pablo puyol
pablo puyol

Sábado por la tarde-noche. Teatro Amaya. La gente se reúne para ver Muerte en el Nilo, la adaptación teatral de la obra de Agatha Christie. Entre bambalinas, y antes de la siguiente actuación, ya que tiene doblete, nos recibe el actor Pablo Puyol (Málaga, 26 de diciembre de 1975) para explicar a los lectores de Consejos de tu farmacéutico lo que hay detrás de esta nueva obra que se acaba de estrenar y curiosidades de su trayectoria profesional.

Mucho ha llovido ya desde UPA Dance, uno de los proyectos por el que Pablo Puyol es más conocido, pero la verdad es que, desde entonces, este actor apasionado de su tierra no ha parado de hacer cosas. Ha ido alternando teatro y cine, sin dejar de luchar y crecer profesionalmente. Estudió biología y se graduó en la Escuela Superior de Arte Dramático en Málaga. Eso sí, nunca ha dejado la interpretación.

¿Qué te ha convencido y qué reto supone interpretar esta nueva aventura de Agatha Christie Muerte en el Nilo?
La verdad es que me convenció que, además de dirigirla Víctor Conde (con el que ya he trabajado anteriormente en Crimen Perfecto), hacer algo de Agatha Christie es muy interesante siempre. También el papel, que hago de detective, que es el que lleva más el peso de la función y era una responsabilidad que quería asumir, me apetecía llevarla a cabo. Así que no pude decir que no.

Es una obra en la que se sacan los instintos más básicos. ¿Te has visto alguna vez en una situación así (aunque no obviamente a este nivel)?
Hombre, no. Pero si es verdad que son este tipo de circunstancias las que te sacan de tu ser normal, donde no tienes problemas y, de repente, sale la bestia que llevas dentro. No me he visto nunca en una situación tan así, pero sí que he notado alguna vez ese bicho dentro que dice: “si esto lo dejas salir igual la lía parda”.

Como comentas, haces de detective en la obra. Si lo fueras en la vida real ¿Qué te gustaría investigar?
Uff pues no me gustaría enterarme de nada de lo que hay porque creo que acabaría matando gente, de cómo está todo (entre risas).

¿Qué te ha enseñado este personaje?
Pues mira, me ha enseñado a estar mucho más atento a todo. A vigilar a la gente cuando habla, cuándo no, a vigilar lo que hacen por pequeño que sea… También a tener más peso en escena, a controlar más la situación en la obra, a estar pendiente todo el rato, porque al fin y al cabo el personaje que hago es el que controla la obra y todo lo que pasa. Tengo que estar muy metido, porque como no salimos de escena en la hora y cuarenta que dura, esa tensión hay que mantenerla permanentemente, con lo cual es un esfuerzo.

Empezaste como actor profesional en Grease, Rent, seguiste con La Bella y La Bestia… hasta UPA y la infinidad de apariciones en la gran pantalla… Si no me equivoco has hecho 8 musicales ¿Cuál es tu sueño profesional? ¿Qué proyecto te gustaría hacer?
Siempre digo que me gustaría mucho hacer una película de acción o de superhéroe. Eso tiene que ser muy divertido. De un tiempo a esta parte sólo quiero hacer cosas que me diviertan. Y hacer algo así tiene que ser chulo de llevar a cabo.

Vas al gimnasio, no eres de salir mucho, cuidas la dieta, eres vegano…   ¿Qué otros hábitos tienes a la hora de cuidarte?
Ya los has dicho todos. ¿Qué más quieres que haga chiquilla? Ya bastante que hago todo eso. (Entre risas).

Como sabes, Consejos de tu farmacéutico es una revista que se distribuye en farmacias. ¿Has tenido alguna anécdota curiosa en alguno de estos establecimientos? ¿Sueles pedir asesoramiento cuando acudes?
No, bueno, me acuerdo que, cuando era muy joven e iba a pedir mis primeros condones me acababa llevando tres cosas distintas menos eso que no me atrevía a pedir. Pero eso era antes. Ahora ya, por suerte, eso ha cambiado. Pero hace años, como digo, cuando era joven sí que me acuerdo de pedir: mmm unas aspirinas, unas tiritas…todo menos los preservativos… (Entre risas).

¿Cómo crees que puede ayudar o influye el teatro en la salud?
Yo creo que cualquier evento artístico o cultural hace que la cabeza se vaya a otro lado, te olvides de tus problemas por un rato y eso es muy sano. No que los olvides para siempre, eso tampoco es bueno, ya que hay que solucionarlos, pero sí es bueno dejar esa válvula de presión para que salga un poco de aire. Por eso, creo que venir al teatro, ir al cine, a un concierto, te relaja durante un tiempo, te olvidas de tu vida y te involucras con la vida de otros (los personajes), que para eso estamos, para enseñar otras cosas y ayudar a desconectar.

¿Aparte de Venidos a menos qué otros proyectos tienes a la vista?
Pues se supone que en junio protagonizaré una película.

PARA CONOCERTE MEJOR

Cine o teatro: Teatro.

Un libro de cabecera: El quinto día.

Una película: Interestellar.

Tu leitmovit o filosofía: Lo consiguieron porque no sabían que era imposible.

 

Por Bárbara Fernández

 

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Redacción Consejos

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