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Una revisión dental antes de la vuelta al cole es fundamental para que el nuevo curso avance sin contratiempos
El porqué de la revisión dental
El porqué de la revisión dental
Los dientes ejercen una función fundamental en nuestro día a día y no cuidarlos correctamente puede estar en el origen de muchas enfermedades futuras. Adquirir hábitos adecuados desde la infancia, y, sobre todo, acudir al dentista y antes de la vuelta al cole son fundamentales para que tus hijos luzcan una sonrisa a prueba de caries, ahora y cuando sean adultos.
Todos hemos experimentado alguna vez lo incapacitante que puede llegar a ser un dolor de muelas. Detrás de ese dolor, la mayoría de las veces hay una dejadez en la higiene diaria y unas pobres pautas de prevención, factores ambos que invitan a las caries a hacerse su hueco. Para que eso no le ocurra a tus hijos, es muy importante llevarlo a sus revisiones al dentista de manera regular (al menos una vez al año) y seguir las pautas que el Consejo General de Odontólogos y Estomatólogos recomienda en torno a su alimentación y a los hábitos que deben adquirir desde el mismo momento de la erupción de los dientes. Recuerda que, además de dolor, una caries no tratada puede provocar infección en otros órganos del cuerpo (corazón, riñón…), además de provocar la pérdida de la pieza dental.
Según la presidenta de la SEOP, solo un 30% cepilla los dientes a sus hijos en edad preescolar, el otro 70% espera a que los niños sean más mayores
Su boca: su salud
Precisamente para concienciar a los padres sobre la importancia de la higiene dental de sus hijos desde la más tierna infancia, este año la campaña del Día Mundial de la Salud Bucodental 2019 se centraba en la salud oral infantil bajo el lema es “Piensa en su boca, cuida su salud”. Y la doctora Paola Beltri, presidenta de la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) daba datos: “en España, el 31% de los niños menores de 6 años tiene caries, lo que supone que 7 millones de dientes de leche están afectados. Además, en los preescolares españoles, entre el 80 y el 90% de las caries no han recibido el tratamiento oportuno”.
Las edades de las caries
La caries es una destrucción de los tejidos duros del diente (esmalte y dentina) debida a determinadas bacterias que transforman los azúcares en ácido, y que pueden alcanzar la pulpa (nervio del diente), produciendo dolor. Se trata de la enfermedad más común de la infancia, 5 veces más común que el asma y 20 veces más que la diabetes. De hecho, en nuestro país, cerca de 2 millones de menores de 6 años están afectados, según las cifras que maneja la organización colegial. Por ello se insiste en la importancia de una primera revisión dental cuando el niño cumple el año de vida, siguiendo después con visitas periódicas. Este consejo, unido a una dieta sana y unos hábitos de cepillado al menos 2 veces al día desde que salen los primeros dientes, son las 3 medidas principales para prevenir la caries infantil.
1. En la primera infancia, además de las caries por el biberón a demanda en el momento de dormir, las caries se pueden producir también por el contacto frecuente con bebidas azucaradas, jugos, leche (incluso la leche materna sobre los dientes), y por ausencia de higiene oral antes de dormir. Los expertos recomiendan no acostar al bebé con un biberón de zumo o leche, limpiarle los dientes en cuanto erupcionen y utilizar pasta con flúor poniendo el tamaño de un grano de arroz.
2. A partir de los 3 años hay que ayudar al niño a cepillarse los dientes dos veces al día, poniendo pasta fluorada del tamaño de un guisante. A esta edad puedes preguntar al dentista si es necesario un barniz de flúor.
3. Hasta los 6 años no debe usarse colutorio de flúor y a partir de los 6, debe siempre estar recomendado por el dentista. Además, a partir de esta edad, el niño debe empezar a utilizar seda dental una vez al día, escupir la pasta, pero sin enjuagarse para mejorar el efecto del flúor.
Selladores de fisuras y barniz de flúor
Aunque el cepillado dentario es la única forma de garantizar un control de la placa bacteriana, existen una serie de procedimientos que van a ayudar al niño a combatir las caries, y que debes demandar a tu dentista: son los selladores de fisura y los barnices de flúor.
