Soluciones, consejos y uso adecuado de laxantes.
El estreñimiento puede estar causado por falta de fibra, estrés o la toma de ciertos medicamentos. Los cambios en la alimentación y la actividad física son clave.
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“Últimamente me cuesta mucho ir al baño. Yo estaba acostumbrada a ir todos los días y ahora voy sólo dos o tres veces por semana. ¿Sería conveniente tomar un laxante?” Nos escribe… Aurora (Valencia)
El estreñimiento es un trastorno caracterizado por la disminución del número de deposiciones o por la existencia de esfuerzo o dificultad excesiva para expulsar las heces. Aunque la causa más frecuente del estreñimiento crónico leve suele ser la falta de fibra en la dieta, otras veces puede estar relacionado con la presencia de alguna enfermedad, siendo un síntoma frecuente en personas con diabetes y enfermedades del tiroides. También existen evidencias que apuntan a cuadros de estrés y ansiedad como causa de estreñimiento, lo cual se explica por los efectos que las hormonas del estrés tienen en el cuerpo. En estados de estrés y ansiedad, la alteración de la conexión eje intestino-cerebro reduce la motilidad (velocidad del tránsito de los alimentos) a través del tubo digestivo, lo que provoca estreñimiento. Otras posibles causas que pueden provocarlo son los medicamentos para tratar el dolor, la depresión y algunas enfermedades del corazón.
Pon de tu parte
- Bebe gran cantidad de líquido durante y entre las comidas, por lo menos de 3 a 5 vasos extra de agua por día, especialmente por las mañanas.
- Agrega a la dieta frutas con piel, verduras, preferentemente crudas y alimentos ricos en fibra (hortalizas, pan integral…).
- Come despacio y mastica bien los alimentos.
- Aumenta la actividad física diaria y camina al menos 30 minutos diarios.
- Reserva un tiempo tranquilo e ininterrumpido para ir al baño.
- También es bueno intentar evacuar cuando se siente la necesidad.
Cuando la voluntad falla
- Laxantes que aumentan el volumen fecal. En este grupo se incluyen los laxantes formadores de masa (básicamente suplementos de fibra) y los laxantes osmóticos. Uno de los principales problemas que producen es la sensación de distensión abdominal y flatulencia, que se deben a la fermentación de la fibra una vez ha llegado al colon. Los laxantes osmóticos se basan en su capacidad de extraer y retener el agua en la luz intestinal, aumentando el volumen de las heces. Entre ellos se encuentran el macrogol, el polietilenglicol y la lactulosa.
- Laxantes estimulantes. Su efecto de acción se basa en la estimulación directa de los movimientos intestinales, induciendo la actividad motora del colon. Los más utilizados son el bisacodilo, la cáscara sagrada y los senósidos.
- Laxantes emolientes. Producen una emulsión de heces con grasas y agua. Entre ellos se encuentra el aceite de parafina o la glicerina, si bien no es frecuente usarlos como tratamiento de mantenimiento.
- Enemas. En algunos casos se pueden emplear enemas de limpieza con el fin de evitar la impactación fecal tras varios días sin defecar.
A la hora de administrar laxantes, siempre es recomendable la supervisión de profesionales para evitar un efecto rebote.