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Cuando sientes que no puedes con todo y el mundo se te viene encima, corres el peligro de caer en el desánimo y creer que sólo un milagro te devolverá las fuerzas. Te damos 10 trucos que de verdad funcionan para reponer fuerzas y que vuelvas a comerte el mundo.
La vuelta a la rutina tras unas vacaciones, una mala alimentación, el descanso inadecuado, determinados desequilibrios hormonales y una carencia de vitaminas pueden estar tras un cansancio y fatiga prolongados. En cualquiera de estas circunstancias, una rutina adecuada y bien programada te irá devolviendo las fuerzas.
Pequeños gestos que cambian el mundo
- El agua es vida: empieza el día con un buen vaso de agua y a continuación, date una buena ducha. Una correcta hidratación combate la fatiga, por lo que lo ideal es que bebas líquido de manera intermitente y abundantemente durante todo el día, incluyendo zumos, infusiones y bebidas no carbonatadas.
- Prepárate un buen desayuno, rico en elementos energéticos y en vitaminas. El desayuno ideal debe incluir al menos un lácteo, cereales y frutas como el aguacate o el plátano, dos alimentos muy energéticos y ricos en potasio, mineral que contribuye al funcionamiento normal de los músculos. También son ricos en vitamina B6, que ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga, El aguacate es fuente de ácidos grasos monoinsaturados y vitaminas antioxidantes como la C y la E. Otros alimentos que te darán energía son el chocolate negro, la miel y los huevos.
- Llévate frutos secos en el bolso y tómalos a media mañana. Te darán un plus de energía para afrontar el resto del día.
- Evita el alcohol y la cafeína.
- Duerme lo suficiente: dormir entre 6 y 8 horas diarias es indispensable para combatir el cansancio y la fatiga. Adapta tus horas de sueño a tus necesidades, algunas personas necesitan dormir solo seis horas para estar recargados, pero otras, requieren entre ocho y diez horas para rendir toda la jornada. Los expertos del sueño nos indican que establecer horas regulares para acostarse y levantarse nos ayuda a mantener una rutina de sueño saludable.
- Cuida tu alimentación, procurando que sea sana, variada y equilibrada, lo que ayudará al cuerpo a tener vitalidad, energía y todas las sustancias necesarias para funcionar correctamente. No incluyas alimentos ultra procesados y huye de la comida rápida, está demostrado que, además, aumentan hasta en un 12% las probabilidades de diabetes tipo 2.
- Relájate y reserva tiempo para ti: dedica al menos un par de horas al día para pasear, leer, escuchar música o realizar alguna actividad placentera. Relaciónate con tu entorno y socializa.
- El ejercicio de forma habitual (especialmente caminar) es útil para contrarrestar el cansancio. Eso sí, hay que evitar realizarlo justo antes de irte a dormir.
- Consulta a tu médico o farmacéutico la conveniencia de tomar algún complemento alimenticio a base de vitamina B6, que contribuye al metabolismo energético normal; vitamina B12, que contribuye a la formación de glóbulos rojos; vitamina E, que protege a las células frente al daño oxidativo; y hierro, que contribuye al transporte normal de oxígeno en el cuerpo. Vitamina C y Zinc, que contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
- Practica ejercicios de relajación, como yoga, mindfulness, meditación o ejercicios de respiración…