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Nacho Fernández, diabético desde los 12 años y jugador del Real Madrid
Madrid ya es parte de las ciudades que se mueven para frenar la diabetes, gracias a Cities Changing Diabetes®, un programa impulsado desde los ámbitos académico y empresarial. En el acto de adhesión de Madrid ha participado Nacho Fernández, jugador del Real Madrid y la selección española, a quien entrevista Silvia Muñoz, Senior Communications Manager de Novo Nordisk. Todo un ejemplo de cómo con un control y tratamiento adecuados, una persona con diabetes puede hacer cuanto se proponga, incluso una actividad tan exigente como el fútbol de élite.
Llevas desde los 11 años jugando en las categorías infantiles del Real Madrid. Cuando empezabas a jugar con tus amigos en el colegio o en el barrio, ¿llegaste a soñar alguna vez con que llegarías a ser jugador profesional de fútbol?
Bueno, yo creo que, como cualquier niño, siempre tienes esos pensamientos rondándote en la cabeza. Cuando ves partidos en la TV, cuando ves a tus ídolos, piensas: ¿por qué algún día no voy a poder estar yo ahí? Lógicamente, he tenido la suerte de cumplir esos sueños, incluso más allá de lo que nunca había soñado. Yo siempre pensaba que ojalá algún día pudiera vestir la camiseta del Real Madrid en el Bernabéu, y he tenido la suerte de llevar una carrera que me lo ha permitido. Y estoy muy feliz por ello.
Ingresaste a los 11 años en el Real Madrid y a los 12 debutas con diabetes. ¿Cómo recuerdas aquella situación y qué pensamientos se te venían a la cabeza?
Ingresé con casi 11 años. Cuando debuté con la diabetes, lógicamente fue un momento delicado. Como cualquier chaval, comía de todo y hacía deporte sin tener que estar mirándome mis niveles de azúcar… cuando pasó aquel día, yo era un niño y no sabía lo que estaba pasando. Fue un jueves y el viernes yo tenía un torneo con mi equipo y lógicamente estaba deseando. Pero ya llevaba una semana o diez días yendo constantemente al baño a hacer pis y sin parar de beber agua, muchísima agua, algo anormal. Yo vivo en Alcalá de Henares, y de camino a Madrid, que son unos 30 minutos, me tenía que parar a hacer pis. Así que mi madre ya empezó a pensar que no era normal, así que me llevó al médico y en una analítica vieron que tenía los niveles de azúcar altísimos. A mi me dijeron eso y yo no le di ninguna importancia, pensando que al día siguiente iría al torneo. Hasta que mi madre se puso a llorar, sin tampoco saber lo que era realmente la diabetes, que desconocíamos en casa. Me quedé ingresado en el hospital 12 días y no solo me perdí el torneo del día siguiente sino otro más. Recuerdo que fue muy difícil, porque además tuve la mala suerte de coincidir con una doctora en urgencias que me dijo que tendría que dejar el fútbol, algo que con once años no era capaz de asimilar. Me pasé el viernes, sábado y domingo hecho polvo, no ya por el hecho de que mi sueño se fuera a estropear, sino porque no iba a poder jugar más al fútbol, ni en el Real Madrid, ni el colegio ni en ninguna parte. Fue un fin de semana muy complicado para mí. Pero el lunes llegó el que era mi endocrino, el doctor Ramírez, al que tanto le tengo que agradecer, y lo cambió todo. Pasó de “todo mal” a “todo perfecto”. Cuando vio la cara de malestar de mis padres y le conté mi situación por no poder volver a jugar, su respuesta fue: ¿pero a ti quién te ha dicho esto? No es que no tengas que dejar el fútbol, es que te obligo a que sigas jugando como siempre. Para mi fue un momento espectacular, con una mezcla de tristeza por no poder jugar los torneos y tenía que estar en el hospital, pero muy contento porque en un futuro iba a poder seguir jugando al fútbol que era lo que yo más quería. Y desde entonces hasta ahora lo he llevado fenomenal. Creo que la diabetes es una enfermedad en la que hay que cuidarse muchísimo, pero con la cual podemos llevar una vida perfectamente normal, como cualquier persona.
Has adelantado dos conceptos sobre los que te iba a preguntar ahora, uno de ellos es cómo reacciona tu médico cuando tú le planteas que quieres seguir jugando al fútbol. Porque en muchas ocasiones hemos escuchado en deportistas de élite, como ciclistas, que, dependiendo del endocrino, aconsejaban o no seguir con la práctica deportiva. En tu caso, cómo fue esa evolución y cómo te ayudó tu endocrino a retomar la práctica deportiva y a seguir adelante.
Sobre todo al principio, en el hospital, tuve que aprender a pincharme, a tomar las comidas pesadas, algo que ahora ya no hago, pero que al principio tenía que hacerse así… fue complicado no solo para mí a esa edad, sino también para mis padres, que tenían mucha más responsabilidad. Pero gracias al doctor me hice más responsable, más constante, y a raíz de esa responsabilidad que adquieres, te cambia todo en la vida. Yo estoy muy contento de que me tocara este doctor porque me ayudó y gracias a él poco a poco empecé a entrenar y ya todo fue muy fluido. Ahora ya después de tanto tiempo, conozco muy bien mi cuerpo y qué tengo y no tengo que comer… cuando tengo que hacer actividad física y qué tengo que tomar en ese momento… Pero en ese momento era todo muy nuevo, pero con ese doctor la adaptación fue muy fácil, aunque seguramente, si en aquel momento hubiéramos tenido más información de lo que era la diabetes habría sido todo mucho más fácil. Pero bueno, siempre estará muy agradecido al trato que recibí en el hospital.
