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La infección por rotavirus es causante de la mitad de los casos de
gastroenteritis aguda en niños, cuyos casos más graves se han descrito en bebés
de entre 6 y 24 meses. Aunque el período de mayor incidencia es de enero a
marzo, no hay que bajar la guardia, ya que se trata de una enfermedad
imprevisible cuya evolución a estados graves se produce muy rápidamente.
La gastroenteritis aguda (GEA) o
diarrea aguda (DA) por rotavirus sigue siendo, a pesar de los grandes avances
acontecidos en los últimos años, un grave problema de salud, tanto en los países
desarrollados como en vías de desarrollo, y causa mayoritaria de
morbi-mortalidad infantil. A lo largo de los primeros años de vida, los niños sufren
infecciones sucesivas por rotavirus, si bien la primera suele ser la más grave y
las siguientes más leves e incluso asintomáticas, lo que indica que desarrollan
una inmunidad protectora frente a sucesivas infecciones. El descubrimiento de
una nueva vacuna que evite la enfermedad, o al menos la atenúe, ha supuesto un
gran avance en el mundo de la pediatría. Cabe destacar, como muestra de la
importancia de esta patología, que en España se tratan 45 casos por cada 1.000
niños menores de 5 años anualmente.
Pero
¿qué es el rotavirus?
1.
Según el doctor Javier Díez-Domingo, pediatra del centro de salud Nazareth y
coordinador del Instituto de Vacunas (VIVA), en Valencia, el rotavirus es un agente infeccioso viral causante
de una enfermedad que afecta al estómago y al intestino denominada
gastroenteritis y que origina una marcada morbi-mortalidad en la infancia, ya
que se trata de la principal causa de gastroenteritis grave. Los niños
pequeños, especialmente los bebés, tienen un especial riesgo de contraer una
infección por rotavirus.
2.
Existen muchos tipos
de rotavirus, muchos de ellos circulando al mismo tiempo. Cabe destacar que
la distribución y características principales de los tipos que circulan puede
variar de país a país, incluso dentro de un mismo estado, y cada poco tiempo. A
pesar de ello, se ha constatado que en España en los últimos 10 años, más del
98% de las infecciones causadas por rotavirus se han debido a los 5 mismos
tipos de rotavirus: G1, G2, G3, G4 y G9.
- Prácticamente todos
los niños, independientemente de la raza, nacionalidad o estatus
social, pueden sufrir alguna infección por rotavirus antes de cumplir los
cinco años, pero los casos más graves afectan normalmente a niños de entre
6 y 24 meses. La mayor parte de los niños padecen más de una infección,
aunque la primera es siempre la más grave.
Y ¿cómo se transmite?
1.
Los rotavirus se transmiten muy fácilmente, de persona a
persona por vía fecal-oral, especialmente
durante la fase aguda de la enfermedad. Según el doctor Javier Díaz Domínguez,
su transmisión por vía respiratoria, aunque es posible, ha demostrado ser poco
importante. Los niños infectados eliminan una gran cantidad de rotavirus por
las heces, que luego pueden diseminar por medio de manos contaminadas u objetos
como juguetes, utensilios para preparar comidas, etc. Por ello, situaciones que
implican el contacto con otros niños, como la guardería, o una higiene
inadecuada pueden favorecer el contagio. Además los rotavirus son muy
resistentes y pueden sobrevivir durante semanas tanto en agua como en manos y
superficies, ya que la mayoría de los jabones y desinfectantes habituales no
consiguen eliminar el virus.
- En los climas templados, como es el caso de España,
la gastroenteritis aguda por rotavirus se produce preferentemente en los meses fríos (sobre todo enero y
febrero), coincidiendo con las epidemias de bronquiolitis y gripe en los
niños, en los que los Servicios de Pediatría suelen estar saturados, por
lo que el rotavirus, es una causa importante de infección nosocomial
(adquirida durante el ingreso en un hospital). Sin embargo, según Díaz Domínguez, no hay que bajar la
guardia, ya que se trata de una enfermedad imprevisible cuya evolución a
estados graves se produce muy rápidamente.
3.
La diseminación del rotavirus
es muy frecuente dentro del entorno familiar. Se considera que entre el 30
y el 50% de los adultos en contacto con un niño infectado, también sufren la
infección, aunque ésta se da de forma asintomática. (Hay que tener en cuenta
que el rotavirus sobrevive bien en el ambiente y que se puede adquirir por
contacto con superficies contaminadas. Incluso un escaso inóculo de partículas
virales es suficiente para causar la infección).
