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La metatarsalgia es un dolor localizado en la parte anterior del pie y en la base de los dedos que afecta principalmente a mujeres debido al uso de tacones y a la consiguiente sobrecarga de la zona.
Este síndrome se describe como un dolor en la planta del pie, cerca de los dedos, que en ocasiones se irradia hacia estos y que mejora con el reposo. Se agrava también en personas de mayor edad o si padecen sobrepeso.
Las causas
Las metatarsalgias pueden tener su origen en la anatomía del pie y en la propia morfología de las estructuras óseas. Así, en muchas ocasiones se asocia a hallux valgus (juanetes) o a pies cavos que, en su progresión, van produciendo distintos síntomas.
En otros casos están causadas por cambios en la distribución de la presión plantar y la sobrecarga de la zona. En estos casos es importante influencia del calzado, sobre todo si tienen tacón excesivo, poca suela o punta muy estrecha (es por ello que este síndrome es mucho más frecuente en mujeres) lo que produce presión sobre la cabeza de los huesos metatarsianos, provocando dolor.
Pero las causas pueden ser muy variadas, en el origen podemos encontrar una mala postura al caminar o una fractura metatarsal (en muchos casos debido a la osteoporosis). Otras enfermedades más complejas como la artritis reumatoide y las espondiloartropatías pueden producir metatarsalgia.
- Ligado a la metatarsalgia, junto al dolor, puede aparecer hinchazón, deformidad, cojera, alteraciones de la piel o dificultad para calzarse.
Qué hacer
Elige un calzado de suela blanda, ancho en su puntera y tacón bajo. Es recomendable guardar reposo si se practica ejercicio o cambiar de actividad deportiva a una que tenga menos impacto sobre la zona. La fisioterapia también puede ayudar.
En el especialista
Es necesario la evaluación del pie en su conjunto, ya que dependiendo de la causa el tratamiento a aplicar será distinto. Entre las opciones, el tratamiento conservador contempla recurrir al uso de plantillas ortopédicas personalizadas o separadores digitales que son eficaces en estadios iniciales, cuando las articulaciones aun son flexibles.
La cirugía puede ser necesaria si el dolor no mejora y el objetivo será reducir la carga mecánica de la cabeza de los metatarsianos. En estos casos habrá que realizar una evaluación y examen radiológico para determinar que técnica es la más apropiada en cada caso.