
La narcolepsia es un trastorno del sueño de origen neurológico que se caracteriza por tres síntomas principales: una excesiva somnolencia diurna, ataques de cataplejía (perdida del tono muscular) que suelen durar menos de dos minutos, y una fragmentación del sueño nocturno.
Aunque su evolución es muy lenta, se trata de una enfermedad progresiva que tiene unas consecuencias muy importantes para el paciente, ya que acaba padeciendo una somnolencia severa que, de no ser tratada, repercute en aspectos como la capacidad de conducción, el rendimiento escolar y laboral, así como en su vida social y familiar.
Sin cura descubierta hasta el momento, los actuales tratamientos permiten controlar la sensación de somnolencia diurna a través de estimulantes del Sistema Nervioso Central, que evitan los ataques de cataplejía y permiten mejorar la calidad del sueño del paciente.