4.
La mayor parte de las madres
tienen anticuerpos anti-rotavirus como consecuencia de infecciones previas,
que transmiten al feto por medio de la placenta, protegiendo de esta forma al
neonato que en caso de infectarse presenta una gastroenteritis leve o
asintomática. Distinta es la situación de los recién nacidos pretérmino que
tienen un elevado riesgo de infección grave por gastroenteritis por rotavirus
al no haber recibido, como consecuencia de su nacimiento prematuro, la
protección transplacentaria de anticuerpos anti-rotavirus.
5.
La gastroenteritis por rotavirus es una enfermedad imprevisible, ya que no se puede predecir la gravedad y
la evolución de sus síntomas, y por la gran rapidez con que se puede
desarrollar un cuadro de mayor gravedad. Además no existen factores de riesgo
conocidos que determinen qué niño desarrollará un cuadro grave, aunque el
deterioro puede ser particularmente rápido cuando los vómitos y la diarrea
interfieren con la rehidratación oral. Debido a la imposibilidad de predecir su
gravedad, una gastroenteritis por rotavirus aparentemente leve puede poner en
peligro la vida de un niño en tan sólo una noche.
¿Cuáles son sus síntomas?
- Según el doctor Javier Díaz-Domingo, comienza
bruscamente con fiebre, malestar estomacal y vómitos que continúan de 24 a 48 horas más tarde
con diarrea acuosa. - El niño presenta un elevado número de deposiciones
(de 10 a
20), que habitualmente no contienen sangre y que persisten de 3 a 8 días. - La fiebre puede ser alta ocasionalmente, aunque lo
habitual es que sea moderada. Los vómitos ocurren en el 80-90% de los
niños y no suelen durar más de 24 horas. - La asociación de una diarrea profusa junto a los
vómitos da lugar a una deshidratación más o menos grave, en un elevado
porcentaje de niños, especialmente en los lactantes más pequeños. - En los casos graves, el niño puede presentar más de
2 episodios de diarrea o vómitos en un solo día. Estos síntomas pueden conducir
a una pérdida de líquidos (deshidratación) que puede convertirse
rápidamente en un cuadro grave. La deshidratación
es la complicación más grave asociada a una infección por rotavirus. Entre
los signos de una deshidratación grave se incluyen cansancio o
decaimiento, ojos hundidos, boca seca, ausencia de lágrimas cuando llora,
escasa cantidad de orina y dedos fríos, tanto los de las manos como los de
los pies. Una deshidratación intensa puede incluso amenazar la vida del
bebé.
Cómo evitar la infección
Como explica Javier Díez, ?la evolución en el campo de las
vacunas podría calificarse como de espectacular, ya que además de haber
mejorado desde el punto de vista de la eficacia y seguridad las ya existentes,
se han desarrollado otras que ofrecen protección frente a enfermedades de una
gran prevalencia, como es el caso de la gastroenteritis aguda por rotavirus,
una enfermedad con un tremendo impacto socio-sanitario, por lo que la comunidad
médica atraviesa por un momento esperanzador y de gran entusiasmo?. Hoy
día disponemos de dos vacunas muy seguras y eficaces que evitan la gastroenteritis
aguda por rotavirus. Dichas vacunas se deben administrar a partir de las 6
semanas de vida y constituyen la única estrategia eficaz para evitar las diarreas
agudas producidas por rotavirus que se conocen hasta el momento.
- Recientemente, la comisión europea ha aprobado una
variación en la ficha técnica de la vacuna
antirotavirus de dos dosis orales. La inclusión de dos tipos de cepas adicionales, en la
indicación europea de la vacuna amplía su perfil de protección frente a
los cinco tipos de rotavirus más comunes (G1, G2, G3, G4 y G9). - Además, se
amplía la persistencia de protección de la vacuna a dos años y se incluye
su compatibilidad con la vacuna antimeningocócica C conjugada, por lo que
se puede coadministrar con todas las vacunas del calendario infantil. - Esta vacuna pediátrica, se administra de forma oral
en dos dosis, a los dos y a los cuatro meses de edad del bebé, por lo que
se logra la protección de manera temprana a los lactantes más pequeños,
que son los más vulnerables a la gastroenteritis grave por rotavirus.