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Desde su consulta en el CENTRO CRECIENDO, “su gran orgullo”, y con su bata y su fonendo, Lucía mi Pediatra salta cada día y sin miedo a escenarios tan distintos como el de la divulgación y la comunicación, distinguiéndose como una de las blogueras (su blog www.luciamipediatra.com recibió el premio Bitácoras 2015 al mejor blog de salud e innovación científica), y escritoras más exitosas de nuestro país: sus seguidores se cuentan por cientos de miles (nada menos que 600.000) y las entradas a sus conferencias se agotan “ipso facto”. Autora de cinco libros, entre ellos el bestseller «Lo mejor de nuestras vidas» (Editorial Planeta), que ya va por su décimo sexta edición, y a punto de publicar su sexta obra, (en total más de 26 ediciones, que se dice pronto), en todos ellos late su amor incondicional por la PEDIATRÍA y los niños.
Por encima de su perfil como divulgadora, escritora y comunicadora, usted se considera PEDIATRA con mayúsculas. Cómo y cuándo descubrió su profesión. Qué les diría a los estudiantes que se lanzan a estudiar esta especialidad.
A los cinco años tuve una enfermedad (una sepsis meningococócica) que me cambió la vida. Desde ese momento supe que quería y que sería pediatra; en mi cabeza no cabía otra opción. “Yo me mayor quiero ser médico de niños para que ningún niño pase por esto otra vez” les dije a mis padres cuando salí del hospital y hasta que no logré, no paré. A los futuros pediatras les diría las cinco cosas que yo aprendí de aquella experiencia y que luego nadie más me enseñó:
-Nunca mientas a tu paciente, aunque sea un niño. No le prometas cosas que quizá no puedas cumplir. “Mañana te irás a casa, esto no te va a doler nada de nada y un largo etc.
-Explícale a tu paciente todas las cosas que le vas a hacer, aunque sea un niño. Dale tiempo para que se prepare y sepa en todo momento qué vas a hacer con su cuerpo. Confía en él, en sus padres, no les separes.
-Si trabajas con niños, trátales como a niños. Ayúdales a seguir soñando a fantasear, mantén su inocencia intacta. Juega con ellos, cuéntales historias y cuentos, acaríciales, forma parte de tu trabajo.
-No desnudes completamente a tus pacientes si no hay necesidad de ello, si son niños tampoco. Los pacientes, como los médicos, como todo el mundo tienen pudor; los niños también.
-Jamás culpabilices a un paciente por su enfermedad, tampoco si es un niño. Bajo ningún concepto juzgues ni castigues a un paciente o a su familia, menos aun si es un niño. EMPATÍA, EMPATÍA, EMPATÍA, grábatelo a fuego, nadie está libre de que mañana seas tú o tu hijo el que esté en esa cama.
Trabajó durante más de 15 años en distintos hospitales de la provincia de Alicante donde hacía guardias, hospitalización, partos y consulta de pediatría hasta visualizar su sueño y ponerse manos a la obra: el CENTRO CRECIENDO. ¿Cómo surgió la idea de asociarse con su amigo y psicólogo, Juanjo Saval? ¿Cómo fueron sus comienzos?
Juanjo y yo nos conocemos desde hace más de una década. Cuando se empezamos a compartir pacientes, nos dijimos: Tú yo tenemos que tener un centro, un centro propio donde podamos dar solución a todos los problemas de nuestras familias en su conjunto y no tener que derivarlos de una unidad a otra, muchas veces incluso en distintas ciudades. Un lugar donde podamos trabajar en equipo. Y lo que empezó siendo un sueño, se convirtió en una realidad diez años después. Nos sentimos inmensamente orgullosos y felices de Centro Creciendo, un lugar donde se hace un abordaje integral de la salud física y emocional desde el nacimiento hasta el final de la vida con especialistas en pediatría, medicina de familia, neumoalergia infantil, endocrinología infantil, nefrología infantil, neuropediatría, psicología infantil, juvenil y de adultos, psiquiatría, logopedia infantil y adultos, atención temprana, dermatología infantil y de adultos, medicina estética, fisioterapia infantil y unidad de nutrición y dietética para todas las edades. Nuestro lema es: “Reunirse, es un comienzo. Mantenerse juntos, un progreso. Trabajar juntos, es el éxito”. (Henry Ford)
A menudo habla de los apoyos de su familia en todas las decisiones de su vida y de la confianza enorme que siempre tuvo de sus padres. ¿Fueron un impulso para cumplir ese sueño, ahora hecho realidad? ¿Tuvo una infancia y una adolescencia fáciles?
