Únete a nuestra comunidad
Toda la actualidad del mundo de la salud y la farmacia en Consejos de tu Farmacéutico.
Además, puedes seguirnos en nuestras redes sociales:
Darse el atracón es todo un clásico de las Navidades “en versión española”. Contra este hábito mal adquirido recuerdan los expertos de la SEPD que “la comida y la bebida sirven para disfrutar, no para pasar un mal rato y hacérselo pasar a los demás”
Según los datos de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), en Navidad las urgencias hospitalarias aumentan entre un 20 y un 25%, un dato que dice mucho de nuestras costumbres ancestrales. Las intoxicaciones etílicas y el consumo de alimentos en mal estado son la causa más común de este incremento. Si cuidar los patrones de consumo estas Navidades debe ser importante para el común de la población, para quienes padecen alguna patología digestiva la situación se vuelve imperativa. Ya sabes, ponte manos a la obra y disfruta “con cabeza”.
Pescados y mariscos
Los reyes de las intoxicaciones
Según expertos de la Sociedad Española de Medicina de Emergencias (SEMES), el incremento de las transgresiones alimentarias puede producir problemas gástricos como úlceras, cólicos de hígado, insuficiencias renales o diabetes. Afortunadamente, dentro de este apartado, gracias al conocimiento que actualmente se tiene sobre las condiciones idóneas de elaboración y conservación de los alimentos hace que sea menos probable adquirir lo que se conoce como toxiinfección alimentaria grave. Aún así, los alimentos que con más frecuencia pueden producir cuadros de este tipo son los pescados y mariscos, ya que precisan de unos procedimientos de conservación más exigentes y muchas veces se rompe la cadena del frío, lo que conduce a su degradación”, comenta el profesor Antonio Caballero, experto de la Sociedad Española de Patología Digestiva.
El coma etílico
Los expertos de la SEPD advierten que un coma etílico producido por un consumo excesivo de alcohol puede ser un cuadro grave e incluso mortal y que el alcohol no sólo afecta al hígado, como se cree popularmente, sino también al páncreas y al cerebro. Esto debe tenerse muy en cuenta porque el coma etílico y la pancreatitis aguda alcohólica pueden ser cuadros muy graves e incluso mortales. La ingesta de bebidas alcohólicas con moderación y el consumo “lento” de alcohol, acompañado además de ingesta de alimentos, son los mejores procedimientos para evitar problemas médicos posteriores; de no ser así, aparecerán diversos tipos de intolerancias gastrointestinales y del sistema nervioso que, aunque en general son menos graves, no se excluye la posibilidad de complicaciones más serias.
Los órganos más afectados por los excesos en la ingestión de comida y de alcohol son el estómago, el intestino delgado, el colon, el hígado y el cerebro. Según indican expertos de la SEPD, en pocas horas o días, una ingesta excesiva de alcohol produce el desarrollo de una esteatosis hepática o hígado graso; y ello no excluye la posibilidad de que también se pueda
Si no quieres pasarlo mal…
1. Come moderadamente y no te excedas.
2. No rompas la cadena del frío.
3. Extrema las medidas higiénicas en el manejo de alimentos y su conservación.
4. Bebe con moderación y despacio.
5. Acompañar siempre la ingesta de alcohol con comida.
6. Evita el alcohol de alta graduación (más de 12-15º).
7. Extrema todos estos cuidados si no se estás acostumbrado a beber.
Decálogo para una digestión “a pedir de boca”
1. Si quieres hacer la digestión sin sentirla, haz varias comidas al día, mínimo tres y máximo cinco, procurando que las raciones no sean demasiado abundantes.
2. Come lentamente y mastica bien los alimentos, ya que éstos pasan de la boca al estómago para que éstos se mezclen con los jugos gástricos. Si tragamos los alimentos a trozos enteros, lo que provocamos es que nuestro estómago tenga que trabajar más para conseguir el mismo resultado.
3. Cocina siempre con aceite de oliva virgen. Además de ayudar a la digestión, previene el estrés oxidativo. Así lo han demostrado expertos en nutrición de la Universidad Pablo de Olavide han realizado una serie de estudios en los que demuestran que el aceite de oliva virgen extra crudo, mejora la capacidad de repuesta contra la oxidación, por lo que ayuda a frenar y combatir los efectos del envejecimiento. mejorado su capacidad de respuesta frente al estrés oxidativo así como la capacidad y cantidad de enzimas con actividad antioxidante, que son las encargadas, entre otras cosas, de frenar el proceso de envejecimiento.
