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Expertos vinculados a GeSIDA (Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica) del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid han puesto en marcha un estudio pionero para analizar por vez primera la seguridad y la eficacia de una innovadora terapia para mejorar el sistema inmunológico de los pacientes con VIH, consistente en transferir bacterias intestinales –es decir, microbiota, en pequeñas dosis y de manera repetida– de donantes sanos a pacientes con el virus, con el fin de prevenir y ralentizar la aparición de comorbilidades asociadas a la infección así como, en términos generales, mejorar el estado de salud del paciente.
En las primeras semanas de la infección, el VIH infecta y destruye la mayor parte de los linfocitos CD4 del intestino, en donde residen el 80% del total de estas células del cuerpo. Tras el inicio del tratamiento antirretroviral, se ha observado que, respecto a lo que sucede en la sangre, en la mucosa intestinal la recuperación inmunológica es más tardía e incompleta. La alteración de la composición y el funcionamiento de las bacterias intestinales –fundamentales para la efectividad del sistema inmunitario–, se relacionan asimismo con la persistencia de déficits inmunológicos e inflamación.
El exceso de inflamación favorece un envejecimiento acelerado en la población portadora del virus, hecho que se debe en gran medida, a un trasvase de productos bacterianos desde el intestino a la sangre. Este proceso duplica asimismo el riesgo de padecer enfermedades asociadas al envejecimiento, tales como patologías cardiovasculares, cánceres o enfermedad renal avanzada.
Estudios han demostrado que la composición y actividad de las bacterias intestinales alteradas en las personas con VIH puede favorecer o dificultar la recuperación inmunológica, la inflamación y, posiblemente, la aparición de complicaciones médicas.
En el caso de conseguir que este proyecto pionero muestre su efectividad, los beneficios potenciales que obtendrían los pacientes al normalizar la flora intestinal están relacionados con los fenómenos en los que las bacterias intestinales parecen estar más involucradas. Es decir, con una mayor recuperación inmunológica, una mejor respuesta a las vacunas y una reducción de los niveles de inflamación, lo que estaría relacionado con una menor aparición de complicaciones médicas.
“La transferencia de microbiota en dosis y bajas y repetidas no se ha analizado hasta la fecha en otros estudios. De demostrar su eficacia, esta novedosa estrategia terapéutica no sólo beneficiaría a las personas con VIH. También podría explorarse en otras enfermedades en los que la microbiota intestinal parece jugar un papel fundamental como, por ejemplo, enfermedad inflamatoria intestinal, colon irritable, obesidad, diabetes, enfermedades autoinmunes, etc.”, explica Sergio Serrano, de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario Ramón y Cajal y coordinador de este estudio.