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«El suicidio es un problema de salud pública y uno de los problemas sociales más importantes en la actualidad, de tal relevancia que requiere un abordaje integral y urgente». Así comienza el comunicado emitido por 33 entidades para pedir al Gobierno en funciones incluir un Plan Nacional para la Prevención del Suicidio en su agenda.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2021 en España se produjeron 4003 muertes por suicidio al año, lo que se traduce en once muertes por suicidio al día. Sin embargo, a pesar la dimensión del problema, España no cuenta con un plan nacional para la prevención del suicidio, a diferencia de 40 países que sí cuentan con él como EEUU,
Dinamarca, Nueva Zelanda, Austria, Suiza, Irlanda, Escocia, Alemania, Finlandia o Noruega.
En línea con su reivindicación, las organizaciones participantes han puesto en marcha la iniciativa «Hagamos un Plan» que tiene por objetivo que la creación de este plan de prevención se vea como una prioridad.
Según la OMS, por cada muerte por suicidio, se producen 20 intentos.
El suicidio va más allá de la esfera de la enfermedad mental
Según expresan en su comunicado, «es un error pensar que solo las personas con problemas de salud mental son las que se suicidan. Cualquier persona, en cualquiera de las distintas etapas de su vida, puede verse bajo unas circunstancias extremas conducentes a este tipo de conductas».
Por ello, proponen un Plan Nacional de Prevención del Suicidio con unos objetivos de prevención y sensibilización claros, como sensibilizar a la población general, al
comercio y a las grandes marcas, asesorar a los medios de comunicación, generar medidas de contingencia destinadas a redes sociales y medios digitales; potenciar la Atención Primaria en Salud, atender y cuidar la calidad de los servicios especializados de Salud Mental, así como la creación de un Observatorio de la Conducta Suicida en España a nivel nacional, entre otros.
Entre las ventajas que este plan nacional traería consigo están el diseño de un «abordaje integral, cohesionado y coordinado en todo el estado, que sea el eje vertebrador de las estrategias autonómicas, municipales y de organizaciones públicas y privadas,
con y sin ánimo de lucro», así como generar sinergias y sumar esfuerzos convergentes para luchar y revertir este problema que tanto sufrimiento causa en la sociedad.