Mi familia es mi columna vertebral; absolutamente. Todo lo que he lograda es gracias a ellos, a la educación que me ofrecieron, a la cultura del esfuerzo, del sacrificio, del trabajo de hormiguita… Poco hablamos de nuestros padres y creo que nos faltan vidas para agradecerles todo lo que hacen y han hecho por nosotros. Mis padres, José y Covadonga y mi hermano José, son parte de todo lo que hoy veis. Nada hubiese sucedido de esta forma sin la infancia, adolescencia y juventud que pasé a su lado; sin el tesón, optimismo, fuerza y perseverancia que me inculcaron.
Precisamente en el vídeo que ha grabado para el BBVA “Aprendemos juntos”, (compartido más de 6 millones de veces en facebook) insiste en la importancia de fomentar la autoestima en el niño, y centrar su educación en torno a la frase “Confío en ti”. ¿Cuál es su magia?
La magia de saber tengas la edad que tengas que tus padres estarán ahí siempre, que creen en ti, que puedes contra con ellos. La magia de tener a esas personas, personas refugio a tu lado, incondicionalmente, para celebrar todos tus éxitos y por supuesto y sobre todo, para recoger todos tus trocitos cuando te rompas.
Como bien ha dicho en alguna ocasión, la maternidad y la paternidad nos transforman. Qué supuso para usted ser madre. ¿Le ha ayudado la maternidad a la hora de ejercer su profesión? ¿Es su familia el mejor lugar para hacer trabajo de campo?
A mí ser madre me ha dado el principal motivo por el que seguir luchando cuando la vida nos da un revés. Mis hijos han sido y son mi razón de intentar ser mejor persona, han sido y son mi luz, mi motor y mi refugio cuando toca plegar velas. ¿Qué si mi maternidad me ha ayudado a ser pediatra? Sin ninguna duda. Ser madre me ha hecho ser una mujer mucho más sensible y empática de lo que era, he descubierto el miedo real, el de verdad; la poca formación que tenemos para gestionar emociones tan básicas y necesarias como la tristeza tanto en nosotros como en ellos; me ha ayudado a ser una persona mucho más práctica y resolutiva: lo importante es lo importante y lo demás puede esperar. Y sobre todo me ha enseñado a no juzgar, a no juzgar a los demás. Nadie conoce la mochila que cada uno de nosotros llevamos a cuestas, nadie conoce nuestras cicatrices ni nuestros fantasmas, así que dejemos de juzgar.
Le devuelvo la pregunta que tiene al pie de su foto en el blog del Centro Creciendo. ¿Qué le gustaría que recordaran sus hijos de su infancia cuando usted no esté aquí?
Me encantaría que recordaran a una mamá vital, alegre, apasionada, luchadora, perseverante y emocional. Me gustaría que me recordaran a una mujer que no era perfecta pero que en cada error que cometía, pedía disculpas; que en cada caída se levantaba, que no se rendía. Me gustaría que me sintieran siempre, ahí dentro, junto a ellos, animándoles y queriéndoles más allá del tiempo y del espacio, siempre e incondicionalmente.
Lo que más nos gusta de su centro es la atención integral que se le dedica al niño en todos los frentes de su vida, tanto en la esfera física como en la emocional. ¿Cree que un niño feliz y seguro es un niño más sano físicamente? ¿Cree en la interconexión que existe entre ambas esferas?
Un niño feliz es un niño más sano. Indudablemente. Pero es más sano porque yo no puedo separar la salud física de la salud emocional. ¿Es sano un adolescente que nunca ha tomado un antibiótico, pero tiene dañada gravemente su autoestima? Evidentemente no. La salud es el bienestar físico, emocional y social de una persona, así lo define la OMS y ese fue el motivo de crear Creciendo: salud física y emocional.
Con tantas unidades en un mismo centro, el trabajo en equipo facilitará mucho la atención del niño sano y su recuperación cuando está malito. Por qué es tan importante la multidisciplinaridad y el trabajo en equipo.
Por lo que comentamos, porque ¿cómo se separa una cosa de otra? Los médicos en ocasiones tenemos que separarlo porque no existen los recursos necesarios ágiles y rápidos para tratar globalmente salud física y emocional, pero nosotros en el centro sí los tenemos y eso es lo maravilloso de este proyecto.