4. Algunos dietistas recomiendan no beber durante las comidas, ya que esto favorece que los alimentos se mezclen con el líquido en nuestro interior y que nos sintamos más llenos y con sensación de hinchazón.
5. Es recomendable comer tranquilos, y si es posible, sin hablar demasiado, ya que si hablamos mientras comemos, tragamos aire. Podemos evitar así problemas de aerofagia, que por otra parte, pueden llegar a ser verdaderamente dolorosos.
6. Ahórrate los malos ratos debidos al estreñimiento tomando fibra, ésta se encuentra en las frutas y verduras, sobre todo crudas. Una fuente de fibra natural son también los cereales integrales, éstos mantienen la cáscara que los recubre y ahí es propiamente donde está la fibra.
7. Cuanto menos café, té y alcohol tomemos más facilitaremos la digestión. Se puede sustituir por una infusión que resulta de lo más digestiva.
8. Las proteínas son necesarias en nuestra alimentación, y éstas se encuentran en legumbres, huevos, pescado y carnes. De todos estos alimentos el más fácilmente digerible es el pescado, así que si tenemos molestias gastrointestinales, sin duda, es la mejor fuente de proteínas.
9. Las legumbres son también una buena propuesta para obtener proteínas, sin embargo, resultan flatulentas y hay personas que no pueden tomarlas con asiduidad, una forma de evitarlo es tomarlas sin piel.
10. Las frutas y verduras facilitan la digestión, pero se recomienda tomarlas sin piel y bien lavadas. Además de facilitar la digestión, aportan fibra que ayuda a la evacuación intestinal.
ERGE y úlcera péptica
Pasar las Navidades con un “plus”
Según ha puesto de manifiesto el doctor Carlos Martín de Argila, médico adjunto del Servicio de Gastroenterología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, durante la IV Semana de las Enfermedades Digestivas celebrada recientemente en Madrid, las enfermedades del aparato digestivo representan un porcentaje muy importante entre todas las patologías que puede padecer el ser humano. “De entre ellas, las más prevalentes entre los españoles son aquellas relacionadas con la secreción ácida gástrica, como la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) y la Enfermedad Ulcerosa Péptica”, afirma el experto.
1. REFLUJO GASTROESOFÁGICO:
a. Qué es: según la SEPD, 1 de cada 3 españoles sufre síntomas de esta patología que se caracteriza por el paso del contenido del estómago hacia el esófago sin que se relacione con náuseas y vómitos, y que da lugar a síntomas y lesiones en el esófago. El reflujo se produce porque existe algún problema en la válvula que hay entre el esófago y el estómago, llamada cardias, encargada de permitir el paso de lo que comemos hacia el estómago y cerrarse, evitando que vuelva hacia el esófago. Si esta válvula está débil o se abre espontáneamente, se produce el paso del contenido al esófago y este material, sobre todo ácido, que sube puede producir los síntomas dando lugar a lesiones y quemaduras en el esófago.
b. Síntomas: los dos síntomas típicos de la ERGE son la pirosis y la regurgitación ácida, lo que se conoce por “ardor” y “acidez”. La pirosis es una sensación quemante que asciende por el pecho a veces hasta la garganta. La regurgitación ácida es la llegada a la boca de un contenido ácido o amargo. Estos síntomas son más frecuentes después de las comidas, especialmente si ha sido muy copiosa o se toman alimentos que pueden debilitar el cardias, como el café, el chocolate, las grasas o el alcohol). Otros síntomas son la disfagia (dificultad para tragar) o el dolor en el pecho y problemas de laringe o respiratorios (afonía, carraspera, tos, ahogos nocturnos).
c. Complicaciones: provienen de las lesiones que la enfermedad puede producir en el esófago. Las más frecuentes son las quemaduras en el esófago producida por el ácido, lo que se conoce como esofagitis. Otras complicaciones pueden ser la úlcera (“herida” en la superficie del esófago que ocurre cuando la esofagitis es muy intensa y la lesión profunda), la hemorragia (puede ocurrir a partir de la esofagitis o de la úlcera), la estenosis (estrechamiento del esófago que ocurre como consecuencia de la cicatrización de la esofagitis o la úlcera y provoca una dificultad para tragar) y el esófago de Barrett (modificación de la superficie del esófago a consecuencia del reflujo y que con el tiempo puede desarollar un cáncer).
d. Recomendaciones para esta Navidad:
• Acude al médico si tienes síntomas y no te automediques con antiácidos: aunque puede aliviar los síntomas no siempre es la mejor alternativa y no evita las complicaciones.
