Síntomas del reúma

“Esto no es nada”, “voy a esperar a ver cómo evoluciono”, “si sigo igual iré al médico el mes que viene…”. Con la salud es muy fácil procastinar. Una actitud que encierra un gran peligro cuando se trata de una enfermedad reumática, ya que el diagnóstico tardío puede volver irreversible una situación que podría mejorar con un tratamiento inmediato. 

Más de 11 millones de españoles sufren una enfermedad reumática (1 de cada 4 personas mayores de 20 años) de entre las más de 200 que hay descritas, según los datos del Estudio EPISER 2016. Entre ellas se cuentan la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren, la espondilitis anquilosante, la artrosis, la artritis idiopática juvenil, la osteoporosis, el lupus, el lumbago, la gota y otras más minoritarias como el síndrome antifosfolípido, las vasculitis, la fiebre mediterránea familiar o la dermatomiositis juvenil.

Estas enfermedades llevan asociadas un grave problema: el desconocimiento de la población que hace que, “en muchas ocasiones, los afectados no sean capaces de asociar los síntomas a la posibilidad de tener una enfermedad reumática, de manera que van posponiendo su visita al médico de Atención Primaria para que valore si ese dolor, esa rigidez o esa falta de movilidad que sufren podría estar producido por una enfermedad reumática y así poderlos derivar al especialista en Reumatología”, explica la doctora Sagrario Bustabad, presidenta de la Sociedad Española de Reumatología (SER).

“El principal riesgo del retraso en el diagnóstico debido, en muchos casos, a sus síntomas inespecíficos de comienzo, es que se pueden producir daños irreversibles, cuando con la instauración del tratamiento adecuado se podría mejorar el pronóstico de estas enfermedades a largo plazo”, continúa la doctora Bustabad.

Pulmón, corazón, ojos, piel… ¡tocados!

“Estas patologías afectan a articulaciones, huesos y músculos, pero también a órganos como pulmón, corazón, riñón, ojos, piel, etc. Son las dolencias crónicas más frecuentes en nuestro país”, recuerda por su parte la doctora Olaia Fernandez Berrizbeitia, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Basurto, quien insiste en la importancia de impulsar campañas de concienciación como la que ha lanzado la Fundación Española de Reumatología La Espera, con el objetivo de “aumentar el conocimiento sobre las enfermedades reumáticas y que la población reconozca los principales síntomas y acuda al médico de Atención Primaria”.

Derribar los mitos

Así, los expertos inciden en que hay que derribar los mitos que todavía existen en torno a estas enfermedades reumáticas, como pensar que se asocian exclusivamente a las personas mayores. También insisten en que no es normal sentir rigidez matutina, dolor crónico, limitación de la movilidad, hinchazón, enrojecimiento o calor en las articulaciones. Estos síntomas pueden deberse a una enfermedad reumática y requieren una evaluación inmediata por el médico de Atención Primaria para su posible derivación al reumatólogo especialista. 

El “reúma” no existe

Desde la Sociedad Española de Reumatología nos recuerdan que “atribuir al ‘reuma’ cualquier dolencia que tenga que ver con el aparato locomotor es algo muy habitual. Sin embargo, es un concepto que no existe en los libros de medicina, aunque por razones prácticas se atribuye efectivamente a todo el conjunto de ‘dolencias o molestias’ relacionadas con el aparato locomotor. En definitiva, no hay “reuma”, sino enfermedades reumáticas”. Agrupando los síntomas por categorías, estos son las distintas manifestaciones que se pueden presentar en las distintas enfermedades reumáticas que existen.

  1. El dolor es el síntoma más frecuente y suele localizarse en las articulaciones o alrededor de las mismas. “Puede ser pasajero o aparecer sólo con los movimientos como, por ejemplo, en las manos al coser, en las rodillas al andar o en la espalda al agacharse; pero también puede ser fijo y persistente, llegando a impedir realizar los movimientos o conciliar el sueño. A veces, se acompaña de sensación de rigidez o entumecimiento de las articulaciones que mejora con el movimiento. Cuando viene de los músculos, de los tendones o de otras estructuras del aparato locomotor llega a ser muy molesto”, aclaran desde la SER. 
  2. Otras veces, según los especialistas de esta sociedad, “las enfermedades reumáticas producen molestias, pinchazos, sensación de pesadez, tirantez o cansancio localizados en una zona del cuerpo (hombro, cuello, región lumbar, piernas, etc.) o con una distribución generalizada o difusa, como si estuviera implicado todo el organismo y que la persona afectada manifiesta con una frase como: ‘me duele todo’ o ‘me levanto peor que me acuesto’”, explican.
  3. Otro síntoma fundamental es “la hinchazón o tumefacción de las articulaciones. Es consecuencia del acúmulo de líquido sinovial dentro de la cavidad articular y puede estar ocasionado por multitud de procesos. Es un signo de enfermedad articular que nos debe llevar a consultar con un reumatólogo”, aclaran. 

Además, “las enfermedades del aparato locomotor también pueden producir otros síntomas, como pérdida del apetito, pérdida de peso, pérdida de fuerza, debilidad, cansancio, fiebre o alteraciones en otros órganos o sistemas (piel, ojos, boca, aparato digestivo, pulmón, riñón, etc.)”, concluyen los reumatólogos.

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Paula Rivero

Soy de la primera promoción de Periodismo que salía del "horno" de Sevilla (en todos los sentidos), allá por el año 94, estudios que completé con los de Historia Contemporánea, licenciándome en...