-Me acabo de tomar la temperatura y
tengo 37,5º C. No me encuentro bien. ¿Tengo fiebre?
-Depende
-¿Depende de qué?
-De donde se haya tomado la
temperatura
-En el cuarto de baño
-No me he debido explicar bien. Me
refiero en qué parte del cuerpo
-Y eso? , ¡qué más da!
-Hay una cierta diferencia entre la
temperatura axilar y la auricular
-¡Auricular!…. ¿Temperatura del
corazón?
-Cuando digo auricular no me
refiero a la aurícula sino al oído
-Pues me he puesto el termómetro en
la axila. ¿No es fiable?
-Sí, pero debo saberlo por la
relación entre el lugar y la cifra que marca el termómetro
-Oiga… ¡qué complicado!
-No lo es tanto. No se agobie?.,
porque la noto preocupada? ¿verdad?
-Es que soy un poco aprensiva. ¿La
temperatura no es igual en todo el cuerpo?
-Ni en todo el cuerpo, ni en toda
edad, ni en toda hora
-¡Qué barbaridad! ¿Y cómo es eso?
-Los bebés, por ejemplo, tienen una
temperatura corporal totalmente irregular
-¿Y por qué?
-Porque la glándula
termoreguladora no está desarrollada
-¡Qué curioso!
-Los ancianos experimentan,
también, una bajada de temperatura
-¿Por eso los viejos siempre tienen
frío?
-Efectivamente
-Oiga, pero lo que no comprendo es
que la temperatura cambie según la hora
-Nuestro cuerpo, normalmente, tiene
una temperatura mínima que suele coincidir con el amanecer y una máxima sobre
la media tarde
-¡Qué caprichosa es la
temperatura!. Me recuerda a alguien
-Pues esto no es todo
-¿Hay más cambios?
-Tras una comida copiosa, valga el
ejemplo, la temperatura corporal sube
-¡Pues me sé de uno que tendría
fiebre a todas las horas!
-Si me lo permite?,¿se está
refiriendo a su marido?
-¿Cómo lo ha adivinado?
-Porque sigo la escuela
psicosomática y la veo con un poco de ansiedad
-Ha acertado
-Le advierto que con la ansiedad
sube la temperatura
-Entonces ya sé porque ando siempre
destemplada. ¿Y debo tomar algo?
-La fiebre es un síntoma no una
enfermedad
-Pero es molesta
-Aún así no hay que confundir
síntoma con enfermedad
-Pero muerto el perro se acabó la
rabia
-Mire, si un síntoma se elimina,
con medicación, se puede estar enmascarando una enfermedad seria
-¡No me preocupe!
-No es mi intención. Quiero decirle
que tanto la fiebre, como un dolor de cabeza son síntomas que avisan de una
enfermedad
-Y si se quitan…
-Enmascaran su origen. No hay peor
enfermedad que la que no da la cara
-Entonces, ¿cree que lo mío es algo
serio?
-No. De todas formas debía, sin
obsesionarse, hacerse una gráfica de temperatura
-¿Cómo?
-Poniéndose el termómetro, siempre
a la misma hora, en el mismo lugar..,¡ojo!, del cuerpo
-Perdone que insista, ¿pero tanta
diferencia hay?
-Mire del recto a la axila o de la
boca al oído puede haber hasta un grado de diferencia
-Pues para mayor seguridad se puede
tomar en diversas zonas del cuerpo y sacar la media
-Bueno? ¡pero no se complique la
vida!
-Lo decía porque, después de lo que
me ha explicado, podría convencer a mi marido para que cuando se ponga malito
se lo ponga primero en el recto y después en la boca
Pedro Caballero-Infante