El Expreso de Medianoche narra la historia de Billy Hayes, un joven estadounidense que es sorprendido en el aeropuerto de Estambul al tratar de abandonar el país con hachís. Como condena, lo encierran en una prisión turca donde vive un horroroso infierno.

Lejos de ser una película más, el Expreso de Media Noche encierra una realidad que en nuestro país se puede plasmar en cifras: a fecha de hoy, 1.968 españoles permanecen detenidos en cárceles extranjeras,  1.671 hombres y 297 mujeres. De ellos, 1.572 (el 80%) lo están por delitos relacionados con el tráfico de drogas a pequeña escala y/o por consumo, según datos facilitados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Marruecos con 230, Perú con 184, Brasil con 126, Francia con 121, Argentina con 112, y Portugal con 106 son los países que cuentan con mayor número de españoles detenidos por esta causa. Los datos también revelan que en Europa está detenido el 25% del total (442) de ciudadanos españoles condenados o pendientes de juicio por delitos relacionados con las drogas.

Estas alarmantes cifras son las que han llevado a la Fundación Ramón Rubial-Españoles en el Mundo, financiada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y en la que colaboran los ministerios de Asuntos Exteriores y Cooperación y de Justicia, a promover la Campaña 2009 sobre las consecuencias del consumo y tráfico de drogas en el extranjero, presentada el pasado mes de marzo y que ahora inicia su segunda fase. Bajo el  Salud , Farmacia , Psicología , Belleza, Medicamentoslema ¿En serio, crees que acercarse a las drogas en el extranjero puede ser algo divertido? esta campaña alerta sobre las consecuencias negativas de acercarse a las drogas en los viajes al extranjero.


El consumo, también penado


“Como aquí no me conoce nadie me fumo un porrito o me meto una raya. Total, seguro que aquí no me dicen nada por una pequeña cantidad”. Estos pensamientos están detrás de las actuaciones de la mayoría de los arrestados, según Moya. España es de los países con una legislación más permisiva con el consumo de droga. Ésta es una actividad castigada con multas, pero nunca con cárcel. Tampoco es delito penal la posesión de estupefacientes para el consumo propio.

Para la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, la campaña tiene un claro objetivo: acabar con el falso mito de que hay países muy tolerantes hacia el consumo de drogas y de que se puede ganar dinero fácil traficando a pequeña escala en otros países. “Queremos alertar a los ciudadanos y sobre todo a los más jóvenes, de los riesgos de acercarse a las drogas en el extranjero”, asegura.

“Ni hay países tolerantes con los consumos de drogas, ni existen paraísos, salvo en la imaginación de algunas personas. En la mayor parte del mundo, el consumo de drogas está penalizado con cárcel. Además, muchos países no hacen distinción entre tráfico y consumo”, afirma. “Una gran mayoría desconoce que en países europeos como Francia, Holanda o Reino Unido el consumo de drogas o el tráfico a pequeña escala está penado. Hay que desterrar la idea de que en los países de nuestro entorno existe una gran permisividad hacia el consumo de drogas. Es un mito muy extendido, pero falso”.

Carmen Moya también ha advertido a aquellas personas que puedan verse tentadas a traficar con drogas, para hacer dinero fácil: “Para muchos jóvenes puede parecer algo excitante, una forma de ganar dinero sin esfuerzo, pero lo más probable es que estas personas terminen en la cárcel en condiciones de reclusión muy duras”. En la misma línea, la directora general de Cooperación Jurídica Internacional del Ministerio de Justicia, Aurora Mejía, también ha señalado la dureza de las leyes de algunos países, que “incluso pueden llegar a imponer pena de muerte o cadena perpetua”.

En España, Andalucía (319), Cataluña (289) y Madrid (250) son las Comunidades Autónomas con mayor número de personas encarceladas en otros países, aunque en 273 casos se desconoce su procedencia.


La campaña
 
En esta segunda fase que se inicia ahora se terminarán de distribuir los 2.400 carteles y 200.000 postales en más de 600 puntos de paso frecuente de viajeros o personas con intención de viajar, por todo el territorio nacional. En el reverso de estos folletos figuran consejos como éstos:
• No compres, consumas, ni trafiques con drogas en el extranjero.
• Si sales de nuestro país, evita cualquier contacto con las drogas, puede ser el inicio de un viaje sin fecha de retorno.
• No hagas caso de falsas informaciones según las cuales otros países son más permisivos que España en el tráfico o consumo de drogas.
• No aceptes hacerte cargo de equipajes u objetos cuyo contenido desconozcas.
• En caso de detención comunícate lo antes posible con el Consulado de España o de cualquier país de la Unión Europea.
• Contacta con la Fundación Ramón Rubial-Españoles en el Mundo cuyo presidente es Eduardo Gómez Basterra.


