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Hiperactividad, tartamudeo, dislexia, problemas con la tarea, sonambulismo, enuresis nocturna, terrores nocturnos? En la mayoría de los casos, la inteligencia poco o nada tiene que ver con el retraso escolar. A veces, algo en lo que nunca habíamos pensado se convierte en un auténtico laberinto para tu hijo, que ve cómo la escuela y los libros llegan a ser en un tormento sin salida. Para ayudarle a superar estos trastornos, lee atentamente nuestros consejos y ponte manos a la obra.
Niño hiperactivo o con trastorno de falta de atención (TFA)
Este es el impedimento más común del desarrollo de un niño y se caracteriza por la inquietud, impulsividad y el apresuramiento que muestra en su actitud: el niño no escucha cuando alguien le habla, no espera su turno, no completa una tarea que se ha interrumpido, si bien estas características pueden ser normales hasta los 3 ó 4 años. Además, un 50% de estos niños sufren un déficit del procesamiento auditivo, es decir, no pueden recordar las instrucciones verbales. En ocasiones, el niño hiperactivo manifiesta agresión y destructividad, tiene accidentes a menudo o le resulta difícil hacer y mantener amistades.
- Acepta las limitaciones de tu hijo. La hiperactividad no es intencional. Toda crítica o intento de transformar a un niño demasiado activo en un niño tranquilo será contraproducente. Nada ayuda más a los niños hiperactivos que la tolerancia y la paciencia de los padres.
- Contribuye a que el niño pueda desahogar sus excesos de energía.
- No conviene que tenga muchos juguetes,
- No inicies juegos bruscos y evita que lo hagan sus hermanos.
- Mantén la casa bien organizada y en un ambiente tranquilo.
- Acuesta a tu hijo temprano y procura que duerma durante el día si está fatigado.
- No lleves a tu hijo a reuniones formales
- Mantén una disciplina firme y evita la duda a la hora de educarlo, sin caer en reglas innecesarias y difíciles de cumplir.
- No toleres conductas violentas o agresivas.
- Evita los castigos físicos.
- Amplía la capacidad de atención de tu hijo,
- Reserva cada día varios períodos para leer y jugar con tu hijo,
- Tu hijo debe sentirse siempre querido y aceptado, tanto en el seno de tu familia como con los amigos y vecinos.
- Es bueno que tu hijo empiece el preescolar a los tres años
- Haz uso de los programas especiales de las escuelas y mantén siempre contacto con los profesores,
- Estimula la conversación de tu hijo
- Procura que tu hijo se relaje cuando tartamudee
- No corrijas su forma de hablar y evita cualquier desaprobación. Tampoco lo elogies cuando hable bien,
- No le interrumpas
- No le pidas que repita y empiece de nuevo a hablar
- No le pidas que practique alguna palabra o sonido concreto,
- No le pidas que hable más lentamente.
- No lo califiques de tartamudo
- Impide que otros adultos lo
- Ayúdale a relajarse y sentirse aceptado.
- No seas severa con él
- Es importante la comprensión por parte de los padres y profesores,
- Descarta cualquier defecto visual mediante una visita al oftalmólogo.
- La preparación preescolar es muy importante, antes de iniciarlo en el aprendizaje de la lectura y la escritura, haciendo que practique ejercicios de destreza manual.
- Ayuda a tu hijo a dominar la simetría corporal y espacial y a agudizar la capacidad visual y auditiva,
- Procúrale siempre un buen ambiente en el hogar.
- Ayúdale en las tareas del cole, y procura que no se sienta marginado al no poder leer y escribir normalmente,
- Si tu hijo es zurdo no le fuerces a escribir con la mano derecha.
- Es bueno ayudarle a memorizar
- Para llevar a cabo el diagnóstico oportuno es preciso hacer pruebas para evaluar con precisión su lectura y escritura,
- Tanto el logopeda como los pedagogos o los maestros de audición y lenguaje
- No te hagas tú responsable de su tarea
- Es importante que desde los primeros años de preescolar tu hijo se vea animado en el aprendizaje.
- No le presiones ni le recuerdes continuamente que tiene cosas que hacer.
- No le impongas un tiempo de estudio.
- Convoca reuniones con los profesores
- Apoya siempre las recomendaciones de los profesores,
- Limita el tiempo que pasa delante de la televisión.
- Anímale siempre cuando el trabajo y los informes hayan mejorado visiblemente.
- Si a pesar de limitar el tiempo de televisión persiste en no responsabilizarse de su tarea, es conveniente que no le dejes verla en absoluto.
- Solicita ayuda especial para niño con problemas de aprendizaje.
- Procura que tu hijo tome muchos líquidos durante el día,
- Estimúlale a levantarse por la noche
- Deja encendida la luz del cuarto de baño
- Intenta que no tome mucho líquido antes de acostarse.
- Llévalo al baño antes de ir a dormir
- No le pongas pañales o ropa interior de fácil absorción
- Si es pequeño, levántate con él a la misma hora todas las noches
- Elógiale siempre que se levante por las mañanas seco.