• Toma la medicación prescrita por tu médico.
• Acude al médico siempre que notes nuevos síntomas o cambios.
• Evita las comidas copiosas y realiza las comidas a sus horas.
• Es preferible hacer comidas pobres en grasas y ricas en proteínas. Si algún alimento te recrudece los síntomas, evítalos.
• Evita fumar y tomar licores.
• No te acuestes hasta transcurridas dos horas después de las comidas.
• No uses ropa ajustada.
• Evita el sobrepeso.
• Eleva la cabecera de la cama si tienes síntomas por la noche.
2. ÚLCERA PÉPTICA:
a. Qué es: la úlcera es una “herida profunda” en la superficie del aparato digestivo. Recibe el nombre de péptica cuando está situada en el estómago o el duodeno, ya que éstos son los órganos sobre los que actúa el jugo gástrico (secreción péptica del estómago). La úlcera péptica no siempre está abierta, sino que en temporadas, frecuentemente en primavera y otoño, la úlcera se abre y en unas semanas se vuelve a cicatrizar. Se produce por la acción del jugo gástrico, que es ácido y tiene sustancias capaces de destruir la p roteínas. En condiciones normales la superficie del estómago y el duodeno resisten la acción del jugo gástrico sin problemas. Pero si algo debilita las defensas de la superficie del estómago o el duodeno o hace una pequeña brecha, el jugo gástrico puede ejercer una acción nociva y abrir la úlcera. Los principales factores que pueden debilitarla son la infección por la bacteria Helicobacter pylori (bacteria que solo subsiste en el estómago) y los antiinflamatorios. En cuanto a la bacteria Helicobacter pylori, para defenderse de ella se ocasiona una inflamación en el estómago (gastritis) que vuelve la superficie del estómago y el duodeno más vulnerable a la acción del jugo gástrico en algunas personas. La aspirina y los antiinflamatorios pueden producir pequeñas erosiones en la superficie del estómago y del duodeno directamente y además interfieren en los mecanismos de defensa.
b. Síntomas: el principal síntoma que produce la úlcera es el dolor en la parte superior del abdomen. Habitualmente es un dolor intenso que mejora cuando se come y vuelve a aparecer 2 o 3 horas después de comer. También es muy frecuente que el dolor aparezca por la noche, ocasionando despertares. Estos síntomas aparecen sól cuando la úlcera está abierta.
c. Complicaciones: las principales complicaciones que puede producir una úlcera son hemorragia (la más frecuente), perforación y estenosis del píloro. La hemorragia se produce cuando la úlcera afecta a un vaso sanguíneo de la superficie del estómago o del duodeno y se manifiesta con vómitos con sangre (fresca o digerida) y con heces negras. Además, la persona puede sufrir mareo porque el sangrado hace que baje la tensión. La perforación ocurre cuando la úlcera socava toda la pared del estómago o el duodeno. Esto hace que el contenido se vierta en la cavidad abdominal, produciendo una peritonitis. La estenosis pilórica es el estrechamiento de la salida del estómago, que puede ocurrir cuando la úlcera está situada ahí y la inflamación o la ciatrización de la úlcera cierra la salida del estómago.
d. Recomendaciones:
• La úlcera es una enfermedad crónica y el dolor ocurre a temporadas. Por lo tanto, no te confíes si tienes largas temporadas sin molestias.
• Acude al médico si tienes dolor. Tomar antiácidos puede aliviar el dolor pero no exime de complicaciones.
• Si tomas aspirina o antiinflamatorios consulta a tu médico sobre la necesidad de tomar tratamiento para prevenir la úlcera.
• La úlcera no se cura haciendo dietas especiales.
• El tabaco y el alcohol dificultan la cicatrización de la úlcera.
• Sigue siempre las instrucciones de tu médico.
