabe por qué? ¿Es muy común este tumor?, ¿afecta por igual a los dos sexos?
La incidencia de cáncer de tiroides se ha triplicado en los últimos 20 años, si bien es cierto que éste es un cáncer muy poco agresivo. Este aumento puede estar relacionado con dos factores. Por un lado actualmente se hacen más pruebas diagnósticas lo que probablemente ha llevado a diagnosticar cánceres que antes pasaban desapercibidos. Por otro lado no se puede desacatar que exista una mayor influencia de factores cancerígenos no bien definidos.
El cáncer de tiroides es muy común y es tres veces más frecuente en la mujer y no sabemos por qué. Es la quinta neoplasia maligna más frecuente en la mujer. Su prevalencia es comparable a la del cáncer de útero y sólo se ve superado en frecuencia por el cáncer de mama, pulmón y colon.
¿Qué sintomatología provoca esta neoplasia? ¿Tiene en la actualidad buen pronóstico?
El cáncer de tiroides se manifiesta en la mayoría de los casos por la aparición de un nódulo indoloro en el cuello. La función tiroidea no suele estar comprometida. Su pronóstico es excelente. Se logran curaciones en más del 95% de los casos.
Con un análisis de sangre se puede detectar un mal funcionamiento del tiroides, ¿no es así? Es un punto positivo para detectar las enfermedades que provoca, a pesar de lo cual los expertos hablan a veces de infradiagnóstico… ¿a qué se debe?
En la mayoría de los casos una revisión general (las que típicamente se hacen en la empresa) incluye un análisis de sangre para evaluar la función tiroidea (generalmente una TSH), pero no siempre es así. No incluir esta determinación, desde mi punto de vista, es un error ya que con una sola medición obtenemos una información valiosa que nos puede llevar a un diagnóstico de disfunción tiroidea. Y hoy en día podemos tratar de forma rápida y barata, cualquier tipo de mal funcionamiento del tiroides.