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La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es un trastorno complejo caracterizado por síntomas respiratorios y una restricción persistente del flujo de aire. Con una prevalencia del 11.8% en mayores de 40 años en España, el Estudio EPISCAN II revela que 1.5 millones de pacientes viven con EPOC sin diagnóstico.

Muchos pacientes posponen la visita al médico y el diagnóstico de EPOC, atribuyendo su tos o disnea al consumo de tabaco y sintiéndose estigmatizados y culpables. La Dra. Salud Santos, neumóloga y coordinadora del Grupo de trabajo de EPOC de la Sociedad Catalana de Neumología (SOCAP) asegura que «el tabaco enmascara la EPOC«. Muchos pacientes, explica, retrasan su visita al médico y su diagnóstico de EPOC porque consideran que su tos o su disnea se debe al consumo de tabaco y, a su vez se sienten estigmatizados y culpables en su condición de fumadores. “El tabaco enmascara la EPOC, pero la EPOC existe más allá del tabaco y es una enfermedad con muchas causas, es una enfermedad muy frecuente, crónica y que hay que tratar cuanto antes mejor. Si solo tratamos a demanda, llegamos demasiado tarde y no estamos abordando el verdadero problema de salud pública que es la EPOC”, añade la experta.

En este contexto, la farmacia comunitaria emerge como una pieza crucial en el cuidado de la EPOC. Además, la detección temprana en Atención Primaria, la formación informativa sobre tabaquismo por parte de enfermería, el seguimiento del tratamiento y el control de pruebas especializadas son elementos esenciales. La continuidad asistencial, respaldada por seis sociedades científicas en el documento «Criterios de derivación en EPOC. Continuidad Asistencial,» propone un enfoque coordinado entre atención primaria, neumología, enfermería y farmacia, apoyando la gestión integral de la EPOC.

Fluctuaciones en el peso

Los pacientes a menudo presentan alteraciones en el peso, generalmente acompañadas de una disminución de la masa muscular y un aumento de la masa grasa. Para ellos, aprender a comer se convierte en una cuestión vital, por su alta dependencia del oxígeno y el gasto que de él requieren el acto de comer y la digestión.

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es una enfermedad prevenible y tratable caracterizada por una limitación del flujo aéreo. Tiene una evolución progresiva y se debe a una respuesta inflamatoria anormal de los pulmones a partículas nocivas o gases, causada primariamente por el cigarrillo. También produce consecuencias sistémicas, como alteraciones en el metabolismo óseo. A medida que la enfermedad avanza se produce un progresivo deterioro del estado nutricional y de la calidad de vida, además de una alteración de la respuesta inmune que los predispone a padecer enfermedades como la neumonía.

Las alteraciones en el peso son muy habituales en estos pacientes. Esto sucede porque al consumir más oxígeno y requerir un mayor trabajo respiratorio, el organismo necesita más energía, lo que, acompañado de pérdida de apetito, cansancio y tos frecuente, hacen que los pacientes tengan dificultades para cubrir los requerimientos de nutrientes y energía que el cuerpo necesita. Estos requerimientos de energía aumentan a la hora de las comidas, ya que el acto de comer en sí y la digestión requieren del consumo de más oxígeno. Por lo tanto, si tienes EPOC procura incorporar a tu vida las siguientes pautas:

  1. Descansar antes de comer.
  2. Hacer comidas ligeras, poco abundantes y repartirlas en entre cuatro y seis tomas al día. Evitar comer en exceso.
  3. En caso de utilizar oxígeno, hay que usarlo durante y después de la comida. El acto de comer y la digestión requieren de energía, lo que aumenta la necesidad de oxígeno.
  4. Elegir alimentos que sean fáciles de preparar.
  5. Comer despacio, sentado y masticando bien la comida.
  6. Si al comer tiene problemas de disnea, es mejor que lleve una dieta blanda, que sea fácil de masticar y que tenga una textura suave.
  7. Evitar alimentos productores de gas como legumbres (lentejas, alubias, garbanzos), coles (brócoli, coliflor, repollo), tubérculos, verduras de hoja crudos (acelga, espinaca, lechuga, etc.) y bebidas con gas.
  8. Evitar los fritos y optar por cocinar los alimentos al vapor, hervidos o a la plancha.
  9. Evitar las carnes curadas, como chorizo, salchichón y demás embutidos, ya que pueden aumentar la inflamación de los tejidos, lo que afecta a la función pulmonar.
  10. Comer proteínas saludables como leche baja en grasa y queso, huevos, carne, pescado y nueces.
  11. Consumir grasas saludables como aceites de oliva virgen extra.
  12. Para prevenir el estreñimiento debe seguir una dieta rica en fruta (3-4 raciones al día), verdura y pescado (2-3 raciones por semana, de las que 2 sean preferiblemente pescado azul). También es bueno aumentar el consumo de cereales integrales.
  13. Tomar líquidos en abundancia para mantener las vías respiratorias limpias o con moco menos espeso. Es mejor hacerlo antes de las comidas o al finalizarlas.
  14. Reducir el azúcar refinado de pasteles, galletas y refrescos.
  15. Limitar la ingesta de sal, ya que el exceso de sodio puede hacer retener líquidos que puede dificultar la respiración.
  16. Limitar el consumo de bebidas con cafeína, ya que pueden interferir con alguno de los medicamentos y resultar excitantes.

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Paula Rivero

Soy de la primera promoción de Periodismo que salía del "horno" de Sevilla (en todos los sentidos), allá por el año 94, estudios que completé con los de Historia Contemporánea, licenciándome en...