ulcera varicosa

Las úlceras cutáneas crónicas que aparecen en las extremidades inferiores se asocian a varices e insuficiencia venosa en más de un 80% de los casos, denominándose en estos casos úlceras varicosas. ¿Lo peor? Tardan en curar y suelen reaparecer.

En pacientes con insuficiencia venosa las venas de las piernas no pueden impulsar la sangre al corazón como deberían. Esta sangre estancada ejerce presión sobre los tejidos formando una úlcera o llaga abierta que, en la mayoría de los casos, suele formarse en la parte baja de la pierna, por encima del tobillo y por debajo de la pantorrilla. Estas lesiones se consideran la última fase de la enfermedad varicosa, pueden tardar en curar y a menudo reaparecen si no se toman medidas para prevenirlas.

Los síntomas paso a paso

  1. La primera señal de una úlcera varicosa es el aspecto de la piel: la zona afectada se torna de color marrón, rojo oscuro o morado, se produce un engrosamiento de la piel, se reseca y puede causar hormigueo y picazón.
  2. Si no se instaura ningún tratamiento, puede aparecer una úlcera y provocar dolor. Además, se pueden sentir otras molestias como piernas hinchadas y pesadas.
  3. Si la herida se infecta, puede aparecer pus y mal olor. La zona que rodea la herida también puede estar más sensible y enrojecida.

En cuanto se perciban las primeras señales de aviso de una úlcera cutánea varicosa hay que contactar lo antes posible con el médico para impedir dentro de lo posible que se forme la úlcera. De igual modo, si ya ha aparecido la lesión, hay que tratarla de inmediato: las úlceras nuevas y más pequeñas tienden a sanar más rápidamente.

¿Qué hacer?

El tratamiento de la úlcera varicosa está encaminado a corregir la causa que la produce, la hipertensión venosa, mediante la compresión (con medias o vendajes específicos que evitan que la sangre se estanque favoreciendo el retorno al corazón), reposo y elevación de las piernas. Además, si ya ha aparecido la úlcera, es necesaria la realización de curas locales con antisépticos para evitar la infección y la aplicación de apósitos especiales. Cuando existe un retraso en la cicatrización final, pueden aplicarse pequeños injertos de piel para cubrir la zona.

En algunos casos la hipertensión venosa se puede corregir quirúrgicamente. La escleroterapia en microespuma es un procedimiento ambulatorio e indoloro, que no precisa anestesia y que permite corregir localmente la hipertensión venosa, cerrando la úlcera por lo general en pocas semanas.

>>Si no se corrige la hipertensión venosa, estas úlceras se pueden convertir en lesiones crónicas, de grandes dimensiones y con graves complicaciones.

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Redacción Consejos

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