La Unidad de Atención temprana del Centro creciendo es bastante reciente. En qué casos derivan a un niño a esta unidad.
La atención temprana es el conjunto de intervenciones dirigidas a población infantil (de 0 a 6 años), a la familia y al entorno. El objetivo es dar respuesta a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con dificultades en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos por causas de origen prenatal, perinatal o postnatal. Nuestro equipo de la Unidad de Atención Temprana es un equipo interdisciplinar compuesto por expertos en pediatría, neuropediatría, neuropsicología, fisioterapia y logopedia.
¿A quién va dirigido nuestro trabajo?
-Niños y niñas prematuros
-Síndromes genéticos
-Trastornos motores
-Trastornos del lenguaje
-Trastornos del Espectro Autista (TEA)
-Trastornos sensoriales
-Trastornos de conducta
-Trastornos de aprendizaje
-Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
-Discapacidad intelectual
¿Cómo trabajamos? Nuestro equipo de profesionales expertos en valoración y diagnóstico, evalúan las necesidades del niño/a. Se lleva a cabo un plan de intervención individualizado para cada niño, su familia y el entorno.
¿Y Por qué NO esperar, Como dicen algunos padres?
Entre los 0 y 6 años, los niños presentan más conexiones cerebrales para alcanzar su máximo desarrollo. La plasticidad cerebral es mucho mayor que la de cualquier adulto, lo que implica que pueda modificar sus funciones dependiendo del entorno en el que esté. Por ello, es muy importante brindar las condiciones necesarias para que nuestro niño tenga su cerebro muy activo. Nuestro trabajo consiste en acompañar a los niños, a su familia y a su entorno a lo largo de sus primeros años para dotarles de estrategias que impulsen todo su potencial y su bienestar emocional.
Hay hasta una Unidad de Rendimiento Académico. ¿Podría hablarnos del trabajo que realizan y qué tipo de niños tienen en consulta?
Es un servicio psicología educativa. Se trata de grupos reducidos de rendimiento académico donde se trabaja de forma personalizada teniendo en cuenta las necesidades de cada niño/a y adolescente. Trabajamos por objetivos para que consigan mejorar su rendimiento escolar. Nuestro método de trabajo consigue que mejoren los resultados más del 90% de los niños/as y adolescentes. Las áreas donde realizamos intervención son Organización y planificación del tiempo y del estudio, Autonomía, Motivación, Técnicas de Estudio, Estrategias de Aprendizaje, Estimulación de las funciones ejecutivas: atención, memoria… Autoestima. Ansiedad ante exámenes.
Sus cinco primeros libros “Cuentos de Lucía Mi Pediatra”, “Lo mejor de nuestras vidas”, “Una madre maravillosa”, “El Viaje de tu vida” y «La Agenda de mi bebé» constituyen un auténtico ejercicio de empatía con los padres primerizos, un manual de consulta y de positividad. Qué fue lo que la impulsó a escribirlos.
La necesidad que yo misma tenía de hablar de todo aquello que a mí nadie me había contado y que hubiese agradecido saber antes de iniciarme en este viaje.
Según ha dicho en alguna ocasión, el sentimiento de culpa fue el que le movió a escribir su segundo libro “Eres Una Madre Maravillosa”, del que ya llevan más de seis ediciones. ¿Qué hacemos con el sentimiento de culpa?
Trabajarlo para desterrarlo. El sentimiento de culpa en la maternidad y en la paternidad no sirve para nada, es más, oscurece el espejo donde nos ven reflejados nuestros hijos todas las mañanas. Efectivamente cada uno de mis libros están escritos en momentos vitales diferentes es por eso que cada uno de ellos tiene un enfoque diferente. En Eres una madre maravillosa necesitaba hablar de estos temas, de cómo yo misma luché y aun lucho por no tener sentimiento de culpa, de la conciliación, de los juicios de valor, de las opiniones no solicitadas, de la diversidad, de la sexualidad, del respeto… este libro es un chute de energía realista y necesario en este mundo cada vez más exigente en el que vivimos. Exigente y autoexigente porque muchas veces el enemigo está en nosotros mismos. Me siento muy orgullosa de seguir recibiendo cartas y mails a diario dándome las gracias por lo que les ha cambiado, a padres y madres ese libro. Es increíble.
Y qué encontraremos en su sexto libro: El gran libro de Lucía mi pediatra.