El modelo holandés: el papel del gobierno y autoridades


La experiencia de tolerancia referente en Europa es la de Holanda, donde se permite la venta y consumo de cannabis en los famoso coffee shops. La forma en que Holanda combate las drogas duras, mientras permite la venta y consumo de las blandas por otro, suele provocar malos entendidos a escala internacional. Por eso, el Gobierno y la policía no cesan de repetir que se trata de sustancias distintas que requieren enfoques diversos. Fumar hachís y marihuana está permitido en el interior -y sólo allí- de los cafés con licencia para venderlo. Pero estos lugares, unos 700 en todo el país, pueden perder la licencia si almacenan más de 500 gramos, venden más de 5 por persona, permiten la entrada de clientes menores de edad o sirven alcohol.

Con la cocaína y el éxtasis las cosas son distintas. Prohibido el uso y tráfico en ambos casos, atrás queda el ensayo de deportar, sin condena, a los traficantes que llevaran hasta tres kilos de cocaína encima. Dicho plan se remonta al año 2004. De los 30 a 50 traficantes por avión de entonces, se ha pasado a uno por cada dos vuelos. Holanda sigue siendo uno de los mayores fabricantes de drogas de diseño y el problema es la percepción del usuario, que la toma como una droga blanda.

El caso español está muy lejos de adoptar estas medidas, más aún teniendo en cuenta la percepción que tenemos los españoles según un estudio elaborado por SoyDigital. El 62% de los encuestados se muestra totalmente en contra de la legalización del tráfico de drogas como alternativa a los problemas derivados de la drogodependencia. Sin embargo el 38% restante se muestra simpatizante de esta medida.


La influencia de la clase social


Un estudio llevado a cabo por la empresa SoyDigital ha revelado que el 92% de los españoles conoce a alguien de su entorno que consume estupefacientes. Los porcentajes de respuestas de la influencia de la clase social a la hora de consumir son significativas con un 67% de los encuestados que afirman que la clase social no influye. Sin embargo la disyuntiva se produce a la hora de relacionar la influencia de la clase social con el consumo de estupefacientes. Según el 52% de los encuestados   a mayor nivel de clase social aumenta el índice de consumo, frente a un 37% que opina que a menor nivel de clase social el consumo es mayor. Tan sólo el  7% de los encuestados cree que a mayor nivel de clase social se produce un menor índice de consumo frente a un 4% que considera que el consumo disminuye a menor clase social.


Las “reinas del consumo” en España


Según los resultados de la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas entre Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) 2008, presentados recientemente por la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, el alcohol y el tabaco continúan siendo las drogas más consumidas entre los escolares, aunque se estabiliza, seguidas del cannabis, cuyo consumo actual se estabiliza y se frena la incorporación de nuevos consumidores. El 81,2% declara que ha consumido alcohol alguna vez en la vida, el 44,6% tabaco y el 35,2% cannabis. El resto de sustancias psicoactivas está mucho menos extendido: alrededor del 5% las ha probado y menos del 2% las consume actualmente. Además de la cocaína (cuyo consumo entre los adolescentes de 14 a 18 años continúa en descenso y se sitúa en cifras inferiores a las de 1998), también desciende el consumo de éxtasis y se registra una ligera  disminución de los inhalables volátiles, anfetaminas y alucinógenos. Curiosamente, aunque el consumo de alcohol se estabiliza, la encuesta revela un aumento de las borracheras. Casi la tercera parte de los estudiantes (29%) se ha emborrachado alguna vez en los últimos 30 días y el consumo de alcohol se concentra en los fines de semana (la bebida más consumida son los combinados o cubatas, mientras que en días laborables predomina la cerveza). En general, los chicos consumen más drogas ilegales que las chicas, mientras que en las chicas es más frecuente el consumo diario de tabaco y de alcohol. Una proporción importante de los escolares presentan conductas de policonsumo.


