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Los resfriados e infecciones de las vías respiratorias altas son los diagnósticos más frecuentes en Pediatría de Atención Primaria. Así lo asegura el estudio Child-Respir sobre la prevención y tratamiento de las infecciones respiratorias en Pediatría, impulsado por Laboratorios Ordesa, que calcula que los menores de 5 años suelen sufrir hasta 7 u 8 resfriados al año y los niños de primaria hasta 5 ó 6. Una situación que altera la rutina de las familias y que tras la pandemia de COVID-19 genera una mayor ansiedad: el 90% de las familias reconocen sentirse más preocupadas ante este tipo de infecciones en los últimos años”. Preocupación que va más allá considerando que “entre el 20 y el 40% de las infecciones de vías respiratorias son sobreinfecciones de una infección anterior”.
Para conocer los resultados de este estudio y probar la renovada gama de complementos alimenticios pediátricos de laboratorios Ordesa, ya disponible en farmacias, acudimos a su presentación, en la que ha participado la actriz María Castro (Vigo, 1981), mamá de dos niñas. Allí hemos hablado con ella para que nos cuente más sobre maternidad, salud y tomarle el pulso sobre otros temas de actualidad.
Hola María ¿qué le ha animado a ser parte de esta campaña de salud infantil?
Pues mira, como buena madre de dos niñas pequeñas, trato de luchar, sobre todo en invierno, con el tema mocos. Es decir, Olivia ha empezado la escuela infantil este año, con lo que sabíamos que, como es normal, íbamos a llevarla una semana sí y otra no (entre risas), con lo que me apetecía sentir que hacía todo lo posible, porque, aunque las infecciones lleguen, que sean las menos y, si lo hacen, rebatirlas lo más rápido posible. Al final, tengo otra hija y, cuando se va un virus entra otro por otra puerta.
Desprende mucha energía y sus seguidores en redes lo agradecen. Además, aborda el tema de la maternidad tal cual, sin tapujos. ¿Considera que aún hay tabúes en la maternidad y se habla poco de temas tan clave?
Todavía hay un montón de temas de los que no se hablan y que creo que no es inteligente no tratarlos, porque al final, te los vas a encontrar. Yo no lo hago como abanderada de nada, sino desde mi experiencia, sin filtros. No te voy a contar una rabieta de mi hija, más que nada porque estoy consolándola y no grabándola, pero sí te cuento mi día a día y las piedras con las que me encuentro. Las luces de la maternidad las vemos todas, porque salen en las películas, pero luego también hay muchas sombras, que nadie te cuenta y te las encuentras. Si te las explican, te prevén y, además, luego no te sientes tan desgraciada, mejor. Porque sí, por ejemplo, tú no duermes y crees que eres la única que no lo haces, te sientes fatal. Si tu hija toma chupete y no lo deja con 6 años, también te sientes mal, pero si, de repente, hay padres en tu entorno, que viven lo mismo, es como mal de muchos, consuelo de pocos…así, que intento enseñarlo, que se vea que soy muy feliz, que no lo cambio por nada del mundo, pero hay muchos momentos en los que te vienes abajo, como es natural. Al final todo pasa, todo vuelve, pero casi nada es para tanto. Intento relativizar mucho e irradiar esa energía que genéticamente tengo para contagiarla.
La Promesa, Tierra de Lobos o Amar es para siempre… ¿Cómo se prepara una actriz en el día a día para tantos rodajes y cambios de ciudades y estar al 100 %? Imagino que la educación física ha sido algo clave en su vida al estudiar INEF y esto le habrá ayudado…
Eso es. La verdad es que intento hacer deporte de manera más o menos constante. Me gusta hacerlo sobre todo en familia, sacando las bicicletas, los patines, por ejemplo, movernos en grupo y asentar buenos hábitos desde pequeñas a mis hijas. Pero, lo único que hago, es alimentarme de una forma más o menos equilibrada, pero sin cortarme de nada. Intento medir. Además, tengo 4 ojos mirándome constantemente (entre risas), que son mis hijas, y también predicar con el ejemplo. Hay que sembrar lo que uno quiere recoger. También mantenerme activa y tomarme la vida con mucha relativización. Soy una persona muy exigente, pero con los años me he hecho más transigente, e intento no amargarme mucho con un tema. Sonreír mucho también te da las mejores vitaminas que uno puede tener. Cuando uno sonríe le da alegría al de enfrente y te lo devuelve.
¿Cómo cree que la farmacia puede ayudar a no colapsar la atención primaria?
Obviamente ningún complemento alimenticio, como puede ser este producto de vitaminas, te evita que el niño se ponga malo, pero ayuda. Qué duda cabe que, si te alimentas bien y tomas esto, por ejemplo, no es que recaigas menos, sino que tu sanación será antes. Si descansas las horas apropiadas, mantienes una alimentación sana y te abrigas cuando hace frio y desabrigas cuando hace calor, te complementas con este tipo de productos, te sentirás mejor, irás menos al pediatra y se saturará menos la atención primaria, que ahora mismo, no dan abasto.
¿Tiene algún imprescindible de farmacia en su neceser del día a día?
Llevo siempre hidratante de labios de farmacia, tanto para protegerlo como para una vez agrietado hidratarlo porque vivo en un ambiente húmedo y no me acabo de acostumbrar a la sequedad de Madrid.
Participa en la exitosa serie Machos Alfa, ¿en lo relativo a machismo, en qué punto cree que nos encontramos?
Aún hay mucho que rascar. Por eso yo creo precisamente que tiene éxito la serie, porque se atreve a decir cosas que a lo mejor en la calle aún cuesta decirlas, aunque se piensen. Es como una segunda vuelta a la comedia, con un humor más negro, canalla y muy real. Sin querer hacer la gracia, es la propia situación la que la provoca.
¿Crees que está habiendo un cambio de mentalidad social y se están tachando ciertos tabúes?
Ojalá. Al final, nosotros contamos cosas, para concienciar unas veces y culturizar otras. Cuando hacemos teatro, por ejemplo, intentas que la persona que viene salga con algo cambiado y removido.
PARA CONOCERTE MEJOR
¿Cuál es su leitmotiv? ¿Cómo se defines? Sonrisa por montera.
¿Qué libro de cabecera recomendaría? Me ha gustado mucho, porque es una lectura muy ligera, El arte de no amargarse la vida. Lo leí hace años y sigo aplicando cosas, como, por ejemplo, ponerle nombre real a lo que te pasa, porque a veces dices ‘Esto es horrible’. Y no es así. Puede ser un fastidio, pero insoportable es un dolor que no te deje moverte, no otras cosas. Te hablo de cosas banales, cuando, en ocasiones, ponemos un nombre demasiado superlativo a algo que nos pasa y automáticamente eres una desgraciada. Y no es así. Hay que llamar a cada cosa por su nombre.
¿Cuál ha sido el mejor consejo que le han dado?
Mi madre siempre me ha dicho que me recuerden por ser buena persona y no por ser buena actriz. Intento siempre hacer bien mi trabajo, por supuesto, pero también dar la mejor versión de mí, porque me hace sentir mejor y cuando das tu mejor versión la gente te da la suya.