- Trátale siempre con cariño cuando amanezca mojado,
- Los castigos o presiones retrasan la cura
- Si el niño es mayor de seis años
- Si cuando lo despiertes por la noche está mojado, acostúmbrale a cambiarse de ropa.
- Hazle regresar a la cama de forma suave
- Protégelo de cualquier obstáculo con el fin de evitar un accidente.
- Intenta que no se agote durante el día,
- Apaga las luces 15 minutos antes de que el niño se vaya a dormir
- Durante su paseo nocturno, intenta que no se canse,
- Vigila el tiempo y la hora a la que suele despertarse
- Procura que tu hijo no se canse demasiado durante el día y que duerma la siesta
- Tampoco lo acuestes demasiado tarde.
- Evita que cene en exceso.
- Ayuda a tu hijo a recuperar el sueño normal,
- Enciende la luz para restarle confusión.
- Háblale para tranquilizarle,
- Si es pequeño puedes cogerlo en brazos.
- No intentes despertarlo bruscamente.
- Evita los obstáculos y lesiones.
- Vigila la hora
El deporte es un buen amigo para ello.
ya que esto lo desconcentra y le hace no fijar la atención en ninguno en particular.
Ello ayuda a que tu hijo acepte el orden y lo incorpore como parte de su vida. Procura que la televisión y la radio estén el máximo tiempo posible apagadas.
Un niño agotado a menudo pierde el dominio de sí mismo.
y elógiale siempre que se entretenga por su cuenta sin interrumpir conversaciones.
alentándolo a perseverar en las tareas y a prestar mayor atención en casa.
empezando con libros que tengan muchas ilustraciones. Aliéntalo a colorear y hacer dibujos, y elógialo cuando lo haga. Enséñale juegos aumentando poco a poco su dificultad. Por ejemplo, puedes empezar con juegos de construcción y rompecabezas y acabar con juegos de dados, de damas o de tres en raya.
No debes decir nunca que es malo, sino sólo que tiene un exceso de energía.
para que aprenda a organizar sus ideas y a desarrollar su capacidad de concentración.
mediante reuniones de padres y maestros y reuniones especiales.
Tartamudeo, disfacundia y disartria normales
Estos trastornos se presentan cuando se repiten sonidos o sílabas durante el período de aprendizaje del habla, entre los 18 meses y los 5 años de edad. Mientras que el tartamudeo verdadero es heredado y se observa en un 1% de los niños, la disfacundia normal se debe a que la mente puede pensar las palabras más rápidamente de lo que puede pronunciarlas y se presenta con mucha mayor frecuencia. La disartria normal responde a una forma de pronunciar las palabras de manera ininteligible para los padres. En los tres casos es más frecuente cuando el niño está cansado, exaltado o sometido a presiones y presenta temor a la hora de hablar.
para evitar que la disfacundia y la disartria normales se conviertan en un tartamudeo verdadero. Siéntate y habla con tu hijo por lo menos una vez al día de temas amenos y agradables, de forma que hablar le resulte divertido.
y aliéntale diciéndole que lo entiendes.
ya que notará que antes no lo hizo bien.
y déjale tiempo para acabar lo que está diciendo.
y escúchale atentamente cuando lo hace.
ya que eso le hará sentirse cohibido.
Debes dar la impresión de que no tienes prisa y de que tienes todo el tiempo del mundo.
ni hables en su presencia de su problema con el lenguaje.
corrijan ni que sus hermanos se burlen de su forma de hablar.
Para ello trata de aumentar las horas de diversión y juego de tu hijo.
y procura hacer más lento el ritmo de vida de tu hogar.
Dislexia
Este trastorno se caracteriza por una notable dificultad para aprender a leer y escribir correctamente a una edad suficiente para conseguirlo y sin que exista ninguna alteración orgánica que lo impida ni un déficit intelectual que lo justifique. El niño repite sílabas o palabras, haciendo una lectura muy lenta y dificultosa; sustituye unas letras por otras dando como resultado palabras que le resultan más familiares; confunde letras simétricas como la «p» y la «q», la «d» y la «b», la «g» y la «b», la «m» y la «w», la «n» y la «u», etc.; sustituye unas palabras por otras; añade letras en las palabras; invierte las letras y palabras o las omite; parte en sílabas todas las palabras; no comprende lo que ha leído o es incapaz de extraer la idea principal del texto; une las palabras en sitios incorrectos al escribir, etc. De todas formas, recuerda que sólo puede hablarse de la existencia de una dislexia cuando aparecen de forma reiterada varios de estos defectos después de todo un curso escolar.
no haciendo nunca que el niño se sienta torpe.
mediante ejercicios que le diviertan.
ya puede contribuir a que tu hijo pierda la autoestima.
Casi 1/3 de los niños disléxicos es zurdo y ha sido incitado a escribir con la mano que no dominan.
mediante juegos, canciones y adivinanzas.
a través de estudios de control de la psicomotricidad, y exploraciones neurológicas.
en el colegio son quienes mejor pueden ayudar a tu hijo a superar este trastorno.
