Únete a nuestra comunidad
Toda la actualidad del mundo de la salud y la farmacia en Consejos de tu Farmacéutico.
Además, puedes seguirnos en nuestras redes sociales:
El 53,3% de los españoles con estrés desarrolla una enfermedad física o problemas psíquicos o emocionales como ansiedad o depresión. Curiosamente, los factores familiares (74,3%) generan estrés más a menudo que los económicos (49,7%). Es así de rotundo, el estrés enferma.
Según el VII Estudio CinfaSalud, avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), 12 millones y medio de españoles en edad adulta se sienten estresados frecuente o continuamente, y la mitad (53,3%) acaban desarrollando una enfermedad física o problemas psíquicos o emocionales como ansiedad o depresión. Así lo revela el VII Estudio CinfaSalud, Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés, avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). De hecho, como afirma al respecto el doctor Antonio Cano, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), “el estrés laboral se está convirtiendo en nuestro país en un problema endémico, cuyas consecuencias sobre la calidad de vida y la salud del trabajador pueden ser muy graves. Por ejemplo, el estudio revela que la mitad (49,5%) de los españoles que sufre estrés por su relación con sus superiores desarrolla algún tipo de enfermedad física o problemas psíquicos o emocionales”.
De los polvos vienen los lodos
Según este estudio, los síntomas que más a menudo afectan a los españoles que sufren estrés son la irritabilidad (46,8%), la ansiedad (39,5%) y el insomnio (38%), seguidos de dolores de cabeza y musculares (32,2%) y fatiga física (29,9%). Si esta situación se prolonga en el tiempo, la salud física y mental de la persona puede acabar deteriorándose, lo que provoca que cuatro de cada diez encuestados afirmen que el estrés frecuente o continuo les genera problemas de concentración y rendimiento, el 4,6% asegura que le ha hecho perder a sus amigos y el 4,3%, que le ha llevado a renunciar a su empleo. Por último, el 1,7% declara que el estrés ha sido motivo de divorcio o separación y el 1,5%, de despido laboral.
En general, los datos indican que el estrés afecta más a menudo a la mujer que al hombre, ya que una de cada dos (48,7%) declara sentirlo frecuente o continuamente, frente a uno de cada tres varones (31,5%). Por otra parte, los menores de 45 años presentan un mayor grado de estrés que quienes han superado esta edad. También el hecho de tener hijos influye significativamente en el nivel de estrés: dentro de los mayores de 31 años, un 61,2% de los que declaran sentirse estresados continuamente tienen hijos
Estrés y anorexia, un círculo vicioso
El estrés que ocasiona la vuelta a la rutina laboral o escolar puede ser un factor de riesgo de anorexia, según explica la psiquiatra Marina Díaz Marsá, directora de SOMMOS Desarrollo Personal. “La relación entre el estrés y la anorexia o la bulimia es, en muchos aspectos, un círculo vicioso. Sentirse estresado o abrumado puede desencadenar conductas alimentarias desordenadas, que se utilizan como un mecanismo de afrontamiento. Y a su vez, el comportamiento compulsivo, los temores y los constantes pensamientos negativos que caracterizan a los TCA aumentan los niveles de estrés”. Esta experta alerta del fuerte estrés al que se somete a menudo a los escolares con el comienzo de curso por la presión de los estudios, las relaciones de amigos o los problemas en casa”, y recuerda que “los motivos por los que el estrés puede contribuir al desarrollo de un trastorno alimentario se basan en que cuando nos sentimos fuera de control, naturalmente tratamos de encontrar formas de hacer frente a estos sentimientos desagradables. Para algunos, comer compulsivamente o restringir las calorías se convierte en el camino para lidiar con el estrés. Cuando las personas restringen los alimentos tienen sensación de control, para las que comen compulsivamente, comodidad y alivio”, afirma. Además, no sólo la anorexia y la bulimia causan estrés físico al cuerpo, sino que también pueden exacerbar el psicológico. Preocuparse por la comida, las calorías y el peso son una fuente considerable de ansiedad, y conduce a sentimientos de baja autoestima que elevan los niveles de estrés.
Según Díaz Marsá, la alimentación desordenada como estrategia de manejo del estrés se basa en la falta de una posible regulación del afecto negativo, en que proporciona un sentido de control, “en la creencia de que es el camino para lograr el aprendizaje de maneras adaptativas y funcionales de manejar el estrés”. Por eso, y tal como demuestran los estudios, “los adolescentes y jóvenes tienen más probabilidades de desarrollar TCA bajo situaciones de estrés.
Las nuevas tecnologías se están revelando como fuente de estrés, hasta el punto de que casi tres de cada diez españoles declaran que estas aumentan su estrés, principalmente porque no les permiten desconectar
Sigue leyendo