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Palma de Mallorca será el próximo campo de trabajo en el que expertos, docentes, familias y afectados reivindiquen políticas inclusivas y no discriminatorias para las personas con dislexia. El objetivo: acabar con el fracaso escolar y crear conciencia de las inmensas posibilidades que existen para este colectivo.
Gracias a la lucha que han emprendido colectivos y organizaciones como Disfam o la Federación Española de Dislexia (FEDIS), este trastorno del aprendizaje puede, a día de hoy, diagnosticarse a partir de los 7 años e incluso antes. Algo fundamental para que el niño crezca sin traumas y pueda seguir sus estudios y vida laboral sin contratiempos en la etapa adulta. Sin embargo, el sistema sigue haciendo aguas por todas partes, y una prueba de ello es la exclusión de la dislexia del Pacto Educativo, así como la discriminación de la que hace gala el Ministerio de Educación cada año, al no incluirla en el sistema de becas que el ministerio convoca a nivel nacional para el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, a pesar de ser parte de él, según la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Así lo denuncia también la Plataforma Dislexia, que lucha por hacer valer los derechos del colectivo de personas que tienen dificultades específicas de aprendizaje.
Educación con C de Calidad
Precisamente para reclamar una “Educación con C de Calidad” para los niños con dislexia, tendrá lugar el 9º Congreso IX Congreso Nacional e Iberoamericano de Dislexia y otras DEA en Palma de Mallorca, del 23 al 25 de noviembre. Entre sus reivindicaciones figura la necesidad de lo que ellos llaman una Adaptación no significativa, en la que todos los niños tengan los mismos contenidos y objetivos, pero con un acceso a ellos diferente. Es decir, que, según indican en la web de Disfam, el alumno con este tipo de adaptación, cumplirá con los mismos objetivos que el resto de compañeros, tendrá los mismos contenidos, pero el acceso será distinto en cuanto a metodología. Por ejemplo, una persona con dislexia, y por lo tanto con dificultades en el canal de la lectura y escritura, va a tener un rendimiento más alto si realiza los exámenes orales. Así lo explica Araceli Salas, Fundadora de Disfam y miembro de la Federación Española de Dislexia (FEDIS), y una de las impulsoras en España del Protocolo de detección Prodislex, un protocolo de detección y actuación gratuito disponible en la web de Disfam y que ya cuenta con más de un millón y medio de descargas. Avalado por la Consejería Balear y por la Universidad de la Comunidad de Baleares, es como una guía que abarca desde infantil a Bachillerato y FP, que sirve de orientación al profesorado a la hora de elaborar esas adaptaciones curriculares.
Conociéndola mejor
Reconocida internacionalmente como trastorno del neurodesarrollo DSM-V y CIE-X en los manuales de la Organización Mundial de la Salud, la dislexia es un trastorno de aprendizaje que afecta a un 10-15 de la población, aunque hay muchos niños y adultos sin diagnosticar. Según explica Araceli Salas, se trata de un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por la dificultad persistente en el niño, a pesar de tener una inteligencia normal, en las áreas de lectura y escritura. Son niños que tienen también dificultades en la atención, en el acceso al léxico, en la memoria a corto plazo, la lateralidad, el concepto espacio-tiempo, etc. En definitiva, es un trastorno del aprendizaje que implica mucho más que tener dificultades en la lectura y en la escritura, y ello teniendo en cuenta, además, que no existen dos disléxicos idénticos y por tanto cada caso es único. Según el CIE-10, los disléxicos manifiestan de forma característica dificultades para recitar el alfabeto, denominar letras, realizar rimas simples y para analizar o clasificar los sonidos. Además, la lectura se caracteriza por las omisiones, sustituciones, distorsiones, inversiones o adicciones, lentitud, vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit en la comprensión.
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