“Tengo varices en las piernas. He ido al médico porque me dolían y me ha diagnosticado una flebitis superficial. Estoy un poquito asustada. ¿Qué consejos me daría?”
Nos escribe… Loreto (Albacete)
La flebitis es la inflamación de la pared de una vena. Cuando afecta a las venas que se ven a través de la piel se denomina flebitis superficial. Si están inflamadas las venas situadas entre los músculos, no se ven: es la flebitis profunda o tromboflebitis. La mayoría de las flebitis profundas se producen en las piernas. Mientras que la flebitis superficial es fácil de reconocer y se aprecia como un cordón duro y doloroso debajo de la piel, sin producir complicaciones importantes, la flebitis profunda es menos llamativa, pero puede tener consecuencias graves como la embolia pulmonar (el desprendimiento de un coágulo que llega hasta el pulmón). Se suele manifestar por dolor e hinchazón de una sola pierna.
4 factores de riesgo
- La obesidad, es un factor de riesgo para muchas enfermedades relacionadas con el corazón y la circulación. En este caso la circulación se ralentiza y hay más posibilidad de grasas en la sangre y de formación de placas y coágulos.
- El tabaquismo, que predispone a la formación de trombos y daña las paredes arteriales.
- Terapia hormonal que puede, en personas sedentarias, ralentizar el flujo sanguíneo.
- Inmovilidad prolongada, tanto por enfermedad o lesión como por hábitos de vida muy sedentarios.
Un nuevo estilo de vida
La medida más importante para prevenir la enfermedad venosa es la modificación de los estilos de vida, realizando ejercicio físico ,. En el caso de personas que estén inmovilizadas por una operación también es conveniente seguir los consejos del médico y la administración de heparina siempre que esté indicada.
Entre otras recomendaciones, los expertos aconsejan:
- Realizar ejercicio físico diario, que favorece el retorno venoso.
- Evitar el sedentarismo y el reposo prolongado.
- Evitar estar de pie durante largos periodos de tiempo, especialmente en lugares en los que haga mucho calor.
- Evitar estar sentado durante largo tiempo y si hay que hacerlo, procurar tener las piernas elevadas. Es mejor levantarse y mover los músculos.
- Dormir en camas articuladas o en las que la parte de los pies estén elevadas para que los tobillos estén por encima de los muslos y del resto del cuerpo.
- No utilizar ropa muy ajustada.
- Hay que poner especial atención en mujeres embarazadas, en las que el crecimiento del feto produce una compresión de las venas iliacas.
- No utilizar calzado muy plano sino con un pequeño tacón.
- Llevar una alimentación equilibrada.
- En pacientes que han tenido una trombosis ya resuelta o en pacientes que comienzan a tener síntomas de una insuficiencia venosa los especialistas recomiendan el uso de medias de comprensión.
- El tratamiento se basa en reducir el dolor y la inflamación y en prevenir complicaciones. Para ello se administran analgésicos y antiinflamatorios, además de algunas medidas como la elevación de la pierna afectada. La movilidad se restablecerá en cuanto el médico lo estime oportuno para mejorar el flujo de sangre.

