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Vacunarse de la COVID-19 no trae mayores consecuencias, salvo en un pequeño porcentaje de pacientes, jóvenes y hombres la mayoría, que sí pueden reaccionar con una inflamación cardíaca que engloba la miocarditis y/o pericarditis, normalmente tras la administración de la segunda dosis de la vacuna basada en ARNm. Te explicamos en qué consiste.
En ocasiones, nuestro sistema inmunitario reacciona provocando la inflamación del músculo cardíaco en respuesta a una infección o a algún otro desencadenante, como algún fármaco o sustancia tóxica, que afectan a nuestro corazón, provocando una miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) o una pericarditis (inflamación de la membrana que recubre el corazón). Es el caso de una infección provocada por el virus SARS-CoV-2, y también por su inoculación en vacunas basadas en ARNm del virus. Las causas no infecciosas incluyen sustancias que son tóxicas para el corazón (como el alcohol y la cocaína), ciertos medicamentos y algunos trastornos autoinmunitarios e inflamatorios.
Evolución favorable
“Aunque las vacunas contra el SARS-CoV-2 son una de las principales herramientas en la lucha contra la COVID-19 y han mostrado un buen perfil de seguridad, no obstante, un pequeño número de personas puede desarrollar enfermedad inflamatoria cardiaca tras su administración”, indica el doctor Pablo Pastor Pueyo, primer firmante del estudio presentado en el Congreso SEC22 de la Salud Cardiovascular, que ha demostrado que la gran mayoría de los casos de miocarditis y pericarditis asociados a las vacunas contra la COVID-19 evolucionan de manera favorable y sin complicaciones.
El estudio ha incluido a 139 pacientes de 27 hospitales españoles diagnosticados con miocarditis o pericarditis aguda dentro de los 30 días posteriores a la administración de cualquier vacuna contra la COVID-19. “La mayoría cursó con síntomas leves y, aunque el 8,6% de los pacientes ingresados sufrió al menos una complicación grave durante la fase aguda inflamatoria, ninguno falleció”, puntualiza el doctor Pastor Pueyo. La mayoría de los pacientes fueron tratados con antiinflamatorios no esteroideos y colchicina.
Adolescentes y hombres jóvenes
Los casos de enfermedad inflamatoria cardiaca (miocarditis y pericarditis) tras la administración de la vacuna contra la COVID-19 afectan mayoritariamente a hombres jóvenes y aparecen especialmente en la primera semana tras la administración de la segunda dosis de una vacuna del tipo ARN mensajero.
En cuanto a los síntomas de la miocarditis, están asociados a la insuficiencia respiratoria y son cansancio, dificultad respiratoria, hinchazón (edema), conciencia de los latidos cardíacos (palpitaciones) y muerte súbita. Cuando la inflamación del pericardio se presenta junto con miocarditis, los afectados pueden sufrir dolor torácico punzante, que puede extenderse al cuello, la espalda o los hombros.