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?…Padezco de migrañas y me gustaría que hablarais sobre esta
enfermedad, sobre todo que me explicaseis remedios para el dolor…?
Mercedes
C. J Madrid
La crisis de migraña consiste en un dolor de
cabeza intenso, que se inicia en un lado del cráneo y se extiende
posteriormente al resto de la cabeza. Se muestra en forma de latidos,
acompañándose la mayoría de las veces de náuseas, vómitos, sensación de
abatimiento y malestar general. Aparece frecuentemente la intolerancia al ruido
y a la luz, así como una palidez facial en quien sufre la migraña. A veces, la
crisis se anuncia con alteraciones visuales: manchas negras, destellos
luminosos, líneas brillantes en zig-zag o áreas de pérdida del campo visual,
que constituyen lo que se denomina ?aura?. Un 30% de los ataques de migraña
presentan aura, más o menos larga. Cuando el ataque es intenso o dura varias
horas, el estado general del afectado se altera, surge la somnolencia, el
abatimiento y el cansancio, y el individuo busca tranquilidad y reposo. El
dolor de cabeza se hace más intenso con los movimientos bruscos de la cabeza,
con la tos, los esfuerzos, la defecación, y con los movimientos que aumentan la
presión dentro del cráneo. Las crisis suelen ser o muy fuertes o escasas, y en
el caso de la mujer, suelen presentarse con la regla, desaparecer con el
embarazo y extinguirse con la menopausia. En los hombres, las crisis suelen
desaparecer entre los 45 y los 50 años. Existen factores que ayudan a
desencadenar la migraña, tales como la menstruación, el estrés profesional o
emocional, el ejercicio físico intenso, la falta o exceso de sueño, la
exposición al sol, el uso de anticonceptivos, el exceso de tabaco y la ingesta
de alcohol, especialmente vino tinto. También puede provocar migrañas el
consumo de chocolate, huevos, nueces, pescado ahumado, frutas ácidas y limón,
también aditivos como el glutamato y los nitritos. Igualmente, pueden influir
factores como el ayuno, la falta de glucosa en la sangre, el calor, la vida
nocturna y las comidas copiosas. Evitar todos estos factores es fundamental
para prevenir las posibles crisis. No obstante, cuando éstas se producen es
recomendable reposar en una habitación poco iluminada y silenciosa hasta
conciliar el sueño. Si no se consigue, lo mejor es recurrir a la medicación a
través de analgésicos, aunque no siempre son efectivos.