En la línea de la prevención


Un dato muy positivo es que se sigue aumentando la percepción entre los jóvenes del riesgo que supone el consumo de estas sustancias. También aumenta la percepción de que es más difícil acceder a ellas, aunque la edad de inicio se mantiene en torno a los 13 y 14 años. “Estos datos ponen de manifiesto que las políticas de prevención funcionan”, ha asegurado la ministra, quién ha destacado el esfuerzo conjunto de todas las administraciones y entidades sociales en la lucha contra las drogas. En este contexto, Jiménez ha anunciado la firma de un convenio con las asociaciones de padres, CEAPA Y CONCAPA, para implicar de forma más directa a los padres y madres en la prevención del consumo de drogas, tanto en el ámbito familiar como el escolar.
 
Más solicitudes de ayuda
Los adolescentes que buscan rehabilitarse de las drogas han aumentado un 24% en el primer semestre del año respecto al mismo período del año pasado, según datos recogidos por «Proyecto Hombre». El subdirector de la fundación, Oriol Esculies, ha reclamado que la educación contra las drogas «tenga continuidad en la carrera académica y vaya más allá de repartir folletos». El perfil del drogodependiente adolescente es un joven de 19,5 años y que tiende al consumo simultáneo; el 73% de los atendidos el año pasado eran politoxicómanos y el 32% ni estudiaba ni trabajaba. Esculies insistó en la idea de «no esperar a que el adicto dé el primer paso». Sólo un 28% de los adultos pidieron ayuda por su propia voluntad.


Demasiado alcohol al volante


Un 10 de los estudiantes entre 14 y 18 años reconoce haber conducido bajo los efectos del alcohol en el último año y el 22% de los estudiantes de entre 14 y 18 años reconoce haber sido pasajero durante los últimos 12 meses de vehículos conducidos bajo los efectos del alcohol. Estas cifras extraídas de la Encuesta Estatal sobre el Uso de Drogas en Enseñazas Superiores, son alarmantes, considerando que los efectos del alcohol sobre la conducción en los jóvenes son aún más relevantes: altera las capacidades para la conducción segura y modifica la respuesta al trauma, influyendo así sobre la gravedad y el pronóstico de las lesiones. Según ha explicado el doctor Juan Carlos González Luque, asesor médico del Observatorio nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico durante su intervención en el 58º Congreso Nacional de Asociación Española de Pediatría (AEP), “se estima que el riesgo relativo de sufrir un accidente mortal con alcoholemias de 0,8 g/l es máximo entre la población de entre 16 y 17 años”. Según datos del Instituto Nacional de Toxicología del 2007, uno de cada cuatro conductores fallecidos menores de 20 años presentó alcohol en su organismo.

Aunque el consumo de alcohol entre los estudiantes ha descendido en términos generales, en los últimos años, “la frecuencia de borracheras entre aquellos que consumen alcohol durante el último mes mantiene una frecuencia ascendente desde el año 94”, explica el doctor González Luque. De hecho, según el Plan Nacional Sobre Drogas, aunque se reduce la extensión del consumo de alcohol, parece que aumenta la frecuencia de episodios de consumo intensivo o problemático entre los que beben.

Además, las cifras de mortalidad y las circunstancias que la rodean demuestran que “la presencia de sustancias psicoactivas en conductores fallecidos es frecuente”, destaca el doctor Jordi Mateu, coordinador de la Comisión de Seguridad y Prevención de Accidentes de la Asociación Española de Pediatría (AEP). En este sentido y según datos del Instituto Nacional de Toxicología, en el año 2007 un 22,4% de los conductores fallecidos presentaron alcohol en su organismo, un 8,4% alcohol y otras drogas y un 8,6% medicamentos y/o drogas sin alcohol.

Apúntate a nuestra newsletter

* La newsletter para farmacéuticos es para uso exclusivo de profesionales sanitarios (médicos, enfermeros, farmacéuticos) involucrados en la prescripción o dispensación de medicamentos, así como profesionales de la industria farmacéutica y la política sanitaria. Publicitario Farmacéutico SL no se hace responsable del uso de esta newsletter por parte de profesionales no cualificados.

Redacción Consejos

Equipo de redacción de la revista Consejos de tu farmacéutico. Revista especializada en el sector sanitario, editada en España y con más de 20 años de experiencia. Todo nuestro contenido está...