Tania Llasera: «Me encantan las farmacias: siempre he sido carne de cañón, me vuelvo loca en ellas»

Además de ser un conocido rostro de TV, Tania Llasera se ha convertido en voz de otro canal en auge: las redes sociales, siendo embajadora del body neutrality, tendencia que anima a aceptarnos a nosotros mismos con nuestro cuerpo. Además, también es conocida por ser toda una “instamami”, mostrando la maternidad real, sin filtros. Ahora lanza su libro Mujer tenía que ser… para todas las que están hasta el coño (Libros Cúpula), una reivindicación de la libertad de las mujeres de vivir en su piel sin buscar la aprobación externa: “una oda al feminismo, amor propio y un grito a la libertad que suena alto y claro”. Siempre con grandes dosis de humor y frescura, como a ella le caracterizan. Para ella es el momento de decir “hasta aquí” y de que estamos muy lejos de ser el sexo débil que nunca fuimos. Se puede decir más alto, pero no más claro.

Por Bárbara Fernández

Acaba de lanzar su libro donde reivindica la libertad de las mujeres de vivir en su piel sin necesidad de validez externa, sin ser juzgadas o cuestionadas por nadie que no sea una misma ¿En qué punto cree que nos encontramos?

Creo que nos encontramos en un punto de inflexión. La pandemia ha puesto de manifiesto que las cosas no han cambiado tanto como pensábamos. Pretenden que las madres criemos como si no trabajáramos y que trabajemos como si no criáramos. Es un punto ideal en el que la juventud tiene la mente muy fresca y abierta. Ya han salido más libros parecidos al mío, con lo que ha llegado un momento en el que estamos saturadas e invitamos al cambio, que está en nosotras, pero tiene que acelerarse un poco.

Entonces, ¿seguimos teniendo presiones y obstáculos?

No es que lo crea, es que lo vivo. Vivo la maternidad y mi realidad, que sigue siendo una realidad privilegiada, y aun así tengo cosas de las que quejarme, con presiones, una carga mental y una hartura bastante importante.

¿Y qué más cree que podemos hacer?

Pues pienso que todo empieza en la educación de las nuevas generaciones, aunque no creo que tampoco sea tarde para otras más mayores. Todas podemos unirnos y tener la llave del cambio. La educación y preparar a la gente joven para las redes sociales, para la gestión emocional, enseñarles a hacer su propia terapia, a conocerse y saber qué se quiere en la vida. Customizar la educación a cada individuo.

Se podría decir entonces que este libro es un llamamiento al “necesito quererme y valorarme yo, sin importar lo que digan los demás”.

Eso es. Entiendo que hay una edad en la que es necesario ser parte de la masa, que se quiera pasar desapercibida, porque no se quiere destacar, pero luego hay una edad que pasamos todos, que es parte del crecimiento, en la que llega un punto, distinto en cada uno, en el que hay que apechugar, entender quiénes somos, y que ese empoderamiento sea realmente lo que cada uno necesita, según quien sea y sus circunstancias. No lo que diga la sociedad.

Después está la brecha salarial, el techo de cristal, los roles pre asignados, las exigencias sociales y estéticas o las responsabilidades impuestas basadas en algo tan aleatorio como nuestro género. ¿Qué más nos queda por hacer? ¿Considera que no somos libres entonces?

Creo que hay mucho machismo velado en la sociedad, que ya ni vemos, se han invisibilizado muchas conductas. Por supuesto existen el techo de cristal, la brecha salarial… Ya tardan en cambiar ciertas cosas. Siempre hay algo que queda. Hasta que no lleguemos a la igualdad absoluta va a pasar tiempo, pero no hay que desistir, sino seguir y seguir y avanzar.

“Desestigmatizar desde el punto de vista farmacéutico me parece importante”

Y las farmacias. ¿Qué se podría hacer desde este establecimiento para poner su granito de arena?

Pues mira, me encantan las farmacias. Siempre he sido carne de cañón. Me vuelvo loca en ellas. Además, las españolas. Se podría hacer tanto… Por ejemplo, asesoramientos. Al final las medicinas y drogas son puentes, como una muleta, que te ayudan a pasar grandes dramas, son tan necesarios… Los medicamentos están para ayudar. Para eso están las medicinas. Hay que desestigmatizar e informar sobre lo que es una depresión o la pérdida de un hijo o un familiar. Desestigmatizar desde el punto de vista farmacéutico me parece importante.

¿Qué claves podemos tener para lograr nuestros objetivos? ¿Cuál es su leitmotiv?

Pues en todo momento escucharte a ti misma, que tienes una voz y es la más importante en tu vida. Y la de nadie más.  

La felicidad es la clave en la vida. ¿Cree que somos felices? ¿Está estigmatizada a pesar de tener más medios que otras generaciones?

La felicidad está sobrevalorada. Yo aspiro a estar contenta, que es diferente a ser feliz. La felicidad, tristeza… las emociones transitan y pasan. Pero estar contenta es algo que puedes controlar. Yo me levanto e intento ver el lado positivo, y si te pasa algo negativo, darle la vuelta. No siempre se puede, pero hay que probar.

¿Qué papel cree que tienen las redes sociales en este aspecto?

Las redes sociales no dejan de ser un escaparate donde customizas y evitas lo que publicas y lo que no, entonces creo que la gente tiene mucha hambre de realidad y autenticidad, de ver lo que no es instagrameable normalmente. Creo que nos debemos a nosotras mismas sacar la parte menos bonita de la vida a veces, para que no se creen tantas envidias. También hay momentos de mierda que deberían estar subidos porque la vida es así. No es siempre felicidad, fiestas y risas.

PARA CONOCERLA MEJOR:

Como se define: Todoterreno.

Un libro:  Me está gustando mucho Gracias, vida, deLucía Be.

¿Cuál ha sido el mejor consejo que le han dado?  Que confíe siempre en mi propio instinto, dado por mi madre.

¿Y el que ha dado? Suelo copiar el de mi madre (entre rísas). Pero, en general, no fustigarse y seguir hacia adelante.

Su mayor reto: Seguir siendo tal como soy e intentar ayudar lo que pueda dentro de mi salud mental.