Dificultades e irresponsabilidad con la tarea
Es muy común: tu hijo no rinde en la escuela como debería, a pesar de que su nivel de inteligencia está dentro del promedio o incluso lo supera; no termina su tarea escolar, se le olvida traerla a casa, la pierde o no la entrega terminada; saca malas notas y encima rechaza tu ayuda? Son todos síntomas que nos hablan de un problema que tiene fácil solución, siempre que lo cojas a tiempo y le dediques el tiempo necesario. Ten en cuenta que en la mayoría de los casos, este problema se debe a que tu hijo se distrae en demasía con la televisión, los videojuegos, los deportes o, en el menos común de los casos, tiene problemas con sus hormonas.
y deja bien claro que la tarea es entre tu hijo y el profesor, aunque eso sí, muéstrate siempre interesada en su rendimiento escolar. No le preguntes continuamente si tiene tarea y deja que él sólo se haga responsable. Aunque al principio notes que empeora, es necesario que tu hijo aprenda de sus errores.
La presión es distinta del interés y estímulo de los padres.
y pide un informe semanal para ver cómo va tu hijo.
de manera que el niño siempre vea una actitud respetuosa en ti. Es importante aunar los esfuerzos de quienes sólo quieren el bien de tu hijo.
Enuresis nocturna
Este problema considerado normal hasta los seis años, responde a una incontinencia urinaria durante el sueño, que en ocasiones puede presentar problemas emocionales que afecten al rendimiento escolar del niño. En la mayoría de los niños que padecen este trastorno sus vejigas son tan pequeñas que no pueden contener toda la orina de la noche. Además, suelen tener un sueño muy profundo y no se despiertan cuando sienten el impulso de ir al baño. Si la incontinencia se trata de forma incorrecta pueden ocurrir problemas emocionales.
ya que esto contribuirá a aumentar el tamaño de su vejiga y su capacidad de aguante.
para ir al baño.
para facilitar su acceso o deja un orinal junto a su cama.
o si ya sabe leer, déjale un letrero que se lo recuerde junto a su cama o en el espejo del cuarto de baño.
, ya que pueden hacer que el niño se haga pipí encima al sentirse protegido.
y explícale el motivo al tiempo que lo llevas al baño.
ya que sentirse culpable y avergonzado no le va a ayudar ni en casa ni en la escuela.
y causan problemas emocionales.
y no consigue levantarse sólo, conviene que le levantes a la misma hora y que él sólo se encargue de encontrar el baño.
Sonambulismo
El sonambulismo es una tendencia heredada a caminar durante el sueño profundo y que se presenta generalmente en las primeras 2 horas después de irse a dormir. Por lo general, este trastorno termina cuando el niño entra en la fase adolescente y se caracteriza porque camina dormido y de forma descoordinada, presenta los ojos abiertos pero en blanco, realiza actos más o menos con sentido como vestirse o desvestirse, abrir y cerrar puertas, encender o apagar las luces, etc. El episodio puede durar de 5 a 20 minutos y durante este período el niño no puede ser nunca despertado. Un 15% de los niños normales caminan dormidos.
, guiándolo primero al cuarto de baño por si lo que tiene son ganas de hacer pipí, y luego a su habitación.
Cierra la puerta de la calle y pon rejas en las ventanas, evitando que duerma en la parte superior de la litera.
ya que la fatiga y la falta de sueño pueden producir sonambulismo.
si es que el niño presenta problemas para despertarse por la mañana. Esto quiere decir que el niño necesita dormir más.
ya que puede rebajar su rendimiento durante el día.
y entrar en la fase sonámbula, y en las noches siguientes despiértale 15 minutos antes, haciéndole tomar conciencia de que tiene que despertarse rápidamente y mantenerse despierto durante 5 minutos.
Terrores nocturnos
Los terrores nocturnos componen un trastorno hereditario que afecta a un 2% de los niños y se caracterizan por episodios de agitación e inquietud durante el sueño, sin que tu hijo pueda despertarse ni ser consolado: podría correr o sentarse sin rumbo, gritando o hablando de forma incoherente y mostrarse ansioso sin mencionar ningún temor en particular. Aunque estés presente, él parece tener la mirada fija, aunque no te ve, y piensa que los objetos del cuarto o personas representan peligro. Este episodio que se presenta por lo general en las dos horas siguientes de irse a dormir, suele durar de 10 a 30 minutos y a la mañana siguiente el niño no puede recordar nada. Al restarle el sueño que necesita, los terrores nocturnos pueden mermar la actividad diurna de tu hijo en la escuela.
. Estar demasiado cansado provoca terrores nocturnos.
pasando de un sueño agitado a un sueño tranquilo.
de forma repetida y calmada. Si se deja, cógele la mano para contribuir a calmarlo, y si te rechaza, no le insistas.
en la que se repiten los terrores nocturnos y despiértale en las noches siguientes 15 minutos antes de que esto suceda.