Esta sexta criatura en papel, es mi obra mas ambiciosa. Cerca de 600 páginas donde he querido recoger todo lo que les preocupa a padres y madres desde que el bebé tiene un día de vida hasta la adolescencia incluida; con enfermedades, síntomas, motivos por los que acudir al pediatra, consejos prácticos en cada una de las enfermedades para saber lo necesario sin alarmarse. Toco todos los temas, perfectamente estructurado: enfermedades frecuentes, enfermedades traumatológicas, digestivas, cutáneas, respiratorias… abordo desde qué debes saber antes de llegar a casa con tu recién nacido hasta qué debo hacer si pillo a mi adolescente viendo pornografía, pasando por alimentación infantil y juvenil, mitos frecuentes, vacunas y un largo etc. Es el Google de Lucía mi pediatra.
Qué le diría a las Influencers de hoy en día que sin especialización ninguna se están atreviendo a recomendar medicamentos.
Que dejen de hacerlo. Que la salud no es un juego. Y que las consecuencias pueden ser graves.
Sanidad ha animado a médicos y farmacéuticos a luchar contra este peligro. ¿Cómo se podría regular esta situación?
Legislándolo, no creo que sea tan complicado. ¿No?
Su influencia corrigiendo conductas es total. Recuerdo sus alegatos contra los antivacunas. Desde aquí, qué les diría a esos padres.
Que vacunar a su hijos es un acto de responsabilidad hacia su propio hijo a quien deben garantizarle todos los cuidados necesarios para su buena salud y que además es un acto de responsabilidad social hacia todos aquellos niños que por distintos motivos no pueden vacunarse o que su sistema inmunológico les hace más susceptibles a padecer enfermedades graves; estos dependen únicamente de la inmunidad del resto de niños que les rodean. Que terriblemente injusto es que haya niños con complicaciones graves o que incluso que fallezcan por la decisión de unos padres malinformados.
Ofrezco mi mano para intentar resolver todas las dudas y temores que les hace llevar a tomar esa decisión equivocada. No pretendemos juzgar a nadie, para eso ya están los jueces; nosotros estamos aquí para aportar información y asesoramiento profesional a todos aquellos que llamen a nuestra puerta e intentar buscar la mejor manera de proteger a su hijo.
En el magnífico documental #HolaMundo que ha grabado junto al equipo de Algo que recordar-Viajes en familia, destaca la idea de que no siempre se puede conseguir que nuestros hijos sean felices, como si esto fuese una obligación. ¿Cómo afrontar que la vida es una suma de momentos felices e infelices y que también hay que aprender a vivir con ello?
Esto es muy fácil, ¿cómo se afronta? Viviendo. Viviendo con honestidad y desde la realidad. Esto es algo que he defendido en todos mis libros y conferencias: querer no siempre es poder, el que la sigue no siempre la consigue. Ya está bien. La vida está llena de momento grandiosos y felices, pero también hay momentos de dificultades, pérdidas y fracasos y estos también forman parte de este viaje. Debemos a educar a nuestros hijos en este mensaje, en un mensaje real de la vida, con optimismo y esperanza, por supuesto que sí, pero aceptando todas las dificultades que van surgiendo desde la serenidad y desde el movimiento, es decir, repetirles hasta la saciedad que nosotros no podemos pretender que no se caigan, pero sí estaremos ahí para animarles y ayudarles a levantarse cada vez para seguir adelante, siempre adelante.
Las entradas para sus conferencias se agotan enseguida. En una de las últimas celebrada en Oviedo, Gestionando hijos, más de 2000 personas llenaron el Palacio de Congresos. De ella destacaba un mensaje: “los hijos no han nacido para cumplir nuestros sueños sino los suyos”. Cómo hacérselo ver a esos padres que proyectan en sus hijos todo aquello que les hubiera gustado ser.
Tu hijo no es un mini-tú. Tu hijo es un mini-él que en un futuro será un gran-él; ojalá mucho mas grande lo que eres tú ahora. Tus sueños, tus triunfos y tus fracasos forman parte de tu vida; pero tu hijo tiene una vida maravillosa e inmensa por explorar y ha de hacerlo desde la LIBERTAD. Queremos niños, niñas y adultos libres y eso pasa por meter en nuestra maleta nuestros fantasmas y empezar el viaje con su maleta vacía a la espera de que sean ellos los que la vayan llenando con sus sueños, sus retos, sus fantasías, sus errores y decepciones también, pero suyas, no tuyas. Les pertenece.