-¡A ver por favor, hagan sitio y déjenlo pasar!

-¡Qué susto Señor!

-Pónganlo aquí

-¡Qué golpe Dios mío!

-Salgan todos fuera por favor

-¡Ay, ay, ay…qué tirón!

-¿Llevaba bolso?. No le pega con ese bigotazo

-Digo que qué tirón tengo ahora mismo en el muslo, no puedo
subir la pierna

-Tranquilo que la cuestión muscular, por ahora, es lo de
menos. ¿Qué ha sido?

-Una moto..¡la madre que lo parió!

-Tranquilícese…hombre

-Pero lo peor es que he perdido la matrícula

-No se preocupe que la habrá tomado algún vecino

-Me refiero a los papeles de la matrícula de mi hija que han
salido volando.¿Ahora qué hago?

-Estarse quieto a ver si le puedo limpiar los arañazos de la
cara ¿Cómo ha sido el  atropello?

-No sé, porque estoy muy nervioso. Sólo he visto las cabezas
por los suelos

-Pero, ¿es que ha habido más atropellados?

-Digo las cabezas de ajo que han salido rodando del carrito
que traía del supermercado. ¡Qué horror!

-Pero hombre? ¡no se preocupe ahora por los ajos!

-Me preocupo por mi mujer. ¡Qué horror!

-¿Pero su mujer iba con usted?

-¡No!. Digo qué horror porque me la va a liar buena cuando
vea que he perdido los papeles de la matrícula y los ajos. ¡Uy
cómo escuece!

-No se mueva. Aquí le voy a poner un puntito de esparadrapo
hasta que lo vean en un hospital

-Para el hospital iba

-¿Es usted sanitario o está enfermo?

-Ni una cosa ni otra. Trabajo de cocinero en el hospital

-¡Ah, ya entiendo! Por eso lo de los ajos

-Sí, porque?.¡Ay que dolor!

-Es que le estoy quitando esta manga rota para ver si tiene
herido el brazo

-¡Uy hablando de brazo!?¡La
paletilla!

-¿Le duele aquí?…porque esta es la escápula

-No. Tengo que salir un momento

-Espere hombre. ¿No ve que puede tener algo roto y además se
queja de la paletilla?

-Es que me acabo de acordar que en el pedido llevaba una
paletilla cocida

-¡Puñeta!, avíseme de lo que es su
cuerpo y de lo que es el pedido

-Es que es mucha mi responsabilidad

-No se preocupe que  en
este barrio nos conocemos todos y seguro que algún vecino la ha recogido y me
la trae

-¡Ay?ay!

-Me temo que esta uña la va a perder

-¿Y la pierna?

-¡No hombre!. Las heridas son aparatosas pero superficiales

-Digo la pierna de cordero que llevaba con la paletilla.
¡Ahora voy recordando!. ¡Qué desastre!

-Pero.. ¡éstese quieto!, que así no
vamos a acabar nunca. ¿Puede andar?

-¡Ay!…creo que sí. A ver despacio?¡Uy?los
huevos!

-¿Le duele el escroto?. ¡Bájese los pantalones y echemos un
vistazo!

-No. Es que también llevaba dos cartones de huevos. ¡Qué
tragedia!

-Pero hombre, ¿se va a preocupar de eso?

-Es que mañana se celebra un homenaje al Director del
Hospital y mi mujer, que también es cocinera, y yo tenemos que preparar el cátering

-No sabe lo que lo siento. Espere que le pongo esta última
tirita y ya está listo

-¡Uy, uy!.
¿y el talón?

-Se está tocando el pecho y el talón está detrás del pie. ¿Es
que le duele?

-Hablo de un talón que me ha dado el Gerente de la cafetería
del Hospital..¡que lo he perdido!

-¡Coño!. Ha perdido usted todo

-Pero es que ha sido un atropello

-En toda regla?.

-Me refiero a que me han quitado la paletilla, la pierna y
hasta un talón?¡un atropello!

 Pedro
Caballero-Infante

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Redacción Consejos

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