Otra pregunta que siempre me planteo ante un diagnóstico de diabetes en un niño, es la relativa al entorno familiar. ¿Cómo vivieron tus padres y tus tres hermanos ese tsunami que supuso adaptarse a un nuevo estilo de vida o incorporar la diabetes a vuestro estilo familiar?
Bueno, yo era un niño y todavía no era muy consciente, hasta que recuerdo que hubo un día en que lloré. Fue al salir del hospital e ir a comprar con mi madre al supermercado. Quería coger de todo y mi madre me decía que no. Entonces llegué a mi casa y me puse a llorar. Ahí me di cuenta de que todo había cambiado. Fue un momento muy difícil, pero sobre todo por la falta de información. Recuerdo que mis padres estaban dolidos y que no era fácil para ellos. Pero con el paso del tiempo, si llevas bien la enfermedad, todo es más llevadero y hoy en día hasta nos reímos de los comienzos. El agobio de un primer momento va dando paso con el tiempo a una mejora general.
Cómo crees que ha mejorado tu condición de deportista de élite la intervención de tu endocrino para seguir un control terapéutico mejor o un control glucémico mejor en tu día a día con la diabetes.
Es muy importante cuidarse la diabetes a este nivel y seguramente a cualquier nivel. Yo lo cuento todo un poco rápido y parece fácil, y no lo es. Tenía que empezar los entrenamientos y partidos con unos niveles de 120-130… qué pasa, que, a lo mejor, entrenando, a mí me bajaba el azúcar demasiado. Luego otras veces llegaba con los niveles altos a un partido y yo pensaba, bueno, mejor, así no me pega el bajón. Entonces me notaba calambres en las piernas. Hasta que me conocí no fue fácil. Pero lo que está claro, es que, si no te cuidas, es muy complicado. Mido mis niveles de azúcar constantemente, sobre todo antes y después de entrenar, si he acabado de entrenar y a la hora como, me lo mido también antes… Me gusta saber siempre cuáles son mis niveles de azúcar porque así me voy conociendo mejor.
Y en tu día a día, cuáles son tus miedos o temores. ¿Qué es lo que más te preocupa?
Pues a estas alturas ya ninguno, me conozco muy bien, a día de hoy como de todo, me puedo dar ese capricho. Aunque como humanos que somos, algunas veces pecas y tomas algo que no debes. Pero me conozco perfectamente y mis controles son magníficos. Nosotros tenemos que estar por debajo de siete en la hemoglobina, y mis valores normales suelen ser de seis y medio-siete… Lo llevo muy bien y en el Real Madrid me ayudan mucho. A este nivel, en la élite, es inevitable cuidarse si quieres que tu carrera sea más larga.
Hoy estamos aquí presentando el programa… y hablando de cómo Madrid se mueve para frenar la diabetes, fundamentalmente en lo que se refiere también a la diabetes tipo 2, que es realmente donde podemos actuar. ¿Qué recomendaciones darías tú a esas personas que están en esa prediabetes, que tienen ese riesgo de terminar desarrollando diabetes tipo 2? Sobre todo en lo que respecta al ejercicio físico…
Pues si yo estuviera en esa situación y pudiera evitarme desarrollar una diabetes, me dejaría la vida intentándolo. Yo recomiendo que cuiden su alimentación, que conozcan a diabéticos y hablen con ellos, que visualicen vídeos… a mí por ejemplo me llegan cartas de niños que la han desarrollado y me ayuda mucho. Es una enfermedad que se puede llevar bien si te cuidas, pero si la puedes evitar mucho mejor. Hay que cuidarse, y en esa faceta el deporte es fundamental para llevar todo mucho más controlado. El deporte es fundamental no solo para el diabético sino para todo tipo de personas.
Antes hablabas de la falta de información… Como ciudadano de la comunidad de Madrid, ¿crees que todavía se pueden hacer más cosas para mejorar el abordaje de la diabetes? ¿qué se puede hacer por parte de la administración pública, de las sociedades científicas, de la sociedad en general?
Bueno, ese es un tema que a mí no me va mucho. Sí creo que se debe fomentar el deporte, incluso en los colegios, se me ocurre que se podría hacer mucho explicándole, no solo a los niños diabéticos, sino a los niños en general, qué es la diabetes, qué riesgos puede haber derivados de una mala alimentación, etc.
Sabemos que eres un espejo en el que se miran muchos niños con diabetes, muchas personas que están en el entorno de la diabetes. ¿Qué consejo o mensaje le puedes enviar?
Que se cuiden, lo primero, por su propia salud. Y que tengan presente que esta es una enfermedad en la que se puede lograr todo lo que te propongas. Yo he cumplido con más sueños de los que tenía de niño y ahora mismo soy una persona muy feliz. Toda mi familia lo lleva fenomenal. Yo les animaría a cumplir con su sueño, que se puede conseguir todo.