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La bartolinitis es la inflamación de una o las dos glándulas de Bartolino, localizadas a ambos lados de la entrada de la vagina, pudiendo llegar a producir un quiste o complicarse al formar un absceso y provocar dolor, malestar y fiebre.
Las glándulas de Bartolino tienen la función de segregar moco a través de un pequeño conducto para la lubricación del acto sexual y para mantener la humedad de la zona genital. En su estado normal no son palpables, pero si se obstruye el conducto impidiendo el drenaje, la glándula retendrá más líquido de lo normal y se agrandará dando lugar a un quiste. Este líquido, además, puede infectarse, produciéndose un absceso que cursará con dolor, y en algunos casos malestar y fiebre. Rara vez la afección tiene su origen en una infección venérea o de transmisión sexual. En cuanto a incidencia, aparece en el 2% de las mujeres, en general en la tercera década de la vida. Conforme se avanza en edad, la bartolinitis es menos frecuente.
Qué síntomas provoca
La mayoría de los quistes son unilaterales y asintomáticos, no son dolorosos, aunque sí se pueden palpar. Pero cuando son grandes pueden producir irritación vulvar, asimetría en la zona, dispareunia (dolor en las relaciones sexuales) o causar molestias al caminar. Si se forma u absceso, el quiste adquiere color rojo y puede causar dolor intenso que se incrementa al tocarlo, acompañado en algunos casos de malestar general y fiebre.
¿Cuál es el tratamiento?
- En muchos casos, si solo se produce inflamación la glándula de Bartolino, sin infección, no es necesario hacer nada.
- Cuando hay molestias se recomiendan baños de asiento con agua templada varias veces al día. A veces esta medida permite mejorar la inflamación y hacer que el abceso drene espontáneamente solucionando el problema.
- Si existe infección, se pueden prescribir antibióticos y analgésicos.
- En otros casos será necesario realizar una pequeña intervención, y mediante una incisión, drenar por completo el absceso, lo que proporcionará alivio y una recuperación más rápida. En caso de recidivas, es posible que el especialista recomiende la extirpación de las glándulas de Bartolino.
En general, y en mujeres menores de 40 años, los quistes asintomáticos no requieren tratamiento. En mujeres mayores de esta edad, los quistes de aparición reciente deben someterse a estudio (para excluir cáncer de vulva) o extirparse.