Dieta mediterránea: atrévete con ella
Hoy en día y a pesar de haber demostrado ser la más saludable de cuantas dietas existen, en España estamos lejos de los patrones tradicionales de la dieta mediterránea. Así lo confirma el un estudio de la Fundación Dieta Mediterránea (FDM), que afirma que España es uno de los cuatro países del mundo que más ha perdido el hábito de la dieta mediterránea después de Albania, Grecia y Turquía. De hecho, aunque se mantiene un aceptable consumo de frutas, verduras y aceite de oliva, se ha reducido el consumo de legumbres y de cereales. Y lo más grave: ha aumentado tremendamente el consumo de carne, casi tres veces desde la década de los sesenta hasta ahora”. Según el doctor Lluis Serra Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, así como presidente de la Fundación Dieta Mediterránea y presidente de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación, en los últimos 40 años hemos ido perdiendo los patrones que dictan la dieta mediterránea, a pesar de ser un tema tan importante para la salud pública como el cambio climático. Apostar por tanto por la educación para que la población valore la importancia de llevar a cabo una correcta nutrición y prevenir así la obesidad ha sido el principal objetivo del I Salón de la Dieta Mediterránea, celebrado el pasado mes de octubre en Madrid bajo el lema Ven y sabrás lo que es bueno. “La dieta mediterránea está en peligro por dos razones fundamentalmente; por un lado, por la modificación del tamaño de la familia lo que conlleva cambios en los hábitos de compra; y por otro, la globalización, que nos lleva a la restauración colectiva y a mantener la cultura de la comida rápida”, afirma Serra Majem.
Por su parte, el doctor Javier Aranceta, “hay evidencias científicas” de que la dieta mediterránea es “el perfil de alimentación más saludable”, destacándola como “una dieta funcional” que tiene efectos positivos sobre la esperanza de vida, la depresión o la artrosis. Hay estudios sobre psiquiatría que han puesto de manifiesto los beneficios que tiene esta dieta para reducir un 40 por ciento las depresiones, además de contribuir a evitar problemas cardiovasculares, prevenir el cáncer o el alzheimer.
Muy directamente relacionados con el abandono de la dieta mediterránea se encuentran los datos: en los años sesenta la ingesta calórica media en España era de 2.673 calorías por habitante y día. Sin embargo, hoy en día es de 3.405, lo que, añadido al sedentarismo y la mejora de las condiciones de trabajo y de vida en general, hace que una gran cantidad de calorías no gastadas provoquen problemas de obesidad y faciliten la aparición de otros factores de riesgo cardiovascular. Además, actualmente la población infantil y juvenil de nuestro país es la que presenta el mayor nivel de colesterol de toda Europa, debido a los actuales hábitos alimentarios que nada tienen que ver con la dieta mediterránea.
La cocina más sana para prevenir la obesidad
Para el doctor Sánchez Franco, jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Carlos III de Madrid y responsable de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Española del Corazón (FEC), lo más importante es “educar a la población para que tenga una nutrición correcta teniendo en cuenta dos condicionantes: la calidad de los alimentos y el control de la obesidad.
1. El primer paso para una cocina sana es la cocción de los alimentos, que será más sana cuantas menos grasas se utilicen en el proceso. La cocción al vapor o en agua y a la plancha pueden considerarse los sistemas más sanos y en los que los alimentos resultan más fácilmente digeribles.
2. Según Sánchez Franco, es recomendable limitar los hidratos de carbono refinados (pan, pasta, arroz, patatas y dulces), los aceites vegetales y las frutas. Esto echa abajo parte de la estructura de la antigua pirámide alimentaria: “Al contrario de lo que se pensaba las frutas hay que limitarlas a dos o tres unidades por día cuando hay riesgo de obesidad; la carne roja y la mantequilla también deben tener un consumo esporádico”.
3. Sin embargo, las legumbres, ha añadido, “han pasado a un nivel prioritario ya que tienen fibra y antioxidantes y no están expuestas a pesticidas”.
4. Asimismo, el pescado, tanto el azul como el blanco, junto a la carne de ave y el huevo, se sitúan entre los alimentos por los que se debe priorizar dentro del grupo de proteína animal.
5. Otro cambio importante está en los lácteos que son indispensables por el calcio pero que son de origen animal y con grasas saturadas, por ello hay mayor tendencia a limitarlos y a uso en forma de semi o descremada.