• Los selladores de fisuras son una resina que el dentista coloca en las fisuras y en la superficie masticatoria de algunos molares con el objetivo de prevenir la aparición de caries. Los selladores convierten la fisura en una superficie lisa en la cual es más difícil que crezcan las bacterias. Su duración es muy variable y pueden durar hasta los 5 años. Además, si se caen, pueden volverse a colocar. Se calcula que los selladores de fisuras previenen en torno al 70-80% de la caries en la infancia.
• El barniz de flúor es un barniz especial que se coloca encima de los dientes para protegerles de la caries, y está especialmente recomendado en aquellos niños que presentan un mayor riesgo de padecer caries, bien sea por debilidad del esmalte o por tener una saliva más ácida. El dentista es quien debe valorar la necesidad de aplicarlo o no.
Empastes ¿Con amalgama o con resinas compuestas?
Un estudio realizado por el Consejo General de Dentistas revela que más del 92% de los dentistas españoles encuestados han reducido en un 50% el uso de la amalgama en los últimos 5 años, en favor de las resinas compuestas, tanto en dentición temporal como en dentición permanente. El motivo está en el daño que las amalgamas, compuestas por una aleación de mercurio, producen en el medioambiente, contaminándolo. Tanto en población total como en menores de 16 años, la utilización de la amalgama se sitúa en torno al 1%, mientras que las resinas compuestas abarcan entre el 81-87% de las restauraciones. Ahora bien, algunos dentistas encuestados insisten en la necesidad de seguir utilizando la amalgama en determinadas circunstancias clínicas o pacientes específicos.
Si son de leche, ¿hay que empastar?
En España, de cada 100 dientes de leche con caries solo se tratan 20. Es un dato alarmante, según el doctor Óscar Castro Reino, presidente de la Organización Colegial de Dentistas, ya que la salud oral en las primeras etapas de la vida es esencial, puesto que “unos dientes de leche en mal estado aumentan el riesgo de tener problemas en los dientes definitivos”. Además, “esta actitud puede afectar a la salud general, provocando infecciones en los riñones o a las válvulas cardiacas, además de emporar el control de la diabetes infantil”. Por no hablar del ahorro, ya que “cada euro invertido en prevención ahorra 20 euros en tratamientos”, añade. Un diente de leche debe tratar de conservarse siempre, ya que debe hacerle el hueco al definitivo y evitar maloclusiones o erupciones tempranas.
Colutorios, sí o no
Según datos del Libro Blanco publicado por el Consejo de Dentistas en 2015, mientras que en 2010 solo el 23% de la población utilizaba colutorios a diario, cinco años después esta cifra se elevaba hasta el 63. Al respecto, el doctor Castro explica que los enjuagues bucales o colutorios son una parte complementaria, pero no esencial, de la higiene bucodental, y que nunca sustituyen al cepillado o a la higiene interdental. Además, “aunque tienen muchos beneficios, pero deben ser utilizados siempre bajo prescripción del dentista ya que son específicos para cada situación clínica (infecciones, sensibilidad dentinaria, halitosis, gingivitis, etc.). No deberían ser un producto de autoconsumo, puesto que un uso prolongado puede tener consecuencias como la aparición de sarro, tinciones dentarias indeseables o problemas mayores”, añade.
Ortodoncia ¿Cuándo?
Aunque la apariencia de los dientes parezca normal, es siempre bueno consultar al dentista por posibles defectos en la oclusión. La infancia es la edad en la que algunos problemas se empiezan a corregir o a prevenir.
Los azúcares se combinan con las bacterias de la saliva para crear ácido. Esos ácidos forman una película transparente que se llama placa. Si no mantenemos una correcta higiene, la placa continuará produciendo ácido y dañando el esmalte, causando caries.
Por lo tanto:
• Limita los dulces a las comidas.
• Recuerda que las bebidas carbonatadas deben consumirse con precaución.
• No comas nada una hora antes de dormir.
• Una alimentación saludable y que ayude a fortalecer los dientes y el esmalte incluye flúor, calcio, fósforo, vitamina A, C y D. Puedes encontrar cada uno de estos elementos en:
a) El flúor se concentra en el agua, el calamar, las algas y los pescados.
b) El calcio en la leche, el tofu amarillo, el yogur y el queso.
c) El fósforo en el hígado, el mejillón y el camarón.
d) La vitamina A en las espinacas, la papaya, la zanahoria y la calabaza.
e) La vitamina C en la naranja, el limón, el repollo y la coliflor.
f) La vitamina D en las sardinas, los huevos, el salmón y el aceite de hígado de bacalao.
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