Qué la provoca
La dermatitis de contacto alérgica es una reacción cutánea causada, por lo general, por fragancias, metales y conservantes presentes en productos de higiene y cosméticos.
Detrás de muchos productos de higiene, cosmética y limpieza hay escondidas fragancias que escapan al “etiquetado” y son responsables de muchas de las dermatitis de contacto alérgicas. Antes de ir al dermatólogo, haz una lista de los productos con los que mantienes contacto y evita la bisutería con níquel.
La gran mayoría de cosméticos y productos de higiene y para el hogar contienen fragancias que las hacen más “deseables”. Sin embargo, estas sustancias olorosas constituyen la segunda causa más frecuente de alergia de contacto, tanto en la población general como entre los pacientes con dermatitis de contacto, y a menudo tardan mucho hasta que son capaces de identificar cuál de estas sustancias puede estar provocándoles el cuadro alérgico. Otros alérgenos frecuentes son los metales, los conservantes de los productos de higiene o cosméticos, algunos tatuajes y los tintes capilares.
Según explican desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), “la dermatitis de contacto alérgica es una inflamación mediada por el sistema inmune tras el contacto de un alérgeno con la piel y se manifiesta con una erupción cutánea que produce picor, piel seca y agrietada, y a veces, hinchazón y dolor”.
Generalmente, las inflamaciones suelen durar entre dos y cuatro semanas y la gravedad dependerá de la extensión y la intensidad del proceso. Afectan al 1-2% de la población y puede afectar a cualquier persona, sin distinción de sexo o edad.
Para toda la vida
“Una vez que la persona se ha hecho alérgica a una sustancia, lo será para toda la vida”, explican desde la AEDV, de ahí que sea tan necesaria la declaración obligatoria en el etiquetado de todos los componentes de los productos de uso cotidiano. Y explican que, a día de hoy, la lista de declaración obligatoria de la UE incluye sólo 26 sustancias, dejando al resto en el limbo de “perfume”. Independientemente de la concentración, esta identificación permitiría optimizar el diagnóstico de las alergias específicas a sustancias concretas.
El diagnóstico se basa en la historia clínica y en la realización de pruebas epicutáneas y el tratamiento pasa obligatoriamente por eliminar el contacto con la sustancia causante del problema, de ahí que sea tan importante localizarlas en el etiquetado y tratar de identificarlas con ayuda del dermatólogo.
Las fragancias “implicadas”
La alergia a fragancias constituye la segunda más frecuente en España y causa eczemas crónicos de difícil manejo. Muchos productos de higiene, de uso doméstico o cosméticos contienen perfumes y es muy complicado evitar el contacto. Según un estudio español publicado en 2020 y realizado por dermatólogos de 23 centros hospitalarios y miembros del Grupo Español de Investigación en Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea de la AEDV, basado en pruebas epicutáneas en 19.588 pacientes, de los cuales 1.590 (8,1%) tuvieron reacciones positivas al menos a un marcador de alergia a fragancias.
- En los hombres, la fragancia E. prunastri, un aroma que recuerda a la madera, tierra o algas marinas, fue el alérgeno más frecuente. Las fuentes de sensibilización en las que se suelen incluir son las lociones aftershave y los desodorantes.
- En las mujeres, el geraniol, que aporta un olor dulce, floral, a rosas, es la fragancia que en más ocasiones causaba sensibilización, fundamentalmente contenida en perfumes y desodorantes.
- Entre los niños y pacientes con dermatitis atópica, el principal alérgeno encontrado en el estudio fue isoeugenol, muy presente en productos dirigidos a niños y a pacientes atópicos. Otros alérgenos que afectan especialmente al grupo de pacientes con dermatitis atópica son Lyral y citral, que también están implicados en la dermatitis de contacto ocupacional causada por fragancias. De hecho, el citral es uno de los componentes más frecuentes de los productos de limpieza domésticos con aroma a cítrico, de ahí que el contacto directo con estos productos del hogar probablemente está detrás de las altas tasas de sensibilización al citral en los casos de eccema de manos y en las dermatitis de origen ocupacional, según explica el doctor Juan Francisco Silvestre Salvador, jefe de Servicio de Dermatología del H.G.U. de Alicante.
- En los pacientes mayores de 65, predominó la sensibilización a geraniol, que puede formar parte de la composición de tratamientos tópicos como cremas para úlceras y E. prunastri.
Más sustancias
- Otra de las dermatitis de contacto más frecuentes, en el caso de las mujeres, es al sulfato de níquel, el alérgeno más frecuente en España presente en artículos de bisutería, además de en productos como jabones, detergentes, etc., y que afecta a una de cada cinco mujeres por el uso de pendientes desde la infancia. Desde 2004 está en vigor una regulación europea que limita la liberación de níquel de los objetos que tienen contacto con la piel a 0,05 microgramos/cm2/semana.
- También la metilisotiazolinona, un conservante incluido en la elaboración de cosméticos y detergentes, provoca reacciones con eccema, y afecta aproximadamente del 6 al 8% de los pacientes europeos a los que se les realiza pruebas epicutáneas.
- En cuanto a los tintes, los nuevos productos que están apareciendo en el mercado no incluyen parafenilendiamina, lo que reduce la reacción a los tintes.
- En cuanto a los tatuajes, pigmentos como los rojos, azules o verdes se elaboran con metales que pueden llevar a desarrollar diferentes alergias.
El polen y el sol las agravan
La mayor exposición a las radiaciones solares y a factores irritativos como el polen favorece el desarrollo de dermatitis de contacto alérgica en las personas sensibilizadas y la aparición de lesiones en zonas de piel especialmente sensibles, como los párpados y alrededor de la boca, ojos y nariz. También las zonas de mucha contaminación registran una prevalencia mayor de dermatitis de contacto alérgicas, desencadenando reacciones más fuertes que en zonas rurales. Protegerse del sol utilizando un FPS alto y vestir con ropa clara, gorra o sombrero y gafas de sol, hará de barrera para evitar que la dermatitis de contacto empeore. En cualquier caso, es el dermatólogo quien tras una exploración física identificará cuál puede ser el agente causante del cuadro y quien recomendará el tratamiento más adecuado.