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La vuelta al trabajo y al cole provocan reacciones muy distintas por afectar, en cada caso, a adultos y a niños. Si en los primeros las reacciones son emocionales, en los niños son conductuales, de manera que, si tu hijo empieza a hacer de las suyas, piensa que detrás de su comportamiento probablemente haya una ansiedad y estrés encubiertos, fruto de su miedo por la vuelta a los horarios y las obligaciones. Nuestro consejo: mucha paciencia, una buena alimentación y mucho ejercicio.
Ante la vuelta al cole y al trabajo, los expertos recomiendan una readaptación progresiva, aprovechando los últimos días de vacaciones para retomar las costumbres que inevitablemente están por venir. La Asociación Española de Pediatría (AEP) a través de la web de su campaña Únete a la Tropa Supersana. Descubre tus poderes (www.tropasupersana.es) ha publicado una serie de recomendaciones en torno a la alimentación, el ejercicio y la prevención para afrontar el próximo curso. Por otra parte, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) recuerda el riesgo que supone el regreso a las aulas para los niños que tienen una enfermedad alérgica,
#Alimentación: el desayuno, comida fundamental
Para afrontar esta nueva etapa y reducir la ansiedad y estrés que genera en muchos niños la vuelta al cole, los expertos inciden en la importancia de atender a tres pilares fundamentales: la alimentación, el ejercicio y la prevención. Respecto a la alimentación, destacan el desayuno como la comida más importante del día, ya que además de mejorar el rendimiento en la escuela, ayuda a mantener un peso adecuado. Según explica el doctor José Manuel Moreno, coordinador del Comité de Nutrición, el desayuno ideal debe “proporcionar al niño entre el 20 y el 35% de la ingesta energética diaria, y debe estar compuesto por leche o derivados lácteos; cereales y fruta fresca o
#Ejercicio: 1 hora diaria
Puesto que es el momento de planificar los horarios y las actividades extraescolares, el doctor Gerardo Rodríguez, coordinador del Comité de Actividad Física, recomienda que “al menos una de ellas, esté relacionada con el deporte, ya que los niños en edad escolar deben hacer como mínimo 1 hora diaria de actividad física moderada-intensa”. Entre otras cosas, este hábito previene la aparición de obesidad, mejora el rendimiento escolar y el estado anímico de los niños. P ara la realización de deportes, apunta que los niños deben ir convenientemente equipados con la indumentaria y calzados adecuados, así como con los elementos de seguridad correspondientes. “Aunque argumenten que les resultan incómodos, los niños deben comprender que son esenciales para evitar lesiones”, subraya. También invita a hacer caminando aquellos recorridos que sean asumibles “como puede ser, en algunos casos, ir o volver al colegio o hacer unas compras”, fomentar las actividades al aire libre y limitar el tiempo frente a las pantallas. Por último, los pediatras recomiendan que los niños en edad escolar duerman entre 9 y 11 horas, ya que una correcta higiene del sueño favorece el aprendizaje, la asimilación de experiencias y el crecimiento.
#Prevención: vacunas y piojos
Puesto que los espacios cerrados, como son las aulas escolares, facilitan el contagio de aquellas enfermedades que se transmiten por contacto o por vías respiratorias (al toser, estornudar, etcétera) como es el caso de infecciones frecuentes como la gastroenteritis, el resfriado o la conjuntivitis, pero también lo puede ser de otras como la tosferina, el sarampión o las meningitis, entre otras, el doctor David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunas, señala que “es un buen momento para revisar el calendario vacunal y, si es necesario, ponerlo al día, ya que así evitamos las enfermedades prevenibles mediante vacunación”. Para aquellas patologías que no tienen vacuna, este experto subraya la importancia de las medidas higiénicas, como el lavado de manos frecuente, la ventilación adecuada de los espacios cerrados, o la limpieza de materiales comunes en el aula. Además, se recomienda a los padres de niños con enfermedades crónicas como asma, diabetes, celiaquía… o que padezcan alergias u otros problemas relevantes de salud que, de alguna manera, pudieran verse afectadas, informen a los profesores y/o la dirección de la situación, así como de las pautas de actuación. Por último, para prevenir los dolores de espalda, recuerdan que el peso de la mochila escolar no debe superar nunca el 10-15% del peso corporal del niño. Así, son recomendables aquellas con correas anchas y acolchadas, o los carritos.
Igualmente, la vuelta al cole pone en marcha las temidas circulares enviadas por los centros educativos instando a revisar cabezas y aplicar tratamientos contra los piojos. La pediculosis se diagnostica por la observación directa de piojos o liendres (huevos), principalmente en lugares como la nuca y detrás de las orejas. Una vez diagnosticado, el mejor tratamiento para la combatir la pediculosis consiste en aplicar productos de venta en farmacia, bien en crema, champú o lociones, aplicados en pelo seco o como indique el prospecto correspondiente. A continuación hay que peinar con peine fino metálico, para remover de este modo piojos y liendres, aplicando el tratamiento toda la familia y repitiéndolo una vez transcurra una semana, hay que los huevos eclosionan en 7 días y las liendres no son erradicadas por el tratamiento farmacológico. También es conveniente lavar con agua caliente la ropa y elementos en contacto con pelo y revisar al niño de manera periódica durante un mes.
Síndrome post-vacacional
Los trastornos de ansiedad tienen una prevalencia del 9-21% en la población infantojuvenil, siendo septiembre y octubre los meses en los que se producen más este tipo de trastornos. En palabras de Susana González, psicóloga de Policlínica Gipuzkoa, “muchos niños retoman el colegio con alegría puesto que vuelven a ver a sus amigos, pero también existen niños a los que esta vuelta a la rutina se les hace más costosa: nerviosismo, alteraciones del sueño, irritabilidad, fatiga, pérdida de apetito, vómitos, diarreas, aparición de molestias corporales…son algunas de las manifestaciones más habituales en los niños. Son los padres quienes deben fomentar los aspectos positivos de la vuelta al cole para ayudar a sus hijos a que se adapten y tengan ilusión por recuperar su rutina diaria. En este sentido, la especialista apunta pautas como “planificar y realizar los cambios de forma gradual desde días antes de la vuelta al colegio. Regular las horas de despertar y acostarse de los niños antes del inicio del colegio, establecer rutinas, fomentar los aspectos positivos que supone la vuelta al cole y evitar transmitir la idea de que la vuelta a la rutina supone algo negativo.